Subí las escaleras perezosamente y con miedo, empezaba nuevo día, tan sólo esperaba que hoy tuviesen compasión.
Al estar frente a mi clase suspiré hondo.
Entré y me senté en mi sitio, cerca del final y de la ventana.
Solté la mochila en la mesa y miré hacia el exterior.
Sentí como alguien se sentaba a mi lado y pude ver la pequeña y hermosa cara de Jinyoung.
Fruncí el ceño y él sonrió.
Pude notar las miradas de todos sobre nosotros, lo cual odiaba.
Cubrí mi rostro con mi pelo y aparté mi mirada.
Oí como él suspiraba profundamente.
Él frotó mi cabeza y me tensé al instante.
Seguía notando todas las miradas sobre nosotros pero ahora se le sumaron murmullos.
Cerré los ojos fuertemente mientras intentaba no llorar.
Alguien carraspeó frente a mi, haciendome abrir los ojos con temor.
Woojin.
Su tierna sonrisa adornaba sus labios, intenté no sonreír pero con esa sonrisita quién se puede resistir.
A él pareció gustarle, al igual que a los demás chicos, quienes se encontraban en los asientos de delante.
Todos me sonreían adorablemente mientras yo intentaba no hacerlo.
Los murmullos se hicieron mayores, causando que yo resoplase cansada de ser el centro de atención.
Agaché mi cabeza, escondiéndola entre mis brazos.
- ¿No tenéis nada mejor que hacer? ¡Volved a vuestros asuntos! - gritó Woojin llamando mi atención-
Le miré y él se encontraba serio mientras miraba como todos volvían a lo suyo.
Lágrimas se formaron en mis ojos, pero de conmovoción.
Nuestras miradas conectaron y su sonrisa volvió, pero al notar mis ojos aguados frunció el ceño.
- ¿Pasa algo hermosa? - preguntó mientras agarraba mis manos y se acercaba lentamente hacia mi-
Apretó mis manos suavemente entre las suyas mientras las acariciaba con sus pulgares.
- Me conmueve todo lo que estáis haciendo por mi - respondí en un tono bajo, pero ellos pudieron oírlo-
- Pues acostumbrate, porque no pienso dejarte sola, nunca más - volvió a hablar Woojin mientras limpiaba el pequeño rastro que dejó mi única lágrima-
- No pensamos, no eres él único hyung - habló Daehwi mientras golpeaba a Woojin en el hombro-
Sonreí por sus palabras que sin duda se habían quedado guardadas en mi mente y corazón.
Les di una rápida mirada a todos y él profesor entró de pronto, causando que todos nos pusiésemos al corriente de la clase.
Mientras apuntaba en mi libreta lo que explicaba él profesor, vi como un pequeño papel arrugado caía sobre mi mesa.
Frunciendo el ceño lo abrí, y deseé no haberlo abierto jamás.
'¿Crees que por estar con los chicos guapos estarás a salvo? Oh no cariño, estas muy lejos de eso. Nunca podrás escapar'
Respiré hondo al acabar de leerlo.
Sabía de quién provenía sin ninguna duda, Yunha.
