Capítulo 2

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Iba caminando hacia la escuela y en el camino vi que Charlie iba con Dayana, la ex que más odiaba. Tomé otro camino porque simplemente no quería verlo. Samuel era mi único refugio en estos momentos y milagrosamente me lo encontré en el camino.

-Oye Jayden, ¿Qué sucede?

-Charlie-dije intentando no llorar.

Díganme exagerada o dramática, pero estoy omitiendo ciertas partes de mi relación con Charlie para llegar al punto. Y es que la mayoría del tiempo debía aguantarme las ganas de ir a golpearlo, porque después me veía con su adorable carita y el dolor se esfumaba.

-Jayden, esto ya es suficiente, esto debe acabar.

-Pero lo amo...

-Yo lo sé, y adoro verte feliz, pero él no te hace bien-dijo abrazándome.

-Lo sé...pero soy débil y no encuentro las palabras ni las ganas de decirle que se esfume.

-Tú sólo necesitas algo de tiempo. ¿Nos saltamos la escuela?

-¿Qué? No.

-Oh vamos...será divertido.

-No lo sé Samy...

-Porfavooooooor-insistió.

-Bien-dije rendida.

-Genial-tomó mi mano y comenzó a correr y yo odiaba eso, ya que él tenía buena condición física, mientras que la mía era fatal. Pero no me quejé.

-¿A dónde vamos?

-Al cine...mi amigo Joshua trabaja ahí, quizá nos permita ver una película en alguna de las salas.

-Eres el mejor.

-Lo sé.

Tomamos un taxi y llegamos al cine, entramos por la parte trasera y al entrar, no se encontraba nadie.

-Hmm...tal vez Joshua aún no ha llegado.

-¿Entonces qué harémos?

-Ya te dije, ver una película. Toma algunos dulces, yo iré por las sodas y hot dogs.

-Sí.

Busqué los dulces y tomé los que a ambos nos gustaban. Con las manos llenas fui a buscar a Samuel, y al encontrarlo, vi que estaba con un chico rubio de ojos café.

-Oh...Joshua, ella es Jayden.

-Vaya Samuel, eres un loquillo.

Él rodó los ojos y yo sólo reí.

-Sólo somos amigos-dije.

-Auch, recuperate de eso-dijo Joshua a Samuel, dándole un golpe en su hombro.

-Vamos Jayden-dijo Samuel, caminando a la sala 1B, yo iba detrás de él.

Me senté junto a él en medio de la sala.

-¿Qué vamos a ver?

- Ya verás-dijo bebiendo de su soda.

Samuel era el mejor, supongo que le dijo a su amigo que pusiera una película que yo había esperado durante mucho tiempo, basada en un libro por cierto (muy cliché), pero no pude ir a verla porque estaba castigada.
Recargué mi cabeza en su hombro, y él me abrazó con uno de sus brazos.
Me puse a pensar que tal vez era injusto que yo sí demostrara mi cariño a Samuel y me molestara porque Charlie se junte con sus amigas. Tal vez debería controlarme y confiar en él, pensé.

Pasaron algunos meses y había llegado el día del estudiante. En éste día la escuela organizaba un paseo para los alumnos a un parque de diversiones, Samuel no pudo asistir, pero pude ir con Charlie. Odié ese día, abandoné a mis amigas por estar con él, y honestamente me doy contra la pared por eso.

Charlie y yo íbamos caminando de la mano, pero él constantemente se quitaba y caminaba más rápido. ¿Qué carajo? ¿A caso le daba pena o algo así? Y oh...lo que me faltaba. Charlie fue corriendo a con sus amigas. Me odiaba porque dejé solas a mis amigas por ir con éste imbécil. Ya me estaba cansando, y fue ahí cuando comencé a dudar sobre mi cariño hacia Charlie.
Pasaron otros meses hasta llegar a octubre, y se acercaba el cumpleaños de Samuel, el 10 de octubre. Invité a nuestros amigos a una cena sorpresa en un restaurante que todo el mundo adoraba. 
Nuestros amigos ya estaban ahí, y tenía a Samuel con los ojos vendados en el carro de mamá.

-Ya llegamos, se cuidan chicos-dijo ella-y Jayden, por favor quítale esa venda a Samy.

-No, ¿Qué tal si abre los ojos?

-No lo haré, lo prometo.

-Bien-dije, y le quité la venda.

Lo tomé del brazo y caminamos hacia la entrada, y él abrió los ojos.

-Vaya...

-Idiota, te dije que nos los abrieras-dije riendo.

-Oh Jay, eres la mejor-dijo abrazándome-nadie había hecho esto por mí. Te quiero...

-Y yo a ti...pero entremos, nuestros amigos nos están esperando.

-¿Enserio?

Caminamos y encontramos a todos nuestros amigos. Fue una noche genial, comimos, reímos, y Samy probó por primera vez el sushi.
Regresamos a casa y Samy dio otra vez las gracias.
Seis días después Charlie cumplía años, y lamentablemente no le pude regalar nada, mi madre ya no podía darme dinero, y Charlie se molestó.
Pero a decir verdad, valió la pena cada centavo que gasté en mi mejor amigo. Y el día llegó, 3 días después decidí terminar con él.

-¿Charlie?-lo llamé, estaba con sus amigos a fuera de la escuela.

-Amor, estoy ocupado.

-Es importante.

-Okey, pero rápido-su actitud arrogante me provocaban más ganas de romperle el corazón. Sólo pensaba "sí...sigue así, harás que no tenga piedad de ti ni de las cosas que me hiciste pasar".
Caminamos a un lugar un poco más tranquilo y lo solté.

-Ya no quiero estar más contigo...

-¿Qué? ¿Por qué?

-Sólo...no funcionamos...hemos terminado un par de veces y llegué a la conclusión de que no funcionamos.

- Oh...seguro lo dices por el idiota de Samuel-dijo con una voz tan seca que era difícil averiguar si estaba dolido.

-Por supuesto que no. Él solo me ha apoyado en toda la mierda que me hiciste pasar.

- ¡Tú y tus malditos celos!

-¿Y cómo mierda no quieres que me ponga así? Subes fotos con tus mejores amigas y pones "La mejor del mundo" "Con la más hermosa"...¿Y a mí? ¡vamos Charlie, dime qué me haces a mi! Parece que te doy pena cada vez que te tomo de la mano.

-Dayana no era así...

-...pues si lo pones así...Samuel es el chico más increíble que he conocido, y creo que sí me gusta, maldito bastardo. Él me acompaña en mis locuras y no me ve como una chica rara, sabes. Aquí la dejamos-caminé hacia mi casa, y con el corazón algo roto. Odié que dijera eso, porque se escuchó tan verdadero, como si él años que estuvimos juntos hubiera sido para nada.

THE OLD USDonde viven las historias. Descúbrelo ahora