Diez años despuez

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Diez años después
    Nosotros habíamos pasado la infancia y la adolescencia juntos en un pequeño pueblo llamado Shaftesbury a las afueras de Dorset Inglaterra. Nosotros crecimos juntos, aunque éramos vecinos fuimos grandes amigos, yo  conocí a Paola cuando tenía 7 años cuando nos mudamos a Shaftesbury por la razón de que mi padre Antonio decidió que viviéramos en pueblo apartados de la ciudad porque él trabajaba de arquitecto y se la mantenía viajando por el país y cuando regresara a casa quería poder descansar y relajarse de todos los agobios del trabajo. 
       Paola y yo asistíamos a la misma escuela primaria y estábamos en el mismo grupo, cada día al salir de la escuela y llegar a casa en el camión escolar empezaba una nueva aventura, solíamos irnos a explorar en bicicleta el maravilloso bosque que se hallaba cerca de nuestras casas.
       Sinceramente yo no había conocido a alguien más hermosa que Paola con su cabello castaño y una linda sonrisa. Pasaron los años y llegamos a la secundaria, nosotros ya no eramos niños, pero tampoco jóvenes, era algo raro, la secundaria fue algo nuevo, nuevos amigos, nuevos profesores y sobre todo, una nueva forma de ver las cosas.
       Tal fue el cambio que me enamore de Paola pero no se lo dije y decidí esperar, en casa mi madre ya conocía a Paola desde que teníamos 7 años, pues antes nosotros  jugábamos en casa casi todos los días y mi madre ya la consideraba su propia hija ya que yo era hijo único, aunque aveces parecía que mi madre quería mas a Paola que a mi.

       En cuanto a Paola, su vida no había sido fácil ya que tuvo que lidiar con la separación de sus padres a los 12 años justo cuando recién pasamos a la secundaria y fue un cambio aún más difícil, los primeros días a la separación de sus padres ella anhelaba aun mas ir a dar una vuelta por el bosque para liberar su mente y alejarse un poco de la realidad que la agobiaba, su mente siempre fue un océano de secretos
       Un día después de la escuela, nos encontrábamos en el famoso bosque, caminando, ella lloraba discretamente, sin dejar de oírla, me puse a mirar a la mujer que tenia frente a mi, noté que ella había sufrido más de lo que yo pensé. Su cara reflejaba el dolor y la amargura que ella sentía. Pensé y dije en voz baja (asegurándome que no me escuchara) –La niña feliz y llena que de sueños que conocí, se ah ido.
                                                                     
Me volví a ella y le pregunté:
-¿Por qué lloras?
--Llóro tratando de enjuagar mi angustia con mis lágrimas, ¿que mas puedo hacer?
-respondio ella.
Sus palabras me quitaron el aliento, me quedé callado el resto del camino. Al terminar nuestro paseo por el bosque, la acompañé a su casa, y me despedí de ella deseándole lo mejor.

