Capitulo 1

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No puedo soportarlo más, tengo que decirle, creo que si no se lo digo ahora no podre volver hacerlo...

Lo busco con la mirada con cierta desesperación.
Voy sintiendo como mi cara se empieza a calentar casi a cada segundo que pasa. Inclusibe voy sintiendo mi cuerpo un poco más débil.
En mi mente tengo planeado decirle muchas cosas y quizas... ¿Plantarle un beso?, No, no, no. ¿Qué mierda? Supongo que la calentura hace que haga cosas fuera de sí...
Un balón impacto sobre mi cara mientras lo buscaba, a su ves, sacándome de todos los pensamientos que tenia. De repente, de un segundo a otro todo empezó a ponerse borroso y poco a poco todo se volvía oscuro...

Todo mi cuerpo se sentía sumamente acolchonado y calido. No sabía que había pasado, asi que de a poco empecé a abrir mis ojos hasta despertar completamente. Como lo tenía previsto, desperté en mi habitación (o eso parecía). Los destellos de sol pegaron bruscamente en mi cara, así que con mi brazo tape mis ojos mientras estos estaban chinitos aún por el resplandor del sol, así que talle mis ojos para poder ver con más claridad.
Grande fue la sorpresa y el susto que me dí al darme cuenta de que Exxon se encontraba a un costado de mi cama, dormido, parecía que había estado ahí por horas, se le veía verdaderamente cansado...
No quise despertarlo, pues se veía tan lindo dormido, no se, me sentía casi afortunado de poder observar solamente yo esas pequeñas gotas de sudor que se formaban en su frente por lo cálido de mi habitación y lo profundamente dormido que estaba. Sin pensarlo dos veces y por impulso del momento quizás, me empece a acercar a su cara para darle un tierno beso en la frente, pero en eso despertó.
Mi corazón latía demasiado rápido, y mi pulso se volvió más acelerado por la cercanía de nuestros rostro. Pensaba seriamente en voltearme, pero su mirada me atrapo completamente, el color de su piel hacía que se reflejara notoriamente el color rojo que iban tornándose en sus mejillas, además, no quería perder la oportunidad de tenerlo así por primera vez en toda mi vida...
–Espera... ¿Me gusta Exxon?...–
No pude recapacitar ni un segundo sobre aquella pregunta, cuando siento el suave choque de sus labios en los míos. Se separó de mi, con un poco de lentitud quedando a milímetros uno del otro. Mis mejillas fueron poniéndose calientes acompañadas de un tono rojizo. No podía parar de ver sus labios, tan finos y casi perfectos, con un poco de brillo en ellos por lo relamidos que estaban.
No podía parar de pensar si aquel beso había sido... real.
—Exxon, yo... es qu-
Me interrumpió con otro beso, pero esta vez fue profundo. Tomó mis mejillas con sus manos. Su beso era tan delicado, como si mis labios fuesen lo más frágil del mundo. El beso empezó a tomar intensidad cuando él se sube en mi y empieza a introducir su lengua en mi boca mientras succiona y muerde mis labios suavemente. Por mi parte, pongo mis manos en su espalda y empiezo a subir su playera. El no dice palabra alguna, solo tiene la mirada clavada en mi, y en un movimiento rápido también se desace de mi playera.
Sus labios ahora de posan sobre mi cuello y empieza a hacer circulos con su lengua mientras succiona dejándome uno que otro chupetón. Me siento arder con todo lo que siento que hace en mi cuello. En serio que trato con desespero no soltar ni un jadeo.
Con su lengua empieza recorrer todo mi cuello hasta llegar a mi lóbulo. El cual empieza a morderlo y lamerlo de una manera realmente provocante; pongo algo de fuerza en las yemas de mis dedos posadas en la desnuda espalda de Exxon. Muevo un poco mi cabeza, cierro los ojos y muerdo mis labios. –ningun jadeo tiene que salir de mí boca- pienso. Esto hizo que una leve sonrisa se formara en sus labios, como si pudiese escuchar mis pensamientos. Abro mis ojos un poco y de reojo puedo notar como abre lentamente sus labios y de su voz, ya un poco ronca salio un agresivo y algo preocupado —¡DESPIÉRTATE PENDEJO!— Lo miro bastante confundido y frunzo el ceño
—¿Qué?— y casi al unisono me repite —¡QUE TE DESPIERTES IMBÉCIL!— En eso, Exxon me da una fuerte cachetada, de la cual siento un fuerte ardor, sobo mi mejilla, cierro mis ojos con algo de fuerza y cuando vuelvo abrir los ojos despierto en una colchoneta, estoy en educación física y todo el grupo esta a mi alrededor viéndome un tanto preocupados.
—¡ALAN LA TIENE DESPIERTA! JAJAJ!—Todos se fijaron y rieron al unisono, desapareciendo cualquier rastro de preocupación. Brenda, entonces fue y me abrazo con algo de fuerzas, casi alegre de que hubiera despertado
—¡Dejen de molestar a mi bebé!— ella me abrazo y me dio un dulce beso en la frente.
Realmente me sentía protegido cuando me daba este tipo de detalles...

El maestro llegó, se abrió paso entré la bolita que armaba el grupo para ver la situación en la que estaba, y al verme con Brenda me escanea, pero no creo que haya sido necesariamente por Brenda. Él Aclara su voz un poco y empieza a hablar
—Perdón por interrumpir el momento "Romántico" pero ¿estás bien, hijo?
—Heee, este, si, solo me sentí un poco mareado, luego con el balonazo pues...— El maestro me interrumpe poniendo su mano en mi frente
—Tienes mucha fiebre, hijo, es mejor que vayas a orientación a que le hablen a tus papas— yo asiento y me tiende la mano y con un fuerte jalón me levanta.

*Mismo día, 4:14 de la madrugada

Miro al techo, no puedo dormir.
¿Que se supone que fue eso? ¿Que es lo que le tenía que decir exactamente?
Suspiro y  volteó. Veo un cuaderno que está  en mi mesa de noche el cual sin dudarlo agarro junto con una pluma que se encontraba cerca del cuaderno.
Sigo viendo el techo, aún si saber muy bien que escribir, o quizás si empezar a escribir todo esto que me tiene... ¿Agobiado?
Poso mi vista en el cuaderno y empiezo a escribir.

Aún no se lo que me pasa...

ELANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora