Depravada madrugada

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Las ramas tocan la ventana de mi corazón
Me distraen un momento pero te envuelvo en mis brazos
El manto de la noche acaricia nuestros cuerpos
Las constelaciones dejan las marcas en tu cuello

Como mis mordidas cuándo  me alimento
Cambiando lo negro de la noche por el rojo del deseo 
Un rojo de sangre que tiñe escarlata este momento
El carmesí de tu corazón me envuelve en el fuego de tu cuerpo

Las mordidas en los labios derraman sangre
Que avivan el fuego de la hoguera de nuestra mente
Haciendo todo lo que la imaginación nos deje
Ardiendo al compás de cada movimiento del deseo

Nos dejamos consumir hasta que el sol se hace presente
Donde yo no vivo pues de el ya no pertenezco
Pero descanso sabiendo que solo fuiste mía
En esta depravada madrugada

Poemas de un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora