Capitulo 4:

277 28 0
                                    

Luna llevaba caminando por horas y no veía ni rastros de civilización.

Sabía que la estaban buscando y que no podía para, no ahora. Estaba tan cerca de llegar, pero a la vez tan lejos.

A lo lejos un pueblo se podía distinguir y ella agradeció a quien la viese de a verlo encontrado. Al entrar a este mucha gente se le quedaba mirando y no entendía mucho de lo que sucedía ¿Por qué la miraban de esa manera?

Muchas personas la miraban como si hubiesen visto a algún fantasma, más que nada 2 adolecentes.

Camino hasta el centro de aquel pueblo y cansada se sentó en una banca cerrando sus ojos mientras sobaba un poco su brazo.

Sintió como le miraban y se paraban enfrente de ella.

Olor a cenizas y un perfume tranquilizante llego a su nariz. Le pertenecía a dos híbridos, mitad demonio, mitad ángel.

Luna: ¿hola?-pregunto confundida ahora con los ojos abiertos viendo a aquellos dos chicos que vio anteriormente.-

X: h-hola-el chico rasco su nuca un poco avergonzado.-

Z: perdón por la actitud de mi hermano. Soy Emma y el es Noah-dijo sonriente y le extendió una botella de agua, Luna dudo en tomarla pero lo hizo.-

Luna: gracias- agradeció.-

Emma: ¿desde dónde vienes?-pregunto sentándose a su lado y el chico le golpeo mientras le susurraba "compórtate".-

Luna: realmente no lo sé, ni siquiera sé donde debo ir-dijo frunciendo su ceño confundida perdiendo su mirada en sus pies descalzos.-

Noah: ¿n-no deberías e-estar en Miami, c-con las chicas?-tartamudeo por los nervios.-

Luna lo miro sin comprender, no entendía lo que quería decir.

Luna: ¿chicas?-pregunto confundida.-

Emma: con tu familia-respondió viendo su actitud.-

Luna: no recuerdo a mi familia, solo sé que estuve encerrada en una celda durante mucho tiempo-vio el atardecer en el horizonte soltando un suspiro.-

Los hermanos se miraron entre si y asintieron.

Noah: te ayudaremos-dijo seguro.-

Luna los miro con desconfianza pero algo dentro de ella le dijo que debía confiar en ellos.

La chica se levanto de su asiento y le sonrió de lado asiendo señas para que le siguiera.

Emma: ¿Cómo llegaste a aquí?-su mirada era curiosa.-

Luna: por el bosque-encogió de hombros y los hermanos la miraron sorprendidos.-

Noah: ¿por aquel bosque?-señalo y ella asintió.-

Emma: nunca nadie ha podido salir de allí. Dicen que es como un laberinto, pero solo es un rumor, una leyenda-encogió de hombros y se paro enfrente de una casa que era hermosa, con un color azul pastel en las paredes de afuera.-

Noah: te ayudaremos a buscar tu familia-le sonrió y Luna asintió devolviéndole la sonrisa.-

Luna: esperen-los paro antes de entrar.- ¿y su familia? Prácticamente están trayendo a un completo extraño a su casa.

Emma: tranquila, ellos nunca están-entraron a la casa y era muy acogedora.-

**Miami**

Todo estaba fuera de control.

Sol no salía de su habitación y si lo hacía era para ir a buscar su comida.

Lauren actuaba raro y casi no dormida.

Matheo ayudaba a Nicolás a localizar a Luna, pero no lo conseguían.

Las chicas intentaban que nada cambiaran, pero era imposible ya que los demás no colaboraban y si seguían así todo cambiaria drásticamente. Además no sabían que sucedía como para arreglar algo.

Camila: Sol, hija ¿puedes bajar a comer?-dijo tranquila atreves de la puerta.-

Sol abrió un poco la puerta. Tenía ojeras, sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar. Lagrimas aun caían de sus ojos libremente por sus mejilla. Al ver eso algo dentro de Camila se rompió, después de todo a nadie le gustaría ver a su hijo llorar. La abrazo rápidamente entrando en la habitación cerrando la puerta.

Sol: todo es mi culpa Camz-un pequeño llanto salió por su boca.-

Camila: nada es tu culpa, nadie la tiene-su voz se oía tranquila y acariciaba la espalda a su hija.- se que sientes culpa, pero no lo es- y si, Sol le había contado lo que había sucedido aquel día.-

Estuvieron un rato así hasta que la puerta sonó.

Ally: ¿chicas?-Camila se acerco a la puerta y la abrió un poco.-¿bajaran?-pregunto con una pequeña sonrisa.-

Camila: creo que comeré con ella aquí- Ally asintió aun con su sonrisa, para dar media vuelta e ir a la planta baja para comer con las demás.- ¿te parece si como contigo y vemos alguna serie?-Sol asintió sonriendo un poco.-

Camila había ido a buscar la comida y volvió a subir encontrándose con Sol en la cama viendo que ver en Netflix.

Sol: ¿te parece si vemos Pretty Litter Liars?-Camila dejo la comida en la mesa que tenia alado de su cama y sonrió asintiendo.-

Camila: me parece bien-sonrió.-

***

Camila: que perra-dijo y Sol la miro con los ojos abiertos.-¿Qué? No me mires así ¿Qué le dirías si te hubiesen dicho eso?-Sol rio viéndola, entonces algo se le paso por la mente levantándose de repente asustando a Camila.- ¿Qué sucede?-dijo al ver que estaba revolviendo los cajones. Puso pausa a la serie y se levanto.-

Sol se sentó en su escritorio uniendo muchos papeles que tenían algo como líneas.

Sol: necesito avisarles a mis hermanos y a Roció sobre esto- vio que unas palabras se formaban con cada papel, como si fuese un aviso o algo parecido.-alguien vio mucho Pretty Litter Liars, esto no es normal. Estoy poniendo en peligro a las chicas-hablaba por teléfono Camila la veía atenta a lo que decía.-ven lo más rápido que puedas y trae a Michel-hubo un silencio.- si también a él. Vale adiós-volteo a ver a Camila y sonrió de lado, para abrazarla.-

Camila: ¿Qué sucede, Sol?-pregunto un tanto preocupada.-

Sol: nada Mila, tranquila-acaricio su cabello tratando de no llorar.- nada...

En la habitación de Lauren todo a su alrededor se movía, su espalda dolía en un lugar especifico, como si cuchillas le atravesaran e intentaran salir por su espalda.

En su cabeza un millón de pensamientos aparecían a gran velocidad.

Tomo su cabeza y cayó de rodillas al suelo con sus manos en la cabeza la coloco en el suelo. Lagrimas resbalaban por sus mejillas.

En su cuarto abundaba la obscuridad. Estaba desordenada y había cosas tiradas por todas partes.

Ella estaba creando su propio infierno en su cabeza. Ella siempre tuvo su infierno en su cabeza. Nunca estuvo a salvo de sus demonios, nunca estuvo a salvo de ella misma y quizás nunca lo esté.

lo siento, no las recuerdo {CANCELADO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora