Lista Negra

Pobrecito Roods.

-Busco "Hamlet"- le dije a la pequeña señorita de cerquillo la cual operaba la biblioteca escolar-. Es para un trabajo, Alicia, es algo un poco urgente.

Alicia solía tardar mucho en llamarte al encontrar un libro, muchos se quejaban con la directora y insistían que la reemplazaran. A mi me daba lastima, era una pobre pelirroja de unos 40 años sin prosperidad en la vida, solo su empleo, su pequeño y insignificante empleo. No se lo podían quitar, prefería ser paciente y exigirle que se apure antes que eso.

-Si Gina, hoy es tu día de suerte, me lo acabaron de devolver, lo tengo justo aquí- dijo acomodando su flequillo hacia atrás de su oreja. Le sonreí complacida y me apoye sobre el escritorio de roble para ver como ponía el libro en una bolsa detrás de este.

-Gracias Alicia, vendré pasado mañana a devolverte el libro- agradecí. Al darme la vuelta con la bolsa en mano y mochila al hombro presencie la ingrata bienvenida de el queridísimo Tyler Roods a la biblioteca.

Jamas faltaba el momento de que intercambiábamos miradas y yo le rodaba los ojos en acto de odio. Odiaba a aquel tipo de grandes brazos y sonrisa candente, su ropa de marca y su pelo peinado por peluquerías que podrían salir mas que mi casa entera. Lo odiaba cada día mas.

El siguió caminando y lo oí decirle hola a Alicia con aquella voz grave, que en vez de hacerme caer de amor como a la mayoría me daba repugnancia y unas tremendas ganas de vomitar.

***

Seguí mi camino hacia la cafetería, donde alcance a ver a Camile y a JeyJey sentados en la misma mesa de siempre. Me acerque a ellos tranquilamente y al verme comenzaron a gritar, algo típico de ellos.

-¡Gy, dile al idiota que lo que digo es verdad, con este mundial ya son dos veces que el mundial es en Brasil! - grito Camile con enojo. Reí un poco y me senté.

-¡Soy hombre, se mucho mas de Fútbol que tu!- respondió JJ- dice lo Gy.

-No lo se, busquen en internet, no me interesan estos tipos de cosas- respondí abriendo el libro de Hamlet sobre la mesa. Ambos de ellos refunfuñaron y sacaron sus celulares a velocidad de la luz y comenzaron a teclear.

-Oh por dios- susurro Camile, luego, me pellizco el brazo y la mire con furia.

-¿Que te pasa? ¡Estoy leyendo!- gruñí.

-"Fuentes cercanas al amado galán Tyler Roods han cotilleado la gran ruptura del mismo con la Ms.Popular Amanda Wolf, se rumorea que ha sido porque la odiosa ha sido encontrada en los salones del pasillo B tendiendo intimidades con el gran supuesto mejor amigo Chad Hunt. ¿Buenos amigos y buena relación? Mucha perfección para ser realidad. Gracias por los chismes chicos.
Con amor, TodoSobreTodos"- leyó ella. Mi boca se entre abrió y ni la risa salió de mi boca. ¿Sentí... Lastima?

Camile me miro y me sonrió burlona.

-Eso le pasa por pensar que tiene todo, cuando en realidad no tiene nada, eso lo prueba- dijo JJ. Ambas lo observamos y le dimos la razón.

No quería decirles a mis amigos que me daba lastima, al contrario, no me podía dar lastima aquel chico, ese odioso chico al cual cortaría en picadillos para dárselos a los leones, o mejor, a los tiburones.

-¡PASILLO A! ¡PASILLO A! ¡TYLER Y CHAD ESTAN TENDIENDO UNA PELEA! ¡VENGAN!- grito uno de primero antes de correr fuera. Toda la cafetería comenzó a ir hacia el pasillo a, incluidos nosotros. Queríamos saber que pasaba, y sobre todo, ver esa pelea que para mi, valía oro.

-¡Hijo de puta! ¡Traidor!- grito Tyler lanzando un puñetazo el cual fallo. Chad tomo ventaja y le lanzo dos puñetazos, uno en el estomago y otro en el rostro, haciendo que Tyler cayera del dolor. Segundos después, se sintió los chillidos de la directora entre la multitud y todos comenzaron a correr hacia sus salones, menos yo, la estúpida, que quedo mirándolo ahogarse en su propio dolor ante el suelo de mármol gris.

No se si me le había quedado mirando por gustoso que era el momento de verlo sufrir o porque... No, obviamente es por eso.

Vi como la directora lo ayudaba a pararse, y el con dificultad lo lograba, otro profesor comenzó a caminar con el hacia la enfermería y la directora me observo.

-Tu, acompáñalo- me dijo. Y sin chistar camine tras de el hasta que me di cuenta de ¿QUE?, no había chistado en acompañarlo, ¿que me pasaba?. Observe para atrás para decirle que no a la directora pero ella ya no estaba allí.

"Mierda, ¿porque a mi?" Pensé.