Goodbye...

See you!

Estábamos en el aeropuerto despidiendo a mark.

Mi ánimo no era el mejor pero trataba de evitar que los demás lo notarán, sobre todo mark ya que nos dijo que no quería nada de lágrimas en su despedida.

Era duro dejarlo ir, tantos años junto a él y ahora él se va, sin duda me costaría aparentar que nada pasaba después de esto.

- estás bien? - alex se acercó a mí

- si - sonreí

- no intentes engañarme, no a mi - me abrazo

- lo siento...

- pasajeros del vuelo 256 con destino a Corea del Sur favor de abordar por la puerta 3 - en ese momento mi corazón se hizo más pequeño, era hora ...

- adiós - me acerqué a él

- adiós princesa te quiero demasiado - beso mi frente - me esperaras?

- vas a regresar? - mi corazón latió con fuerza

- claro que lo haré - me dio una sonrisa cálida

- te esperare... No me iré a ningún lado.

- adiós princesa - me abrazo para después alejarse

Pasó el control de seguridad , nos miro a todos una última vez , sonrío y se fue.

Jamás regresó...

Mi corazón se hizo más vulnerable, caí de rodillas y llore, alex se acercó a mí y me abrazo, pero aun así no pare de llorar, me sentía un poco vacía. Mi sonrisa se había apagado.

El se había llevado con el mi felicidad.

Así pasaron algunos años

...

Ya no sonreía tanto como solía hacerlo, cualquiera lo habría notado.

Ya no salía, solo me encerraba en mi habitación a leer o escribir, resultó que con la partida de mark se me dio la habilidad de escribir canciones.

Ese día decidí salir por primera vez en mucho tiempo de mi habitación, camine a la playa y me senté en la suave arena como aquel día, el atardecer era completamente hermoso, era una mezcla de tonos anaranjados con morado y rosa, comencé a escribir

De un momento a otro sentí la presencia de alguien enfrente de mi, alce la vista curiosa para encontrarme con un chico bastante alto, su cabello era negro , a simple vista se notaba que era asiático. Tomó asiento a un lado de mi y sonrío

Él fue mi salvación de mi encerrado y destrozado mundo.

Dowoon...

Ese era su nombre.

Ya no me sentía vacía, sonreí de nuevo aún que no completamente aún sabía que mark podría regresar, aún que las probabilidades ya eran escasas.

Aquel chico me ayudó a salir adelante, tal como lo hubiera hecho mark.

Era mi ángel.

Pero como siempre todo lo bueno no puede durar, tuvo que regresar a Corea del Sur.

El mismo dolor que tuve aquel día regreso, de nuevo estaba sola.