Maybe

El chico de pelo azabache tenía la cara vendada, el chico de pelo rubio la pierna escayolada.
El primero se había recién despertado tras una pequeña siesta en el hospital a causa del cansancio, el segundo por fin había dejado de llorar por culpa de la muerte de su mentor.

Ahora se encontraban los dos en el jardín del hospital, respirando un poco de aire fresco, dejando que las hojas cayeran al suelo, pintadas del color del otoño. Kirishima seguía dentro, no podía moverse, Fatgum estaba ocupado hablando con los demás héroes profesionales, solo eran ellos dos y el viento que soplaba.
Tamaki no podía dejar de mirar a Mirio, hombros caídos y mirada perdida en el suelo, todo estaba pasando demasiado rápido para el rubio: la perdida de su quirk, la muerte de Sir Nighteye... Y Tamaki no podía soportar la idea de que su Sol se fuera a apagar, pero no sabía que decir, por primera vez en mucho tiempo no sabía que decirle a Mirio, su mejor amigo de la infancia, su soporte, su pareja... Normalmente él estaría sonriendo, tratando de andar aunque no pudiera mover su pierna, pero no lo estaba haciendo, y eso asustaba a Suneater más que cualquier villano.

Tenía que pensar en algo rápido, necesitaba hablar con él, saber que tampoco había perdido la voz y no supo como, así que dijo lo primero que se le vino a la cabeza.

-¿V-vienes mucho por aquí?

No, no fue la mejor frase, y eso hizo que Tamaki tuviera un facepalm mental mientras seguía mirando al rubio.
Pensó que la había cagado.
Pensó que ahora sí que sí lo iba a abandonar como había estado pensando desde que se conocieron en la infancia.
Pensó y pensó, y pensó sobre lo que había pensado, pero no podía dejar que su ansiedad le ganara, tenía una misión, y esa misión no requería su enfermedad mental.

-¿Mirio?

Y consiguió una respuesta, no fue rápida, pero fue algo.

-No tengo ganas de hablar.

Tamaki se sintió aliviado, por lo menos le hablaba, aunque no tenía ganas, pero no podía dejar que ese silencio siguiera ahí, necesitaba decir lo que pensaba.

-Estoy aquí... Y no me refiero a físicamente, me refiero a sentimentalmente, si necesitas algo, sabes que puedes contar conmigo, a-aunque no tengas ganas se hablar, solo quería que supieras eso.

-Puedes seguir hablando.

Mierda, había hecho que él hablase cuando no tenía ganas, aunque se quitó un gran peso de los hombros al saber que no le importaba que él continuase.

-A-a lo mejor ves este momento muy oscuro, y no nos engañemos, lo es, pero....-un silencio de cuatro segundos apareció mientras el chico de pelo azabache pensaba en que decir, y antes de continuar suspiró.-Pero me alegro de que estés vivo... Me alegro de estar sentado aquí contigo... Y a lo mejor esto no te anime, pero vas a seguir siendo mi sol aunque dejes de brillar.

Ahora había conseguido que Mirio le mirara, algo que no había hecho en todo el día, y Tamaki sintió que había triunfado, hasta que comenzó a girar la cabeza para mirar al frente, a la nada otra vez.

-¡N-no! No dejes de mirarme, por favor...

Y el rubio volvió a mirarle.

-A lo mejor tengo miedo....-dijo el chico de pelo azabache mirando al suelo.-Miedo de que todo esto sea un sueño y realmente no estemos en el jardín del hospital, miedo de que todavía estemos en aquel horrible lugar, y miedo de que no estés respirando y he llorado tanto que me he desmayado. Siempre tengo miedo, pero lo he podido superar gracias a ti, porque... A lo mejor estoy un poco muy enamorado de ti.

Mirio continuó mirando a Tamaki, no iba a hablar, ya había dicho que no tenía ganas, pero eso no impidió que su mano viajara hasta la de su pareja y la agarrara, un pequeño gesto que no podía significar nada, pero que significaba que estaba aquí, que era real y que no le iba a dejar.

-A lo mejor el Sol se puede apagar un rato... Porque es humano.

Y sin más dilación el rubio comenzó a llorar y dejó salir todas las lágrimas que había estado guardando desde que el chico con ansiedad había empezado a hablar.
Tamaki abrazó a su novio y dejó que se desahogara.

Y a lo mejor... Puede que a lo mejor... La luna haya ayudado al Sol a brillar.