Había una vez un par de amigos, ellos se juntaban todos los fines de semana en la plaza del pueblo a disfrutar con el resto de sus amigos, divertirse, escuchar música, dar vueltas en auto… beber alcohol: $, salir viernes por la noche, a “jugar” los domingos por la tarde.
Así una y otra vez cada fin de semana que podían. De pronto comenzaron a hablar, una que otra vez, siempre que podían, y así pasaron los días cada vez hablaban más. Tanto que si no hablaban unas dos o tres horas sentían que les faltaba algo.
Hablaban muy tarde por la noche o muy temprano por la mañana, e incluso algunas veces que no dormían para hablar. Todo estaba muy bien entre ellos todo hasta que, por algún motivo que Clara no entendía, Él, él comenzó a actuar extraño. Ella lo sentía como más alejado, algo raro ocurría, con el resto de sus amigos ya casi que no se juntaban como antes, algo andaba mal..
¿Habrá sido por Valentín? ¿O por algo entre Julieta y Rodrigo? ¿O algo entre las mentiras de Trinidad hacia Mauro de actos que él no había hecho? ¿Qué es lo que pudo haber pasado?
Clara quería entender lo que pasaba, pero siempre que quería hablar con Valentín, él casi no le respondía o no le contestaba las preguntas a Clara. Y así cambio de hablar como dos mejores amigos a discusiones, alguna que otra pelea, a no hablar por días, a estar muy mal por parte de ambos, a llorar cada noche, al no dormir, a tal punto de eliminarse en las redes sociales.
Hasta que un día, una madrugada del primer día de la primavera, un 21 de septiembre, todo cambio. Valentín dijo lo que sentía por Clara, en unas pequeñas y tan simples palabras que cambiaron todo.
Estas tan simples palabras esas “me gustas, Clara” y la respuesta de la pequeña Clara con un “a mí también me gustas”, hicieron el cambio, de no hablar por días, de llantos, y a estar mal consigo mismos. A hablar las veinticuatro horas del día y no se cansaban, tres horas sin hablarse eran demasiadas, comenzaban a preocuparse el uno por el otro, , empezaron a tontear y a decirse cosas bonitas siempre que podían, eran muy románticos aunque muchas veces intentaban hacerse los duros.
Empezaron a decirse “te quiero”, supongo que ambos lo sentían. Clara comenzó a darse cuenta de que no podía vivir sin él, y bueno, en simple palabras, ella se enamoro.
Todo iba perfecto, parecía que nada podía salir mal, absolutamente nada, nada hasta que los padres de Clara supieron lo que pasaba en entre ellos, e hicieron lo imposible para que no estén juntos, Valentín intento hablar con ellos, explicarles lo que pasaba y decirles que él quería a su hija, aunque lo escucharon y a Clara le prohibieron que le hable, que lo viera, ella tenía que olvidarse de él. Más días sin poder hablarse, para ambos fueron los peores días de sus vidas.
Una noche de viernes, Clara y sus amigos salieron al pub a divertirse, como hacían casi todos los viernes, hasta que ella lo vio, ella vio entrar a su Valentín, a su amor, por un momento se quedo mirándolo como un niño ve un juguete al cual no puede tener. Siguió la noche cuando en un momento Vale se acerco y le dijo te tengo una sorpresa, “pero tenes que esperar hasta que salgamos de acá”, Clara como es tan impaciente le pregunto qué es lo que era y él le dijo que tenía que esperar y así una y otra vez Clara le preguntaba y él no le respondía hasta que en un momento Valentín le mostro una foto a Julieta, la amiga de ambos, y Clara por curiosidad quiso ver lo que era aunque fue rechazada por Juli, y Clari se fue muy enojada con ambos.
Valentín se acerco a ella y le preguntaba el porqué de su enojo, y ella no le respondía, él volvió a preguntar pero esta vez abrazándola, Clari sintió “maripositas en la panza” y le respondió que ella quería ver la foto que le estaba mostrando a Juli, él, en respuesta, dijo que esa foto era la sorpresa que le tenía, que no le podía mostrar que era, porque si no ya no sería una sorpresa.
