E. 2

20 3 4
                                    

Esta experiencia relatada es mía. Espero que les guste.

Perla.

Un desliz

— ∞ —

       Ayer almorcé a eso de las 11:30 a.m. y a pesar de llevar ocho recién cumplidos meses con la condición aún me avergonzaba un poco verificar mis niveles de azúcar o inyectarme frente a las personas. El punto es que luego de comer y desalojar el comedor me envolví en una conversación con mis amigas al punto de olvidar administrarme la insulina requerida. Pasaron horas, incluso, y aún no recordaba el desliz que había tenido.

No fue hasta que en Álgebra II sentí hambre y recordé que no me había puesto la insulina. Me dije: “¡Diantre! No quiero ni ver en cuanto tengo la azúcar.”

Proseguí a salir del salón bajo el permiso del profesor y fui en zancadas hasta la oficina. Allí, en un cuarto de enfermería, me administré la insulina. Estaba frustrada, puesto a que en dos horas me tocaba la cena. ¿Qué pasará cuando me inyecte insulina de nuevo? Lo haré sin que la otra dosis de insulina acabe, ¿tendrá algún efecto en mí?, me decía preocupada.

La cosa es que tal parecía que no debía administrarme insulina porque al rato, en la clase de biología, me dio un bajón de 44.

¡¿Quién entiende a mi cuerpo?! XD

— ∞ —

Espero que les haya gustado.

Besos y abrazos.

Nota: Nunca olviden administrarse insulina por estar relajando con sus amigas. 😂

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 02, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Relatos AzucaradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora