La avejentada furgoneta que tiene como destino el pequeño pueblo de Cantabria aparenta que se va a deshacer en menos de 50 metros, la verdad no sé cómo he hecho para aguantar las 4 horas de viaje que llevamos recorrido, pero los malestares no se hacen esperar, no sé si fue el nauseabundo olor que hay aquí adentro o el yougurt pasado que comí antes de dar inicio al viaje.
Pero he de expresar que no me siento bien, para nada bien.
Para mí buena suerte, desde la ventanilla puedo ver el letrero que en letras gastadas muestra las palabras "Granja Offirins"
-¡Aquí es mi parada!- le digo al chófer que está a unos cinco metros enfrente de mi así que unos pasos más adelante de el letrero el detiene la furgoneta y me dispongo a bajar de ella, pero antes de hacerlo le entrego la cantidad exacta de monedas que me dio mi padre antes de echarme de casa y mandarme a este lugar.
¡Dios! No sé cómo pude acabar aquí, ah, espera, ya lo recuerdo, de no haber sido por la última vez que escape de casa y fui a una fiesta no estaría aquí, lamentándome y sufriendo.
Pero, no tengo otra opción. Así que dirijo mis pasos hacia la puerta de la casa de la cual puedo decir que es mucho más linda y grande de lo que me imagina, ubicada en terreno mucho más grande de lo que pensaba, y esque, cuando mi padre dijo la palabra granja me imaginaba una como la de las películas, llena de barro y animales por todas partes.
Pero he de decir que no es así, al contrario. Es una casa muy bien cuidada, antigua pero cuidada, con una puerta principal de madera y pintada de un color azul muy bonito.Cuando llegue enfrente de la puerta está se abrió sin previo aviso lo cual me hizo dar un pequeño brinco hacia atrás.
-¡Sorpresa!- gritaron 4 personas, 3 en el interior de la casa y la otra en la puerta con los brazos extendidos hacia mi -Cariño qué bueno que haz llegado, pasa pasa, siéntete como en casa- dijo la tía Gladis, tan sonriente y feliz como la recuerdo.
-¡Primo Nattaniel!-dicen dos pequeños torbellinos que se acercan a toda prisa frente a mi.
-¡Niños!-me agachó para abrazarlos. Ya tiene mucho que no veo a estos pequeñines-¡Ala! Han crecido demasiado-le digo a los niños.
-Ya somos un niños grandes y fuertes como tú, primo-me río por el comentario de el más pequeño, es irónico a decir verdad, mi 1.70 metros de estatura no me ayudan demasiado que digamos.
-Perdedor.
-¿Qué quieres, tonto?-le contesto la broma a mi primo mayor.
-¿Cómo haz estado, Natt?
-Podria estar mejor, pero aquí sigo. ¿Y tú, Valente?-le regreso la pregunta a mi primo.
-Estoy excelente-contesta Valente con una sonrisa media dibujada en su rostro.
Me doy cuenta que mi tía a pasado atras de nosotros hacia la cocina, y no si es por por la brutal hambre que tengo, que lo que sea que este preparando mi tía en la cocina, ¡Huele de maravilla!
Extrañaba este lugar, si no mal recuerdo la última vez que estuve aquí fue cuando tenía 11 años y ahora tengo 17 así que a pasado mucho tiempo.
Me gusta mucho, el silencio, la tranquilidad, la amibilidad de la gente y sobre todo la gran variedad de plantas y animales que se encuentra en los bosques que rodean este pequeño pueblo.Pasados cerca de 5 minutos en los cuelas no hice nada más que dedicarme a observar las decoraciones de la conservada casa, mi tía nos llamó para sentarnos en la mesa y compartir los alimentos.
Así lo hicimos, puedo decir que mientras estábamos todos sentados en las sillas del comedor se instaló en mi pecho un sentimiento cálido en mi corazón, lo cual me lleno de una amarga nostalgia al pensar que mis primos son afortunados de tener una madre que los ama y se esfuerza por pasar tiempo de calidad con ellos.
¡Qué hubiese dado yo para tener momentos así con mis padres! Y es que joder, los únicos momentos en los que estaba con mamá y papá era cuando los llamaban del colegio por qué me metía en problemas.
No me di cuenta que una pequeña y traicionera lagrimilla de salió de mi ojo izquierdo y se deslizaba por mí mejilla, así que me apresuré a secarla para que nadie se dio cuenta o por lo menos eso pensé, por qué al parecer mi tía si se percató de eso, pero se abstuvo de tocar el tema y es algo que le agradezco profundamente.
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RAYOS DE LUNA.
WerewolfTodas las criaturas son hijas de los luceros, unos teniendo diferentes habilidades y otros siendo simples humanos. Nattaniel creía ser un simple humano, pero al encontrar a Derek y saber la verdad de sus orígenes su vida dio un vuelco de 180 grados...