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Capitulo 3

Día 2.

Sé que esta mañana había dicho que era momento de dejar de pensar en esto, pero me fue imposible.

Te tuve siempre en mi mente...
Cada segundo que pasaba, te imaginaba frente a mí.
Realmente yo no entendía cómo una persona podía clavarse tanto en tu mente, hasta consumir todo tu ser.
¡Diablos! Quería huir, tenía que huir; pensaba en desaparecer y eso hice, corrí al baño: puse seguro en la puerta y miré hacia arriba, no iba a derramar ni una lágrima, mis ojos ya estaban lo suficientemente inchados como para ya no ver, y lamentablemente, ocurrió todo lo contrario. Lloraba y no podía parar, aún tenía mucho dolor que sacar... Finalmente paré de sollozar y salí del baño.
Sabía que me estaba lastimando después de salir del baño, porque lo miraba, no dejaba de mirarlo y él no se daba cuenta de ello.

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Regresé a clases e intente calmarme, y así fue, encontré un poco de paz en mi corazón para soportar este día.
Me apure a mis trabajos y finalmente terminaron las clases. Todo estaba bien en ese momento desde que salí de la escuela hasta mi casa, y después  a mi trabajo.
Todo marchaba bien, y supuse que llorar calmaba mis heridas.
A decir verdad, no solo mi corazón estaba hecho pedazos, también mi mente lo estaba y mi cuerpo se sentía débil; quiero que pensar que el clima lo hacía aún más jodido esto.

Admito que este día estuve cantando en mi mente una canción que me recordaba a ti, porque por un momento me inventé que todo estaba bien.

En mi trabajo hubo bastante gente, la cual tuve que atender y mi cerebro ponerse a trabajar, estuvo ocupado analizando  en como exparcir todos los consumos que tenía en ese momento.
Te deje a un lado como por 3 horas y después de ello, me aventé directo a ese vacío llamado sufrimiento...
Y este día para mí terminó como  empezó, llorando.
Tomé un baño caliente, mi cama y quedé dormida, me había cansado bastante en mi trabajo, y un sueño es lo que  merecía mi cuerpo.