Caja de Cristal - Vrene / BangtanVelvet

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Pasaron 2 años después, sin contar las innumerables noches que ellos solo supieron.

Hasta que ahora, si, ahora, estaban más unidos que nunca para formar una familia y por fin ser más felices que nunca.

Ahora era el momento.

Ella estaba apunto de graduarse como lo que siempre anhelaba.

Ser una química biologa.

El por otra parte, también estaría a punto de graduarse si no fuera por la maestra Anrety, ¿Quien demonios te puede reprobar por tener tatuajes? - Pensó

En fin, era la gran noche, Irene y Tae eran novios desde hace 6 años, era increíble porque Tae no le proponía matrimonio.

Pero por un momento hay que concentrarnos en la futura familia.

El la agarró con más fuerza, con el transcurso de las noches apasionadas se dio cuenta de muchas cosas, Irene masoquista, por ejemplo.

Y por supuesto, venían más experimentados que nunca.
Está vez no sería nada delicado.

El la azotó en la cama, aventando un objeto violentamente llamado Irene.

La empezó a besar en todo su ser, la besaba con unas ganas que alimentaba su deseo sexual que imploran a ser callado por su querida novia.

Empezó lo bueno.

Tae comenzaba a desvestirla con delicadeza, tocando su feminidad y su seno derecho causándole pequeños pero placenteros gemidos, de un cerrar y abrir de ojos ya estaba como una pequeña nuez desnuda dejando ver y anhelar la pequeña figura que parecía su novia y la contemplo un buen rato.

Ella no se quedaba atrás, ella estaba más que ansiosa y desabrocho el pantalón de Tae, bajándolo los bóxer color azul pimienta, dejándolo ver más allá, y no lo pensó ni un minuto e introdujo su pene en la pequeña boca de Irene.

Ella quería más y Tae dejó caer un chorro de chocolate derretido en su pene, y ella empezó a chupar como si fuese una paleta, provocándole a Taehyung pequeños gemidos placenteros.

El dejó caer un poco de chocolate en sus senos y parte de su vagina, ella se sentía en las nubes.

Tae trajo unas pequeñas esposas, para las pequeñas y delicadas muñecas de su amada, la amarro alrededor de la cama y la empezó a embestir de diferentes maneras y formas exigiéndole más, dándole en su punto G, por supuesto que se lo daría.

Hasta que después de innumerables gemidos, innumerables gotas de sudor, se dio el orgasmo entre ambos y quedaron sin aliento, desde ahí se unificaron como uno.