"Hace tiempo atrás me habia mudado a Los Angeles, queria ser alguien importante en el mundo de la música y no me importaria tocar en un parque solo queria que mi música fuera escuchada, ojala alguien me escuchara"
Esas eran las palabras de Tomás en una entrevista para una escuela de música en la cual habia soñando estar pero las palabras "Nosotros te llamaremos" . Salio tan enfadado que no presta atencion a quien pasaba a su lado pero algo lo detuvo... fue la dulce melodia que salia de una habitacion, Tomás se acerco a la puerta para escuchar mejor y su sorpresa fue al ver a una hermosa chica tocar el piano con tal ternura pero al levantar su mirada esa chica estaba llorando desconsoladamente, ella se seco sus lagrimas, respiro profundamente y empezo a verse en el espejo y fue que se levanto y Tomás se aparto de la puerta quedando solo en el pasillo esperando a que ella saliera y la vio detenidamente como salia y solo sonreia a todos con naturalidad.
"Es increible como sonrie si hace tres segundos estaba llorando en el piano". Se decia a si mismo cuando iba hacia la salida de aquella escuela la cual disfrutaba cada paso y vista que daba ya que sentia que jamás entraria de nuevo a este edificio.
Llegada la noche, en su apartamento descuidado a punto de caer estaba Tomás pensando en aquella chica tan hermosa que fingia felicidad ante todos pero solo podia pensar en su belleza: su cabello largo y negro como la noche, su sonrisa tan deslumbrante, sus ojos llorosos no salian de su mente.
"Es una chica hermosa ¿Porque lloraria? Ojala me acepten en la escuela de música para saber más de ella y poder ayudarla a superar ese momento triste que marca ahora su vida"
Ahora Tomás no deja de pensar en ella y reza con poder ser aceptado en el colegio para poder verla otra vez...
