Era un día con nubes grises y con ganas de largarse a llover, simplemente un día para estar acostada en mi cama y mirar películas con mi novio, Jack.
Le conozco hace 1 año, en la universidad comenzó todo, al principio yo no me fijaba en el ya que nunca fui de interesarme mucho en los chicos apuestos y con mil chicas detrás, pero Jack fue la excepción. Cuando comenzamos a salir, todo iba de maravilla, siempre supuse que me gustaba, nunca lo afirme, y hasta el día de hoy no puedo explicar realmente lo que es el amor, nunca me sentí segura de eso.
Iré al grano, estaba acostada en mi cama leyendo un libro, sola, obviamente, ya que Jack se había ido de viaje con su familia, me he encariñado mucho con el, pero no puedo decir si me gusta o si estoy enamorada, porque siendo sincera, no lo extraño. Cuando se fue, hice mi mayor intento por parecer que me sentía mal, pero estaba realmente muy contenta de que pueda compartir momentos con su familia y unas vacaciones no le vendría mal.
Para el contrario yo, en este verano, tendría que conseguir mi propio trabajo, ya que mis padres me dejaron muy claro que me tendría que ganar las cosas por mi misma de ahora en mas, que ellos no me iban a dar dinero, y que si estaba muy desesperada debería dejar la universidad y volver a mi ciudad natal, algo que no iba a suceder.
Estoy viviendo en un departamento muy pequeño, demasiado para mi gusto, pero de todas formas me las arreglo, tiene una cocina, baño, sala de estar y mi habitación, todo es a nivel muy reducido, pero esta bien.
Me dirigí hacia la heladera para quitar el helado y devorarlo, agarre una cuchara y volví hacia mi habitación dando saltitos, amo el helado. Cuando estaba a punto de darle un bocado, mi móvil sonó, gruñí.
—¿Si?
—Hola Jess, ¿cómo te encuentras? con tu padre estábamos pensando en ir a Boston a pasar el fin de semana, ¿tienes algún plan?
—Realmente no
—Estupendo, el fin de semana te veo, y ya me presentas a tu novio, un beso.
Cortó.
No me dio tiempo a decirle que Jack no estaría hasta la otra semana, pero no le tomé importancia, después se lo diría.
Suspiré, ¿justo este fin de semana tenían que elegir?.
Me puse mis convers blancas y salí encaminada a la plaza, necesitaba ver un par de niños jugando y distraerme.
Me senté en una banca y me quedé mirando a un niño jugar con la arena, se veía muy tierno y divertido, realmente me gustaría volver a rehacer mi niñez y no tener que pasar por tanta mierda, pero, son cosas que dejaré en el pasado, y desde que llegue a Boston, estoy rehaciendo mi vida, sin complicaciones.
Volví a mirar al niño que ahora se encontraba en una hamaca, parecía muy solitario y decidí acercarme.
Tomé asiento en una hamaca justo al lado de el, el niño me observo curioso y le sonreí, amo a los niños.
—Hola, ¿como te llamas?—. pregunté con una sonrisa.
—Mi nombre es Erick, y ¿el tuyo?—. me sonrió
—Mi nombre es Jessica, pero puedes decirme Jess.
—Genial, Jess—. me miró, llevaba un caramelo en la mano, cuando me vio observar ese dulce, me lo extendió— ¿Te gustan los caramelos?
—No es algo que adore, puedes quedartelo para ti.
—Oh—. miró hacia el frente y se dio vuelta de golpe— Escóndete—. lo miré confusa— Vamos Jess, escóndete detrás del árbol—. me miró impaciente, no entendía realmente la situación— Oh no, es muy tarde, finge que no me conoces.
Esto realmente era muy confuso y no entendí, extendí mi mirada hacia arriba y vi que venia un chico, se me hacia realmente familiar.
—Cuantas veces te he dicho que no hables con gente que no conoces Erick—. dijo furioso
Erick estuvo a punto de decirle algo pero lo interrumpí.
—Hola, yo me le acerque porque estaba muy solo, no es como si le hubiera hecho algo.
—No me importa, y estaba hablando con el—. frunció el ceño
—Lo se, pero de todas for..— me interrumpió
—Dije que no me importa, vámonos Erick.
El niño se levanto de la hamaca y se dirigió con su ¿hermano?, supongo, se volteo y hizo una mueca.
Ignoré a mis pensamientos y me encamine hacia mi departamento.
Holaa, si ven faltas, perdonen, soy nueva, espero que les guste esta historia :)
