Mi cuerpo estaba despedazado y ensangrentado, son pedazos de vidrio encajados por todas partes, cosa rara, no sentía nungún dolor.
-Hey! No me cubran la cara con esa sabana. -No estoy muerto, sólo tengo 17 años, además tengo una cita por la noche, Todavía tengo que crecer y gozar de una vida encantadora... -No puedo estar muerto!
Después me metieron a una gravita, Mis padres tubieron que identificarme, Lo más que me apenaba es que me vieran así, echo añicos.
Me impresionaron los ojos de mamá cuando tubo que enfrentarse a la más terrible experiencia de su vida, Papá envejeció de repente cuando le dijo al encargado del anfiteatro: *Si... es mi hijo*.
El funeral fue una experiencia macabra. Vi a todos mis parientes y amigos acercarce a la caja mortuoria, uno a uno con los ojos entristecidos; algunos de ellos lloraban, otros me hablaban, me tocaban las manos y sollozaban al alejarse.
-Por favor, alguien que me despierte! Sáquenme de aqui no sopórto ver a mamá y a papá asi. la afición de mis abuelos apenas y les permite andar... mis hermanos y hermanas parecen muñecos de trapo, pareciera que todos estubiesen en transe. Nadie quiere creerlo, ni yo mismo.
-Por favor, no me metan en la fosa! Te prometo dios mío, que si me das otra oportunidad seré él más cuidadoso del mundo al manejar. Solo necesito una oportunidad más.
POR FAVOR, DIOS MÍO... SOLO TENGO 17 AÑOS!
-Anónimo.
