Venganza.

Rutina

Comenzar el día es difícil, o por lo menos, si que lo es para mi. Todo comienza por un molesto sonido en la mañana : la alarma. Normalmente me despierto y la apago al instante, pero a veces el asqueroso ruido de la alarma se mezcla con los preciosos sonidos de mis sueños. Solo en ese preciso momento, tardo unos diez segundos mas en apagar la alarma.

Tengo una alarma a las 6:00 y otra a las 7:00. No es porque me cueste levantarme o por si me duermo, es solo que me gusta disfrutar una hora en la cama, solo observando el techo e imaginarme cosas que no pasaran. A veces pienso en tener el poder de parar el tiempo. Si pudiera parar el tiempo ya no tendría que preocuparme por estudiar y podría pasar horas mirando la pared o escuchando una canción en bucle hasta odiarla y repetir.

Hoy decido levantarme antes, total ahora vivo solo. Mi ''padre'' huyo con la frase escrita en la frente : ''¡ Este niño es un error, no es cosa mía!''. Es asqueroso pensar que solo fui un preservativo roto condenado ha vivir con esta etiqueta. Cuando mi ''Padre'' desapareció asustado por su creación yo solo tenia 3 años y los rumores y la vieja chismosa del 4º perdonan. ¿Quien dejaría escapar un cotilleo tan jugoso y guardárselo para si mismo? Nadie. Nadie. Nadie.

Mi madre decidió suicidarse al volante, porque total, para ser recordada como la golfa del barrio con su hijo bastardo, prefería ser recordada como la golfa que se suicido mientras conducía, ah, y creo recordar que tenia un hijo no deseado...

Nunca llore ni por la desaparición de mi padre ni por el suicidio de mi madre.

Después de eso acabe en los fríos brazos de mi Tía. Mi Tía era la típica mujer exitosa que se creía la dueña del mundo por ser dueña de una empresa millonaria, y prefirió comprarme una casa entera y pasarme dinero cada mes, que tener una sucia criatura bajo su techo. Realmente no quería vivir con ella, ni quiero actualmente, pero se nota que no te hace gracia una persona cuando haces todo lo posible para tenerla lejos. Pero bueno, sigamos con mi rutina.

Como dije antes, me levanto a las 7:00. Arrastro mi frio cuerpo hacia el baño. Sobre la taza del lavabo se puede ver la ropa que me pondré hoy, preparada previamente la noche antes de acostarme. Me desnudo y tiro al suelo el pijama; un pantalón de chándal color azul marino con cordeles blancos, y una camiseta negra con letras blancas que rezan : ''Boys don't cry''.

La camiseta miente.

Introduzco mi pesado cuerpo en el interior de la bañera y enciendo el agua caliente lo mas rápido de puedo. Espero a que comience ha salir vapor y enciendo la alcachofa de la ducha, situada perfectamente para que el agua caiga en mi espalda, rebote en la pared y aterrice en mis pies salpicando todo lo que hay a mi alrededor.

Al salir de la ducha, me visto, no sin antes restregar la mano por el cristal del espejo y contemplar mi rostro pálido y mi clavícula marcada. Me coloco los vaqueros negro gastado y la camiseta también negra y rota por una esquina. Empiezo a notar hambre, lo mejor será ir a la cocina. Me pongo mis lentillas y me dirijo lo mas rápido que puedo a la cocina. Al llegar abro la nevera, saco una taza del armario y me sirvo una taza de leche. La introduzco en el microondas mientras enciendo la cafetera. Me gusta el café con mucha leche y mucho azúcar; no soporto tole qumarlo sin leche o sin azúcar. Espero que la leche se caliento y me sirvo el café. Mientras tomo el café siempre me gusta escuchar alguna canción con el videoclip de fondo. Pero entre que paso de video a video, me doy cuenta de que ya son las 8:00 y tengo que salir de casa. Si no salgo pronto Raquel me echara la bronca, y no puedo permitirme otro merecido puñetazo en la cara.

Salgo de casa corriendo, cierro la puerta y antes de incluso girar mi cabeza oigo un grito.

-¡Veeeeeeeen!

Sigo de espaldas cerrando la puerta fingiendo que no la escucho.

-¡Ven Porter Robinson!

Mierda.

-¡Mas vale que te des la vuelta en este instante!

-¿¡No puedes esperar a que cierre la puerta al menos!?- le grito terminando de cerrar la puerta y ya dándome la vuelta-.

-No, lo siento, pero no- dijo con una mirada amenazante