      Pasaron los años, y la amargura que Paola sentía en su corazón fue disminuyendo, teníamos 15 años, terminamos la secundaria, y el verano siguiente recibí la noticia de mi vida. Resulta que sospechaba que algo pasaba en casa, ya que mis padres se la pasaban hablando por las noches, mi preocupación crecía cada vez más y más.
      Pasaron un par de semanas y llegó el día
--Nos mudaremos a Cleveland –dijo mi madre entusiasmada
-¿Donde está Cleveland? –le respondí
--En Estados Unidos tontito –repondio mi madre
Yo sin saber que decir, o que pensar simplemente me encerré en mi cuarto tratando de asimilar lo que mi madre me había dicho.
      Al día siguiente, Paola fue a buscarme pasadas las tres de la tarde, me invitó a que fuera a dar una vuelta con ella, a lo cual acepté, durante nuestro pequeño paseo yo pensaba una y otra vez (tienes que decirle, tienes que decirle, tienes que decirle) tal era mi angustia que ni siquiera escuchaba lo que Paola me decía.
--¡Alex! –Exclamò Paola
-Perdòn, estoy distraido- le conteste
--¿Què te sucede?-me preguntó
-Tengo que decirte algo…
--¿Qué es?
-Mi familia y yo nos mudaremos
--¿Què? ¿A donde?
-A Estados Unidos
--Pero, ¿porquè?-Exclamò Paola muy indignada
-Porque mi padre tiene mejores oportunidades de trabajo
   Paola no contestó y prefirió ya no hablar y de inmediato se entristeció y ya no supe que decirle, pues esto era algo fuerte ya que estaban separando 8 años de una gran amistad, y el saber dentro de muy poco tiempo ya no nos volveríamos a ver.
   En el poco tiempo que nos quedaba en el pueblo mi padre y mi madre empezaron a empacar en cajas todos los muebles y las cosas que teníamos en la inmensa casa que teníamos, mi madre nos llevó a Paola y a mi a distintos lugares con tal de aprovechar el poco tiempo que nos quedaba, fuimos al cine, otro día fuimos a comprar helados y hací toda la semana, aunque el sentimiento de tristeza no se marchaba.
   Llegó el día y mi familia y yo nos marchábamos me despedí de Paola con un fuerte abrazo y un tierno beso en la mejilla y le dije: esto no es un adiós sino un hasta luego; a lo cual Paola respondió: yo te estaré esperando, entonces ya en el auto rumbo para el aeropuerto voltié por la ventana y la vi por ultima vez.
  Llegamos al aeropuerto, abordamos el avión que nos llevaría a Cleveland y despegamos, el viaje fue muy largo y un poco aburrido. Aterrizamos en el aeropuerto de Cleveland y o sorpresa, todo era muy distinto a Inglaterra (como habría de esperarse), desde cualquier punto de la ciudad se observaban enormes edificios en el centro de la ciudad, era increíbles la cantidad de autos que circulaban por las calles, y la gran cantidad de personas que había.
   Nos instalamos en en una casa más o menos mientras nos incorporabamos a la sociedad. Pues todo fue muy agobiante para mi, nueva casa, nueva escuela, nuevos amigos, simplemente una nueva vida.
   Pasaron los años, cumplí 18 terminé la preparatoria y estaba cursando la universidad, como familia nos había ido muy bien, pero me seguía faltando Paola, no me había podido comunicar con ella, pero no perdía la esperanza.
   El tiempo siguió, cumplí 24 y por fin terminé mi carrera en Ingeniería civil, siguiendo el legado de mi padre pero el como arquitecto, todavía vivía con mis padres, un día saliendo a comprar víveres al supermercado, iba en mi auto un Charger-68 negro (amaba ese auto), estaba un poco distraído pensando en como estaría Paola, que fue de su vida, cuando de la nada al dar vuelta fui embestido por un tráiler, desperté en el hospital, con una pierna fracturada y 6 costillas rotas.
  Al despertar pregunté -¿dónde rayos estoy? Una enfermera me dijo –en el hospital, desconcertado pregunté -¿qué sucedió? –Usted fue embestido por un tráiler mientras conducía y estuvo en coma durante 2 semanas, mientras la enfermera me explicaba, mis padres entraron a la habitación del hospital donde me encontraba, se alegraron de que hubiera despertado,
   Estuve 2 meses más en el hospital por fin salí de ese frío edificio, aunque salí en silla de ruedas, ya en casa, me llevó 3 semanas más poder caminar, lo cual me dio mucho tiempo para reflexionar, y decidí hacer lo posible para contactar a Paola, lo primero fue saber si todavía vivía en Shaftesbury, después de hacer cientos de llamadas pude contactar a su mamá, resultó que ya no vivía allí, y me alegró saber que ella terminó sus estudios y vivía en Chicago Ilinois.
    Antes de mi accidente yo trabajaba como ingeniero, lo cual era un trabajo bien pagado, así que tenía el dinero suficiente como para viajar hasta Chicago y buscar a la mujer de mi vida, lo que me faltaba era un auto y el flamante Charger que tenía quedó destruido en mi accidente, así que me compré otro Charger del mismo año pero estaba un poco descuidado, le conté a mis padres que era lo que tenía planeado hacer y les pareció bien, me despedí de ellos y empecé a conducir.
   Lo bueno fue que no estaba tan lejos una ciudad de la otra y el viaje fue de 6 horas, al llegar allá lo primero fue buscar un departamento, después empezar a buscarla, era 1990, ya que en ese tiempo no existía el internet existía el famoso directorio y empecé a buscar su nombre página por página, me tomó dos semanas pero al fin la encontré, resultó ser que trabajaba como Psicóloga y tenía su propio consultorio.
   Llamé por teléfono a su consultorio e hice una cita, tuve que esperar 3 semanas para que me pudiera atender. Era el día de mi cita, la cual estaba programada un lunes a las 3 de la tarde, decidí cambiarme el nombre para que no sospechara, así que llegue y entré, estaba nervioso pero trate de comportarme lo más normal posible.
--Señor James Memphis, tome asiento por favor-dijo la licenciada Paola
-Buenas tardes respondí
--Buenas tardes
--Bueno señor Memphis cuénteme que es lo que sucede
    Me inventé una larga historia pero al final le dije:
-Todo converge en que no puedo olvidar a la que fue mi amiga durante mi infancia
--Prosiga
-Su nombre es Paola
--Que coincidencia yo me llamo así, ¿qué fue lo que paso?
-Vivíamos en un pequeño pueblo llamado Shaftesbury
De inmediato Paola se dio cuenta y exclamó
--¿Alex? ¿Enserio eres tú?
-Si soy yo
Impresionada me dijo
--¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?, bueno tengo trabajo ¿te veo más tarde para conversar con, más calma?
-Si claro, en la cafetería de la vuelta
--¿A las 5?
- si está bien
   Me fui a dar un tour por la ciudad y regrese a tomar un café con ella, platicamos de lo que había sido de nuestras vidas, y desde ahí estamos juntos hasta el día de hoy, yo le declaré mi amor por ella y una cosa llevó a la otra y al cabo de 8 meses nos casamos y todo ha salido muy bien hasta el día de hoy. Así que 10 años después, estamos juntos otra vez

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2017 ⏰

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