Capítulo 1

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*Otra vez ... paso otra vez, ya estoy cansándome de todo esto.

Pensaba sin reparo, cierto chico de vistosos cabellos color turquesa, mientras se inclinaba justo frente al espejo del baño solo para escupir en el lavadero, lo que parecía ser un coágulo de sangre, que simplemente comenzaba a diluirse con ayuda del agua gracias a la llave que recién había sido abierta...dando a aquella solitaria habitación de aseo personal, el único e inconfundible sonido del vital liquido al correr...suspiro.

*Papá no va a cambiar...va a seguir bebiendo hasta perder la consciencia, no sé por qué continúo insistiendo en un punto muerto...mamá no va a volver y ese estúpido viejo se niega a superarlo...al final lo único que gano con mi terquedad es...esto.

Resopló y no puedo evitar hacerlo con frustración y rabia, no valía la pena. No importaba lo que hiciera, dijera o pensara, su situación no iba a cambiar y era la propia impotencia, lo que le hacía sentir...agobiado, atrapado...asfixiado...
Justo como un pequeño muñeco vudú que no podía impedir las maldades de las que era víctima, cuan alfileres que filosos se clavaban en su piel aunque quizás su caso era un poco peor, ya que dichos alfiles, solo se dirigían a su pecho, yendo más y más profundo hasta que el dolor era insoportable y llegaba a razonar que iba a romperse...

Pero eso nunca pasaba, sería un jodido alivio.

-Quiero largarme, de esta casa- agrego, finalmente una vez termino de curar su mejilla herida con una especie de parche (Nada estético por supuesto), aun le ardía como los mil demonios, pero al menos ya no se le infectaría y suponía que con eso es...

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-Quiero largarme, de esta casa- agrego, finalmente una vez termino de curar su mejilla herida con una especie de parche (Nada estético por supuesto), aun le ardía como los mil demonios, pero al menos ya no se le infectaría y suponía que con eso estaba bien, al menos de momento.

Total, ya estaba acostumbrado a las peleas, los gritos, los golpes, todo bajo la pedorra excusa de "Tú eres mi jodido hijo, no mi jefe, ni mi terapeuta para que me digas como carajos llevar mi vida, antes agradece que no te he botado de la casa, por dártelas de niñato sabiondo"

Listo, su padre, no necesitaba otra excusa para ser un bastardo, y no le daba ningún remordimiento pensar en él de esa manera. Después de todo cualquier otro pensamiento seria hipócrita e ilusorio de su parte... ¿qué más quedaba?, ¿Agradecerle por ser parte crucial de su existencia actual? Ja, ya podía habérselo ahorrado, un tipo como él, simplemente no debió tener hijos. Tal vez su destino era ser uno de esos borrachitos alegres que cruzaban de esquina en esquina, haciendo cualquier tontería solo para obtener un poco de alcohol. Si de esas personas a las que todos miraban y decían "Ja, la vida feliz" pero, de las que en el fondo todos sentían mucha lastima.

Todos menos él claro...porque no podía sentir lastima de un tipo que solo se había buscado su propia desgracia, ¡No podía entender a su viejo! Y su manía por tomar la salida más fácil, un empleo cada semana, ser echado por problemas...volver, gritar, tomar discutir y si, él osaba decirle que se estaba equivocando, bueno...ya sabía el resultado...

Al final el masoquista iba a terminar siendo él, de seguir esa rutina.

-Viejo estúpido...-susurró, poco antes de tomar algo de agua en sus manos y solo echarla sobre su rostro, incluso mojando un poco el parche, pero no le importo mucho, estaba bien colocado- ahora tendré que inventarme algo...-musitó de mala gana, odiaba lo violento que podía llegar a ser su padre, pero si había algo que odiaba más que eso, era lo insufribles que podían ser las otras personas cuando algo como eso pasaba.

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