Capitulo 2: Nueva Vida

42 6 0
                                    

Llegue al porche de la casa y me dirigí a la puerta, pose mi mano en la perilla para abrí y entre.

Solté las maletas y la mochila en la estancia, comencé analizar la casa y no pude evitar recordar cuando papá aún vivía, después de lo que paso con el nunca volvimos a estar en una casa, siempre habíamos tenido que vivir en departamento no me molestaba, pero era imposible recordar todos los momentos que vivimos con el.

—¿Les gusta?— Oi a mi madre preguntar con una gran sonrisa en su rostro mientras bajaba por las escaleras, no había notado en que momento mi hermano ya estaba a un lado mío

—¿Por qué compraste una casa y no un departamento como siempre?— pregunto mi hermano dudoso ignorando la pregunta de mi madre

— Les dije que nuestras vidas iban a cambiar, está será nuestra casa para siempre, ya necesitaremos tener que mudarnos— dijo acercándose a nosotros y posando sus manos en nuestros hombros, nosotros solo nos limitamos a mirarla a los ojos. Un gran silencio fue lo que recibió de nuestra parte — Así que... sus habitaciones están arriba, pueden escoger el que más les guste, estaré en la cocina— Concluyó algo incomoda y se dirigió al sitio mencionó

— Iré a dar una vuelta por ahí, tú escoge tu habitación yo tomaré la que quedé, realmente no me interesa — dijo Zac antes de salir de la casa

Suspiré pesado, tome la mochila de nuevo y mis maletas, subí por las escaleras hasta llegar a la segunda planta.

Un gran pasillo fue con lo que me encontré había 3 puertas, camine hasta la del fondo y me adentré a la habitación encontrándome con un cuarto color marrón no tan grande con solo una pequeña mesa, aun lado una cama tendida y al fondo tenía una ventana larga que daba a la terraza, la verdad no me importaba que habitación tener, al fin y al cabo terminaríamos yéndonos como siempre.

Deje las maletas a un lado de la cama, di un gran suspiro y me tire en ella mientras cerraba mis ojos.

(...)

—Chicos mañana comenzarán clases— hablo mi madre antes de meter un pedazo de carne en su boca.

Nos encontrábamos cenando, el silencio reinaba la habitación, hasta que mi madre hablo provocando que escupiera el refresco que estaba tomando

— ¿Es enserio? — pregunte incrédula, después de casi ahogarme con el refresco

— Si, ¿acaso piensan que los voy a dejar sin estudiar? — pregunto de igual manera provocando una leve risa de parte de Zac y mía— ¿que les causa tanta risa? — volvió a preguntar ahora con un tono serio

— Nada— dije riendo y metí un trozo de carne a mi boca, mire a Zac— es solo que...

— La clases terminan en 1 semana —Zac completo la frase y los dos regresamos a mirar a mi madre un tanto burlones— ¿a que vamos?

— No lo se... recuperen lo perdido en estos días, aprendan algo, hagan amigo... no se lo que los jóvenes hacen hoy en día — encorva los hombros

— ¿Hacer amigo?— preguntó incrédulo Zac y comenzó a reír— para que hacer amigos si más tardaremos en hacerlo en lo que ya vamos a estar despidiéndonos de ellos mamá— dijo y se levantó de la mesa, tomó su plato dejándolo en el fregadero

— bueno, hagan otras cosas... no se lo que les guste hacer— confiesa con un tono ya irritada

— Como no vas a saber que le gusta hacer a tus hijos si hace 4 años no te sientas a comer ni convivir con ellos... — reprochó Zac ya molesto y salió del comedor

Un gran silencio volvió a reinar la habitación, mi madre solo se limitó a frotar su cara con sus manos irritada.

Yo no decía ni hacia nada, solo la miraba como trataba de calmarse después de lo que mi hermano le había dicho, veía por su expresión que realmente le había dolido las palabras de su hijo, sabía que lo que acababa de decir era cierto

— Hela...

— Solo... —interrumpí— no estoy de ánimos para discutir — dije antes de salir de la habitación dejándola sola.

"Ella también flotara"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora