Desde que era pequeña, he estado enamorada de mi mejor amigo de la infancia, es tan lindo, tierno, siempre ha estado cuidándome, haciéndome reír cuando más lo he necesitado, siempre pensé que el seria el hombre con el que me casara y el piensa lo mismo que yo; el me ama tanto como yo a el... pero... el destino es un cruel dueño; se apodera de nuestras vidas y las usa como suspiezas de ajedrez, juega con nuestros sentimientos como su entretenimiento, el peor castigo de dos personas que se aman, ser separadas; -para que el linaje familiar sea poderoso, solamente deben de estar en ella los mejores- siempre me lo repite mi padre, todos los días desde que me dijo que mi obligación por ser la mayor era casarme con el heredero de la familia Jung, una familia de gran prestigio entre la sociedad... bla, bla, bla... no me interesa quien rayos sea esa familia, lo único que yo quiero es ser feliz, y nunca lo seré con ese tal Jung DaeHyun; casarme con el será mi infierno.
-TN prepárate para tu primera cita con el joven DaeHyun- dijo mi madre
-Yo no quiero salir con nadie- la mire molesta, sentada en la cama, ella suspiro y me miro tratando de tener paciencia
-TN, comprende todo sucede por una razón, que tal si te gusta- dijo mi madre con una sonrisa muy fingida
-Y que tal si no, viviré en un infierno con alguien a quien ni siquiera conozco- le dije muy molesta
-Las señoritas no se expresan de esa manera- dijo mi padre, apareciendo en la puerta -además no te preocupes por esas cosas, el te va a gustar quieras o no- me miro tan autoritario como siempre; yo lo único que pude hacer es mirar hacia otro lado para que no me viera llorar, no podía discutir contra un muro de contención.
Mi madre me escogió la ropa, para este gran día, un hermoso vestido color azul rey que me llegaba un poco arriba de la rodilla, con mangas, sin ningún escote revelador; a mi padre nunca le gusto que usara ropa reveladora, algo que no me importa en absoluto, no me gusta como los hombres se les quedan viendo a las mujeres, aunque sé que mi padre hace esas cosas, yo creo que como lo hace, no quiere que me miren de un modo descarado, ni a mí y ni a mi hermana menor.
Baje y me encontré con la cara de mi padre, como siempre seria, yo esquive su mirada, y seguí mi camino hacia el auto donde el chofer me estaba esperando, mi padre se subió después de mi y durante todo el camino no nos dirigimos la palabra.
Llegamos a nuestro destino, un hermoso restaurante; traía puesto un hermoso vestido, cenaría en un hermoso restaurante, todo perfecto, si fuera con el hombre correcto, no con un desconocido. Caminamos entre las mesas, hasta que mi padre se adelanto para saludar a dos personas en una mesa, un hombre de sus misma edad, que iba acompañado de un joven muy atractivo, al parecer ese era DaeHyun, primero saludo a mi padre y luego el me presento, Daehyun recorrió mi cuerpo con su mirada con una sonrisa muy fingida, yo de plano ni me moleste en sonreír, no servía para nada actuar ante un público que es peor que yo en la actuación
Nos sentamos y nuestros padres comenzaron a hablar de negocios, luego empezaron a hablar de nuestro futuro, algo que me hizo incomodar y entristecer, no quería esto, no me lo merecía.
-Los dejamos solos para que se puedan conocer- dijo el señor Jung, para luego acercarse a Daehyun y susurrarle algo... algo que no me importaba. Se marcharon y se volvió algo más incomodo el ambiente, porque la sonrisa de Daehyun desapareció al instante que nuestros padres se fueran.
-No andaré con rodeos, no me quiero casar contigo- dijo Daehyun muy serio
-Y crees que yo sí?- le dije
-Hablaste con tu padre sobre esto? porque yo con el mío si y se rehusó totalmente, no le importo lo que siento... no le importo que le rogara- decía con mucha tristeza
-Si hable con el, pero no me hace caso... y yo también estoy enamorada de alguien más, no eres el único que sufre, así que no te quejes- le dije con enojo, pero él me miro con mucho más enojo.
-Que no me queje, dentro de unas semanas me casare con la hermana del amor de mi vida, la tendré que ver en cada reunión familiar, tendré que asistir a su boda, tendré que verla abrazada de su esposo, mientras que yo estaré atado a ti- me apunto con repulsión, pero más que nada, yo estaba asombrada, el estaba enamorado de mi hermana
-Yo amo a mi mejor amigo, mi amor es correspondido y el tuyo? porque nunca escuche hablar a Hye sobre ti- le dije muy seria, me miro y dijo
-Nunca se lo he dicho, la he amado en secreto- sonrió para si -cuando mi padre me dijo que me casaría con una de ustedes, me puse muy feliz, pero luego me dijo que tenía que ser con la primogénita- veía hacia sus manos
-Tengo una idea!- casi le grite, el se sobresalto en su lugar y me miro muy curioso -el objetivo de todo esto es que las dos familias se unan, ¿verdad?- asintió -entonces, yo te ayudo con Hye, cuando ella te corresponda le decimos a nuestros padres, que tú te casaras con ella y se unirán las familias y así podre ser feliz con YiJong y todos felices- me miro con duda si era buena idea o estaba loca
-Creo que tienes razón, podría funcionar- me dijo con una sonrisa
Luego que nuestro primer encuentro terminara, llegue a mi casa, mi mamá me vio y yo no la salude, solamente pase de largo a cambiarme, tenía que hablar con Hye.
-Hola, Hye puedo pasar?- dije antes de entrar a su habitación
-Claro pasa- me dijo ella sentada en la cama, Hye solamente era 2 años menor que yo, pero muy linda, no lo podía negar, sus ojos grandes, piel blanca y cabello oscuro, parecía una muñeca de porcelana; casi como yo, bueno las dos somos muy parecidas en el físico, mismo color de piel, nada más que ella es más alta que yo y su cabello es ondulado, en cambio el mío lacio, ella tiene una voz algo chillona, pero encantadora, como de niña chiquita, además que ella es muy delicada con su persona, y sin decir muy vanidosa, casi todo lo contrario a mi; físicamente nos parecemos, pero en personalidad somos dos polos opuestos.
