Destino |Miyagi x Shinobu| Junjou Terrorist

Olvidar no es nuestro fuerte

Nota: los primeros capitulos seran algo livianos y hasta un poco monotonos, pienso aumentar la accion a medida que van pasando las cosas, quise enfocarme individualmente en ellos y en lo que sentian. Es mi primera historia :3 ojala les guste! Gracias por estar aqui.

La tarde era fria, el cielo mostraba el ultimo vestigio de luz de los calidos rayos del sol. Las cristalinas estrellas se asomaban timidamente en el  horizonte mezclandose el azul con el celeste, el naranja con el rosa, el dia y la noche. De mi exhalacion salia un espeso aire, similar al humo que emanaba de tu cigarrillo. Pienso en ti. No se porque, tal vez he perdido la cabeza. Cierro la ventanilla, el frio ya me molesta. El auto atraviesa por estas transitadas calles, la gente va y viene, las luces de Tokyo se van encendiendo, pasan rapidamente mientras nos movemos. Todo pasa muy rapido, habia olvidado lo estresante que era esta ciudad. Pero no fue esa la razon que me obligo a irme lejos. Llueve, primero de manera tenue, luego se va acrecentando, las gotas caen sobre el vidrio cual lagrimas. Tu hiciste que me fuera, no me quedo opcion. No podia convivir con un matrimonio como el suyo. Tendria que pasar cenas, almuerzos, visitas, fiestas y verlos felices juntos. Mi mente divaga, no le presto atencion a lo exterior, odio que te instales en mi mente como si nada. Me odio por eso.

Llegamos a una zona residencial, mi barrio. Ah, mi vieja casa, era bueno estar devuelta. Suspiro. El auto se detiene, un señor de traje y ya algo canoso, el chofer, se baja con un paraguas y me abre la puerta. Me alcanza mi equipaje y me saluda amablemente.

- Aqui esta su equipaje señor, buenas noches y bienvenido a casa. -Asiento con la cabeza, me acomodo mi bufanda, tomo mi equipaje y me encamino dentro de aquella gran casa, la que alguna vez fue mi hogar, dulce hogar. Entro, esta todo oscuro pero aun puedo ver, al parecer no hay nadie. Eso me alivia, necesitaba estar solo, suspiro denuevo y subo las escaleras hacia mi cuarto.

Dejo las valijas en el suelo y me recuesto sobre mi cama, todo sigue igual, exactamente donde lo deje. Miro hacia el techo, aun sigues ahi, aun invades mis pensamientos. Intento concentrarme en otra cosa, estaba tan cansado que termine durmiendome.

El calor de unas suaves manos me despiertan, siento como revuelven mi cabello. Oigo una voz familiar llamandome. Al abrir mis ojos y acostumbrarme a la claridad veo a mi hermana mayor sonriendome.

- Shinobu, bienvenido. No te esperabamos sino hasta mañana. Es grato tenerte en casa. - Me quedo en silencio contemplando su alegre rostro, sin comprender que hace ella ahi.

- Que sucede? Olvidaste el japones?- Se rie. No lo hagas, no me sonrias.  No me toques con tus manos, pues alguna vez lo tocaron a el. No me mires con esa mirada tierna, ya que alguna vez asi lo vieron a el. A tu ex esposo. A Miyagi. MI Miyagi. Pero no puedo culparte, no tengo nada contra ti... Sin embargo una parte de mi no puede evitar odiarte tan solo un poco.

- Que haces aqui, hermana?

- No lo sabes? Vivo aqui, no me separe hace mucho. Necesitaba volver a casa. Supongo que lo entiendes, mi hermanito... Volviste apenas te enteraste de mi divorcio, gracias. Ya no me siento tan sola. - Sigue mirandome tiernamente. Ya detente! No volvi por ti, volvi porque... No se por que. Soy un idiota, como podria un joven de 18 años llamar la atencion de un hombre como el?, ademas es mi ex cuñado. En alguna parte mi subconsciente se burla de mi. Patetico.

