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Hoseok suspiró entrando en su estudio. Ya había hecho todas sus actividades en el día: comer, practicar en su baile y publicar unas fotos para alegrar a sus queridas fans. Él las amaba mucho, le alegraba el corazón al escucharlas gritar sus nombres en cada uno de sus conciertos.

Ellas hacían todo por ellos, todo se lo debían a ellas. Por eso, por lo tanto él debía hacer su mixtape a la perfección y así poder satisfacer a sus fans. Quería devolverles todo el amor que ellas les daban.

Hoseok se sentó en la silla giratoria que había enfrente de sus computadoras, poniéndose los cascos para así seguir editando el ritmo que tenía trabajando durante semanas. La verdad, sonaba muy bien, pero como antes dicho, él quería que todo saliera a la perfección.

Los pequeños clicks del ratón comenzaron a escucharse en el silencioso estudio, dando a saber que Hoseok ya había empezado a editar su música. Aveces se escuchaba el sonido del teclado siendo oprimido, pero eso no era comparado con los tantos clicks que daba el ratón.

Un lado a otro, botón por botón, cambiando tono por tono y revisando archivo por archivo. Todo parecía como siempre, Hoseok concentrado totalmente en la cuadrada pantalla.

De vez en cuando se escuchaba suspiros de desesperación de parte de él por no encontrar el ritmo que quiere.

Hoseok no se había percatado que ya eran casi las tres de la mañana. ¿Cuanto ya llevaba ahí? Él no estaba seguro, pero cuando se acomodó encima de la silla pudo sentir un leve dolor de espalda por su mal postura.

La última vez que había estado en su estudio se quedó hasta que se durmió encima de su escritorio. Al día siguiente tuvo que venir Namjoon a levantarlo de ahí, regañándole de no esforzarse tanto en ello. Pero siempre la conversación terminaba igual: Hoseok diciendo que sus fans merecían lo mejor.

Tomó de la taza de café que tenía a un lado, pero su quejó al probar lo fría que estaba; al parecer el aire acondicionado lo había enfriado.

Suspiró cansado tallando sus ojos, cuales a decir verdad, ya comenzaban a formarse unas grandes ojeras bajo estas.

Iba a volver a comenzar a jugar con los beats que tenía en sus archivos pero le asustó ver que ahora tenía una taza nueva de café que le salía humo de lo caliente que estaba.

—¿Pero qué demonios? –se quejó extrañado.

Talló más sus ojos tratando de pensar que era una ilusión por lo cansado que estaba, pero la taza no desaparecía de la mesa.

Mientras tanto que Hoseok encontraba lógica a lo que había enfrente suyo, había un pelinegro escondido detrás del sofá que había dentro de su estudio. Se podía ser la mitad de su rostro viendo con atención al menor, y tratando de no reírse por lo perdido que se encontraba este.

Hoseok se levantó de su silla, pasando su mano su ceño tratando de calmarse.

—Creo que lo mejor sería dormir.

Al pelinegro escondido detrás del sofá se le iluminaron los ojos al escuchar al fin esas palabras salir de Hoseok. Su menor no había tomado un buen descanso durante varios días, y estaba bastante preocupado por su salud.

Pensó que Hoseok al decir eso, él iría a su habitación para ir a dormir junto a él. Pero sus pensamientos se esfumaron al sentir como el sofá se hundía por el cuerpo de Hoseok encima.

¿Iba a dormir en un lugar tan incómodo?

Yoongi ya había dormido varias veces en ese sofá y debía decir que nunca durmió como quería encima de el; es totalmente incómodo dormir ahí.

hixtape ; yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora