Pictures of you.

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Me encontraba sumergido. Nada bajo mis pies, inmensidad inalcanzable que mis brazos no podían abarcar sobre mi mollera. El líquido cristalino y celeste inundaba mis pupilas, lastimándolas. La soledad en ese momento era inconmensurable, hacía ya tiempo que había resignado mis esfuerzos por escapar, sabía que no darían frutos. Entonces me encontraba inmóvil, con la calma de quien espera lo inminente, y la contrariada desesperación causada por la incertidumbre de no saber si efectivamente en algún momento ocurriría. La muerte.

¿Acaso continuaría vagando errante por la eternidad? Si ese era mi destino, no habría otra manera de evitarlo. Apreté mis párpados con fuerza un tiempo prolongado, sólo para recordarme que no me encontraba paralizado, y lo que vi cuando los separé hizo que exhalara algunas burbujas. Estas acariciaron mi mejilla, corriendo los cabellos rosados que vagaban libres de gravedad.

Un cuerpo masculino frente a mí, y sobre todo, un rostro. Labios carnosos, rosados, como un capullo a punto de florecer en una sonrisa. Orbes pequeños, oscuros faros que alumbraban mi camino. Su nuez de adán subía y bajaba por la extensión de su piel canela. Tierra firme: Son HyunWoo.

Mi ser reacciona al reconocerlo, y parte en su búsqueda. Pero siempre sucede lo mismo en aquel momento. Despierto, con el pulso agitado y una mano extendida hacia el techo. Retraigo falange por falange y la dejo caer contra mi frente, soltando un quejido frustrado. Ni siquiera en los sueños llego a él.

La rutina me absorbe con movimientos casi automáticos, meticulosos, de esos que me generan placer por más simples que sean. Estoy al tanto que es casi una "condición" que actúe así, mas esos pequeños regocijos son los que definitivamente me mantienen en pie.

Suena la campana, y en ese mismo instante atravieso la puerta del salón mientras extiendo la tela de mis nada arrugadas mangas. No levanto la vista mientras me dirijo a mi puesto, sé que él está allí. Puedo oír sus risas bajas, tan tranquilizadoras, pero estas sólo ajustan nudos en mi estómago mientras estoy en movimiento.

Mi lugar es a su lado, así nos fue asignado; arrastro los pies como si fuera a darme más valor. Siento que no podré controlar el calor de mis mejillas ante la primavera que se avecina con las palabras emanadas de sus belfos:

-Buenos días, KiHyun.

Me saluda amablemente. Como es él: paciente, calmo, comprensivo. El magnetismo de mis ojos sobre sus facciones es más fuerte que mi voluntad, que lo escandaloso de saberme soñándolo y recreándolo noche tras noche. Sonrío tan brillantemente como puedo al replicar un "buenos días" con un tono más temeroso que cortés.

La silla bajo mi cuerpo ahora se siente como un salvavidas, y cuando el profesor comienza la clase centro mi atención sobre él a tal punto que el pelinegro a mi izquierda casi pareciera no existir. Casi.

De pronto un papel se desliza sobre la página de mi anotador, y mi corazón da un vuelco. Vuelvo la cabeza con las cejas alzadas de la impresión que me causó la mano del moreno retirándose a su posición original. Él me contempla como si no se hubiera percatado en absoluto de la coloración que probablemente ostentan mis pómulos.

-La tomaste tú, ¿verdad? –Susurra. Hace una pausa, y al verme parpadear por unos instantes, decide continuar.- A la fotografía.

Trago saliva al contemplarla. No comprendo de qué modo adquirió esa información, me hace sentir expuesto, fuera del anonimato que reservo para cada imagen capturada bajo mi lente. Carraspeo un poco para aclarar mi garganta antes de contestar.

-Así es.

Y eso era todo lo que pensaba decir. Ya me parecía demasiado, casi como una confesión, aunque no del tipo con el que fantaseaba hacia su persona. Grande es mi sorpresa cuando HyunWoo se acerca más a mí pese a aquel tono cortante que utilicé. ¿Cómo logra ponerme tan nervioso? Él y su enorme sonrisa que ahora me regala.

Pictures of you. [ShowKi]Where stories live. Discover now