Tus manos

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Este capítulo fue escrito en una noche de insomnio, perdonen cualquier error ortográfico, falta de coherencia... Etc.

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Una vez que llegamos a mi casa sentía como si me hubiera teletransportado hasta ahí, mi cuerpo estaba temblando y nezumi no hacía más que reírse de mí estado. Aún no podía creer que después de todo ese tiempo que pasamos separados él aparezca de la nada.

—Shion... Ya deja de pensar tanto estoy aquí.— Me dijo suave al oido mientras me empujaba a sentarme en el sofá, sus traviesas manos recorrían mi cintura y de mi boca sólo de escapaban pequeños suspiros. Nezumi me sonrió y me quitó la camiseta dejándome sólo con mis pantalones puestos aunque eso no duro mucho, casi con desesperación me quitó mis pantalones y boxer dejándome desnudo casi por instinto cubrí mi pene pero él con esa sonrisa en sus labios me quitó las manos.

De un momento a otro me encontraba gimiendo despacio su nombre, mis ojos se mantenían cerrados mientras sentía como su húmeda boca cubría mi pene, aquellas sensaciones eran nuevas para mi cuerpo nunca había sentido esa clase de placer. Nezumi chupaba mi miembro de forma experta, sus manos acariciaban con ternura mis piernas, estas se mantenían abiertas dándole el espacio a mi nezumi.

Después de unos minutos había llegado al orgasmo, la sonrisa de nezumi al ver mi cara llena de placer hizo que mi miembro se pusiera duro de nuevo.

—Pequeño... No quiero que esto te duela pero... Deberás aguantar.— Susurró con voz ronca y sensual en mi oído, su dedo índice se encontraba en mi ano abriendo paso en esa cavidad virgen, dolía pero era algo a lo que podía acostumbrarme, mire al azabache que se mantenía parado mientras que yo había cambiado mi posición inicial, mis rodillas estaban sobre el sofá y mis manos estaban sobre el respaldar, mis caderas estaban levantadas levemente haciendo que el trabajo de nezumi sea más fácil. Después de unos minutos ya no tenía un dedo en mi interior si no tres, se movían lentamente jugando de una forma cruel con mi próstata, ya me había acostumbrado a aquel dolor placentero que me causaba nezumi.

—Shion, estas listo.— Escuché como su pantalón se desprendía, yo intenté relajarme concentrarme en todo el placer que me había concedido él azabache hace unos instantes, en unos segundos senti como algo más grande que tres dedos entraba a mi interior, un jadeo de parte de Nezumi me hizo aguantar más de aquel dolor punzante, necesitaba complacer a mi chico.

No supe en que momento pasó pero yo me encontraba gimiendo casi desesperadamente el nombre de Nezumi parecía que sólo eso sabía decir, Él azabache me penetraba fuertemente haciendo rechinar el sofá. Mi cuerpo se encontraba todo sudado y mi respiración se mantenía agitada pero en armonía con la del mayor, el sonido que causaban nuestras pieles al chocar me parecía erótico, mi pene estaba duro y chorreaba pre-semen.

—Ah! Nezumi, voy a...— Gemi antes de venirme manchando mi propio mueble, senti como mis paredes anales se hacían más ajustadas gracias al placer que mi cuerpo sentía, el azabache continuo penetrandome hasta que él llegó al orgasmo llenando mi interior de su semilla.

—Te amo, Shion — Susurró dulce sobre mi oído, su voz me había causado escalofríos.

—Te amo, nezumi— Respondí mientras una sonrisa se asomaba en mis labios.

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La alarma sonó retumbando en mi habitación, mi cabeza dolía y mi cuerpo estaba caliente, me senté en la cama mirando las sabanas, tenía miedo de levantar la mirada y notar que estaba solo, tenía miedo, miedo al pensar que todo fue un sueño. Me armé de valor y levanté la mirada.

Notando que estaba solo.

Notando que sólo fue un sueño.

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Fin. Ah.

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⏰ Última actualización: Nov 30, 2017 ⏰

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