~ Two ~

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Me estaba cansando de mi rutina diaria. Despertarse, maquillarse, ir al instituto/ cafeteria, volver, ducha y dormir. ¡Hasta los huevos! - pensé- Quiero cambiar mi rutina un poco. ¡Ya sé! Voy a salir a correr cada mañana antes del instituto o trabajo.

Me pareció una idea genial y quedé muy satisfecha con mi idea, hasta que me tocó levantarme aún más temprano de lo que me levantaba antes.

Mis primeros pensamientos al despertarme tan pronto fueron los siguientes:

¿Seguro que necesito esto? No estoy tan gorda... a parte, hay que aceptarse tal y como eres. Pero quiero cambiar mi rutina, ¿en serio quiero cambiar mi rutina?

Me harté de esperar una respuesta automática de mi cuerpo y antes de que me pudiese dormir otra hez, me decidí por fin levantarme de la cama y hacer algo productivo de una vez.

Me desperté por completo cuando me vi en el espejo.
Ew, que fea.

Simplemente decidí lavarme la cara y hacerme bien las cejas, para luego venir darme una ducha y ya irme al instituto.

Al acabar con mis dos hermosas cejas me vestí con un chandal que consistía en unos leggings cortos y una camiseta de tirantes. Cogí una sudadera negra que tenía en mi armario y salí de casa. Mi hermano se levantó para preguntarme donde iba y le conté mi plan.

Mi hermano parece frío e indiferente con todos, pero es la persona más dulce y amable que he conocido en mi vida.

Fuera una ligera llovizna estaba cayendo. Pequeñas gotitas de agua recayeron sobre mis mejillas y párpados y fueron resbalando poco a poco hasta chocar contra el suelo.

La sensación de mojarse bajo la lluvia sin duda era la mejor sensación.

Decidí ponerme en marcha de una vez y empecé trotando levemente.

Media hora después, de camino de vuelta, llegué a las vías del tren en el que iba todas las mañanas. Eso me recordó que dentro de poco tendría que volver a casa y prepararme para el día.

Pero las barreras de las vías habían bajado y se escuchaba el tren el la lejanía. Me paré a esperarlo y cuando por fin pasó, el viento desenredó unos mechones que estaban bien recogidos en una coleta.

Intenté recogerlos y al levantar mi mirada, me encontré con un chico castaño, alto y con los ojos de color miel. Los dos nos miramos y lo único que salió de mi boca fue una leve risa que a penas se escuchó.

-¿Me estás siguiendo? Me estás stalkeando, ¿verdad?- dijo el chico, de broma.

-Eso es lo que iba a decir yo. Desde que accidentalmente me choqué contigo en la calle, no paras de perseguirme.- dije, intentando ser dura.

-Oh, vamos. Al fin y al cabo, fuiste tu la que se chocó contra mi. ¿Y desde cuando sales a correr por las mañanas?- dijo en tono sarcástico.

-Desde siempre.- mentí. Mi orgullo no me permitía quedarme atrás en una discusión.

-Lo que tu digas, stalkeadora.

-En fin,- dije, yo ignorando el hecho de que acababa de recibir ese mote injustamente- creo que deberíamos ir yendo a prepararnos para el instituto. Tenemos un examen de la lengua coreana hoy.

-Si, si... espera ¿qué? ¿¡Teníamos un examen!? ¿Por qué no me avisaste?

-Uno; no soy tu madre. Dos; eres bastante mayorcito para apuntarte las cosas tu mismo. En serio, sonamos como mejores amigos.

-¿Quizás deberíamos serlos?- dijo con una media sonrisa.

-Quizás...- dije yo enigmáticamente, le di unas palmaditas en el hombro y me fui trotando a casa.

Estaba bastante cansada, pero sentía la mirada de JungKook en mi nuca así que seguí corriendo hasta llegar a mi portal.

Abrí la puerta lentamente y entré a casa. Los chicos todavía estaban durmiendo ya que todavía era temprano.

Fui a ducharme y a lavarme el pelo, y después secarlo y plancharlo estaba lista para ir, pero aún así tenía tiempo de sobra.

Me hice un café y elegí un conjunto de ropa muy cuidadosamente.
Elegí mis pantalones de cintura alta, mi sudadera amarilla y unas vans de color negro.

Salí de casa con tiempo de sobra y de camino al instituto me fijé en cosas que se me habían pasado.

En los escaparates de las tiendas habían muchos anuncios de idols patrocinando relojes, marcas de ropa o calzado, etc.

A mi me gustaría ser una idol también... creo que disfrutas mucho de tu tiempo cantando, bailando o incluso rapeando para otros. Y aparte siempre estás guapísima y a la moda...

No soy una persona envidiosa pero en aquel momento no pude evitarlo.
Todas esas hermosas caras... esos conjuntos a la última... tu propio nombre artístico... y en fin, todos esos famosos cuales nombres son escuchados en todo el país, incluso en todo el mundo.

Noté una mano posándose en mi hombro y me giré para ver quien era. Descubrí la cara de sueño de Hyu detrás mío y casi me llevé otro infarto.

-¿Qué haces observando a Jackson Wang, Polina?- dijo Hyuna, haciendo su expresión de mierda.

-¿Y por que no? - dije volviendo la mirada al escaparate, donde se puede apreciar al hermoso Jackson Wang anunciando un reloj.- Es guapo, tiene talento... y seguro que es buena persona también.

-¿Sabes quien tiene esas mismas cualidades?- me preguntó Hyuna con mirada pícara.

-¿No...?- le contesté un poco confundida.

-JungKook.- dijo ella con una mirada más intensa esta vez.

-Ugh... ¿por que piensas eso? Es un poco infantil y descuidado... pero debo reconocer que es bastante atractivo...- Hyuna me miró con una sonrisa maliciosa.

-Ya se quien se a enamorado.

-No es eso, Hyu...- dije, arrepintiéndome de haber abierto la boca.

-¡Oh! Venga vamos. Llegaremos tarde como sigamos así.

Salimos disparadas desde el escaparate y nos dirigimos al instituto.

Lo que no sabíamos es que detrás de una de las esquinas, JungKook había escuchado toda nuestra conversación.
Apretó la mandíbula y murmuró para si mismo.

-No, no sigas con esos sentimientos, Polina... te arrepentirás si sientes algo por mi más que la amistad... por favor... te arrepentirás...- y con esas palabras salió de su escondite y se fue en dirección del instituto, detrás de nosotras.

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⏰ Last updated: Jan 08, 2018 ⏰

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