¿Qué es lo que siento?

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Rayos de sol entraban en la casa de Aries, un pequeño niño dormía dulcemente en la enorme cama mientras se movía, escuchó algunos pasos acercarse a él y se incorporó en la cama, frotó sus ojitos suavemente y pudo apreciar a su maestro sonriéndole dulcemente como siempre lo hace.

–¿Todavía dormido, Kiki? Rio por lo bajo Mu. Kiki le devolvió la sonrisa y brincó de la cama para abrazarlo, Mu se quedó un momento estático por el shock que le provocó el abrazo, mas luego le correspondió, pensó que su corazón se saldría en cualquier momento, pero no le tomo importancia. Kiki se separó lentamente, sin embargo, un imperceptible rubor se formó en sus delicadas mejillas. Mu no aguantó las ganas de mirarlo y se percató que su rostro era el más tierno y lindo de todo el mundo, o eso creía él, aun así se quedó callado. Mu decidió romper el incómodo silencio que se formó.

Ya es muy tarde y tenemos muchas cosas que hacer, así que ve a desayunar y te bañas. dijo mientras lo bajaba de la cama.

Kiki solo atinó a asentir y se fue corriendo a desayunar, cuando Mu ya no diviso al pequeño Kiki se sentó en la cama y puso una mano en su pecho, pensando el porqué de tan acelerados latidos.

–¿Qué me pasa? se preguntó, mas no halló una respuesta que lo calmará, así que decidió que lo ignoraría por el momento. Después de un tiempo, se incorporó para ordenar la habitación que ellos compartían.

Más tarde, un pequeño niño ya se encontraba listo esperando a su maestro, cuando lo vió acercarse, sintió mariposas en el estómago, en toda su inocencia pensó –Recién terminé mi desayuno, porque mi estómago molesta tanto... pero en ese momento se le ocurrió una idea muy buena para él.

–¡Ya sé! Brincó de alegría. Le preguntaré a mi maestro, él debe saber el porqué de mi situación, se felicitó mentalmente por pensar algo tan inteligente.

Maestro, maestro, grito Kiki muy feliz. – Tengo algo que preguntarle, Mu se detuvo y lo miro a los ojos –¿Qué pasa? Kiki se sonrojo por la forma en que lo miró; Mu al notarlo, desvío la mirada un poco. –Dime que te ocurre pequeño Kiki, lo miro nuevamente. Por lo cual, Kiki se armó de valor y respondió.

–Eh.. eh.. pues... no sabía como expresar lo que llegó a sentir hace un momento; al final decidió contarle todo lo que le pasaba con su persona. Entonces dijo: –Mi corazón empieza a latir muy rápido, me sonrojo con cualquier pequeño acto que usted realiza cerca mío, me pongo feliz cuando estoy con usted y cuando me toca o simplemente me roza, hace que me ponga muy nervioso, pero a la vez, contento de que usted esté cuidando de mí y dándome tanto amor.

Cuando terminó desvío la mirada por la vergüenza –¿Acaso pasa algo malo conmigo? Preguntó inocente.

Mu se sorprendió por la confesión del menor y solo atinó a susurrar un –No... Luego lo miró y dijo –más tarde te responderé, ven que quiero pasear contigo, le sonrió, Kiki se puso feliz y salto a sus brazos. –Está bien, !vamos! Gritó emocionado.

Ya en la pequeña aldea Mu y Kiki se encontraron paseando y comprando cosas que le gustaban al menor hasta que llegaron a un pequeño bosque donde Mu pudo divisar un bello árbol gigante y se dirigieron ahí.

Una vez en el lugar, Mu se sentó en el piso y se apoyo en el árbol, haciendole una seña a Kiki para que se acomodara encima de él; apoyó su cabeza en el pecho de Mu y él usó una manta para taparlo del sol. Observándolo mientras acariciaba la mejilla del menor, se dió cuenta que no muchos sabían esa faceta de él. Solo lo sabían dos personas, las más importantes de su vida, Shion y Kiki.

Al mirarlo tan hermoso y frágil, le dieron ganas de probar sus pequeños labios, pero trató de evadir esos deseos no tan puros, por así decirlo; así que comenzó a besar su pequeña carita. Mientras seguía dejando delicados besos sobre su rostro, Kiki que tenía los ojos cerrados, reía por lo bajo. Mu continúo jugando con su carita al mismo tiempo que hablaba.

Quisiera responder a tu pregunta, así que empezaré diciendo que no estás mal ni nada... hizo una pequeña pausa –yo... me siento de la misma manera cuando estoy contigo. Mu dejo de acariciarlo y siguió hablando, –Hay muchas cosas que no se explican con palabras, mas sé que mis sentimientos por ti son sinceros, estuve pensándolo y solo llegué a la conclusión que lo que siento es amor.

Kiki abrió los ojos y miro atónito a su Maestro. –¿Amor? Preguntó –Es lo que siento por usted maestro, Kiki sonrió dulcemente y Mu le correspondió. Con un poco de miedo empezó a cerrar los ojos y depositó un pequeño beso en los castos labios del menor. Kiki se tornó de un rojo furioso, pero no hizo nada para evitarlo porque sabía que era algo que él deseaba con todo su corazón.

Al separarse, Mu seguía jugando con su mejilla. En la cuál, depositaba pequeñas mordidas con mucha delicadeza; Kiki reía por la forma tan dulce en que lo trataba el mayor. Después de un rato, Kiki empezó a mordisquear la barbilla de su maestro mientras iba subiendo, los dos iban mordiendo suavemente mientras avanzaban.

Llegando a un punto sin retorno, Mu se encontró mordiendo el labio inferior del menor y viceversa hasta que sus labios se unieron en un tan anhelado beso, lento y lleno de amor donde los dos demostraban lo que sentían uno por el otro, sin ser juzgados por los demás. En ese pequeño instante, solo existían ellos y ese beso se repitió unas veces más para luego abrazarse, rindiéndose ante el cansancio, los dos caen en brazos de Morfeo.

Mu abrió sus ojos y vió que era de noche, así que cargo a Kiki y se teletransporto a la casa de Aries, lo dejo en la cama y lo tapó.  Se acercó a su oído y susurro. – Gracias por este día juntos. Una enorme sonrisa se posaba en sus labios, al mismo tiempo que dejaba un beso en la cabeza del menor en forma de protección. Sintió que ya no podía más con el cansancio; echándose a su lado, cerró los ojos lentamente.

Rodeando con sus brazos el menudo cuerpo del menor, algo dentro de él se removió y en ese pequeño instante lo supo... ese día algo había cambiando en él. Kiki era lo más importante para él y mentalmente prometió que lo protegería de todo y de todos, aun si le costaba su propia vida, como de lugar, estaría siempre a su lado.

Fin...

¡¡¡Chan, chan, chan!!! Espero que hayan disfrutado de su lectura... Corregí mis faltas ortográficas, así que cualquier corrección háganmelo saber, por favor. ¡Muchas gracias por leer y por su crítica constructiva!
Los quiero a todos. 💓

Mu x Kiki One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora