Estamos condenados a escondernos detrás de las sombras, a sufrir interminables horas por aquellos que surgieron de los abismos infernales.
Sufrimos cada amanecer, nuestra noche se ve amenazada por los rayos de luz, nuestras almas piadosas buscan el eterno purgatorio para mantener alguna pisca de mísera esperanza.
Vivimos cautivos en nuestras tumbas de Loza, las cruces goticas queman nuestros pecados, aquellos mismos que nos condenaron a ser marginados por todos ustedes malditos cristianos.
Somos aquellos desterrados del cielo, estrellas caídas, flores que sangran al ser arrancadas de la tierra.
Dolor, dolor es lo unico que se respira aquí, angustia, angustia aquella que asecha en cada esquina, miseria, la misma que sufre la humanidad falsamente enaltesida.
Y ahora que estas aqui, solo te pido que no grites por que hace mucho que nos desprendimos de la ilusión, no rezes, no te servira, solo abrazate de nuestro Príncipe de la dulce pena que de el será el reino de los miserables.