Ya no importaba nada, solo soltar aquellas palabras que nunca dijo cuando debía hacerlo.
Se ducho y se cambió. Y camino al parque, era pronto pero no le importo. Espero ansiosamente la hora acordada.
Las horas pasaban hasta que el reloj de su muñeca marcaba las tres en punto, miraba por todos lados en busca de su Princesa.
Al paso de una hora, no aparecía, no se daba por vencido.
Casi como la última vez, escucho unos pasos los reconocía perfectamente, sonrió para sí. Ahí venía ella a paso apurado vestida con un hermoso vestido rosa como la última vez que encajaba a su figura.
— Perdona la demora — se disculpo
— No te preocupes, no espere mucho — sonrió.
— Bien. Ahora que es lo que querías decirme — fue directa.
Él se sorprendió, más no tanto. La ojiazul se sentó en el banco. Ambos se vieron, él se percató que la mejilla de esta estaba un poco roja.
— ¿Qué te paso? — pregunto preocupado. Se puso nerviosa.
— Oh, nada solo un golpe, sabes que soy torpe — tocando su mejilla tratando de ocultar aquello.
Adrien no se lo creyó, además ese golpe tenía marca de unos dedos, que con maquillaje se disimulaba.
— Tenías algo que decirme ¿Verdad? — cambio te tema ella.
— Mmm... S-sí — tartamudeo.
— Podrías decirme ya. Tengo que regresar pronto con Nath.
Al pronunciar el nombre de tipo le desagradaba cosa que lo rompió más. Debía decírselo rápido.
— Marinette — suspiro. Tomo su mano — Te amo — ella se tensó.
— ¿Q-que?
— Te amo Princesa. Estoy enamorado de ti desde hace mucho tiempo — la miro directo a sus ojos — Eres hermosa, perfecta, tierna, torpe y eso me gusta. Me encanta tu sonrisa. — sonrió recordando imaginando — Sé que lo que te estoy diciendo es muy serio y quizás después de esto ya no nos volveremos a ver. Pero tenía que decirte. El día que tú me dijiste que te habías enamorado y luego me pediste consejos, mi corazón se rompió... Pero si tú eres feliz, yo también lo estaré. — le sonrió dulcemente.
A Marinette a esta altura sus ojos no dejaban de derramas lágrimas, se sentía la persona más cruel del mundo, al no pensar cómo se sentía él, por estar siempre al pendiente de otro chico. Adrien la conocía más que nadie, siempre estuvo para ella, en los peores momentos y ahora ella no sabía qué hacer.
— Shhh no llores — la abrazo la joven escondió su rostro sollozaba contra su pecho — Sé que debí decirte más antes — le costaba hablar — pero no pude, tú estabas tan feliz que no quería destruir nuestra pequeña amistad. — soltando unas lágrimas también — Sabes yo siempre te esperaba en este banco, esperando que tu vinieras. — Ella sollozaba más — Yo siempre tuve tiempo para ti. Además, que nunca salí con una chica porque siempre me importaba una en especial.... Te amo tanto Marinette y perdóname por decirte esto ahora. — Ahora sollozaba junto a ella.
Él pensaba que estaba siendo egoísta, quizá declarando sus sentimientos ella dejaría su prometido. Pero no sabía que hacer se sentía desesperado. No quería perderla.
La azabache fue separándose poco a poco, poniendo una mano sobre la mejilla de este.
— A-Adrien — dijo en un hilo de voz — lo siento tanto...
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Sentado en el banco - (Two - Shoot) AU-MLB
FanfictionDos mejores amigos desde niños. Con el pasar el tiempo uno se enamora del otro, sin imaginarse que aquella persona ya esta enamorada de alguien más. Pone la felicidad de ella ante la de él. ¿Que sucedera al final? *-*-*-*-*-*-*-*-* 📌Los personajes...