Me levanto y ella se para. La observo de reojo y mis mejillas se tiñen de un sutil rojo. Tu hermanito.. Ya soy un hombre. Maldicion. Cruzo la puerta, atravieso el largo pasillo y bajo las escaleras, ya ha pasado la hora de la cena, pero tengo hambre. Son las 12 de la madrugada, sigue lloviendo, caen rayos y suenan truenos. Decidi comerme una banana. Ja, que ironico.

Me acerco hacia la ventana y miro el cielo, a traves del vidrio veo que mi hermana entra a la cocina, parece que va a prepararse un te. La observo, miro su cuerpo, su rostro, sus expresiones, busco algo en ella que se asimile a mi, con la esperanza de que, si alguna vez se enamoro de ella, pueda encontrar ese algo en mi y se enamore tambien. Suena estupido, lo se. Se que le vio, termino resignandome. Es decir, es bonita, inteligente...'es mujer', me recuerda mi subconsciente. Ultimamente me recuerda muchas cosas.

-Ah... Quieres?- Mierda, se dio cuenta de que la estaba mirando. Por suerte no sabe en que pienso.

- Si, por favor -le sonrio. No merece que le haga esto. La culpa fue de mis padres despues de todo. Deberia estar enojado con ellos. Me siento en el sofa, ella hace lo mismo.

-Aqui tienes.

-Gracias. -Sakura, mi te favorito. Es tan amable.. - Risako, amm.. Por que se divorciaron tu y Miyagi? - Necesito saberlo. La curiosidad me produce una incomoda ansiedad.

- Miyagi tiene problemas con su pasado.- Suspira profundamente- Yo no era feliz con el. Al principio el se esmeraba en complacerme, eramos un matrimonio normal. Pero poco a poco empece a sentirme sola, el no puede olvidar. Ya no me prestaba atencion. Necesitaba cariño... Tuve una aventura. Bueno, mas de una...Quise intentar llenar mi vacio buscando en otro lado. Cuando Miyagi se entero, me pidio el divorcio y yo accedi. Fue nuestro padre quien se lo comento, ya sabes que el y Miyagi son bastante cercanos, cuando me enfrento se lo confirme.

-Que es lo que no puede olvidar?

- ...- Silencio. Sus ojos reflejan tristeza. Mira su taza. Quiero insistir, pero no puedo. Se que aun le duele.

- Risako...

- En fin, ya es cosa del pasado. - vuelve a sonreirme. Se que finge. - ya es tarde, quizas debas irte a descansar. Mañana debes reincorporarte a Japon. Vuelve al colegio. Solo te falta un año y ya podras ir a la universidad. Deberias pensar que quieres ser.

- Si..Buenas noches, hermana. - Digo mientras se retira.

- Buenas noches. Que descanses, Shinobu.

Esa noche, soñe contigo. Con la primera vez que te conoci. Solo que el desenlace de la historia era nuestro. Me fui para olvidar, pero olvidar, no es mi fuerte. Aun te siento, aun te extraño, aun te quiero.
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Son las 12:30 de la madrugada, me siento ansioso. Intento corregir los examenes sin exito. Ha llovido sin cesar, en las noticias mencionaron que han caido arboles obstruyendo la via publica y que han ocurrido algunos daños materiales. Es una tormenta violenta y fria. Enciendo un cigarrillo, ya perdi la cuenta de cuantos fume en estas ultimas horas. No se porque siento esta molesta opresion en el pecho, tal vez deberia dejar de fumar, pero no encuentro una causa a mi ansiedad. Tomo mi celular, abro la galeria y busco la foto. Aun conservo esta foto de la vez que Risako y yo nos comprometimos formalmente. Estan sus padres, los mios, y...su hermano. Aquel mocoso al que le salve la vida. No parecia muy contento ese dia, hasta podria jurar que me miraba con un odio profundo. Vaya, los resentimientos entre familiares son mas comunes de lo que yo pensaba. Pero, por que? Por que me odiaba?

Quizas ya estoy delirando, ni siquiera lo conocia como para que me odiara. Es solo un mocoso trastornado. De todas formas ya no importa. El se mudo hace mucho a.. Australia, creo y luego yo me separe, ya no tenemos relacion alguna. Risako, te veias tan bella ese dia. Lo siento, siento no haber sido el esposo que merecias, pero los corazones solo pueden pertenecerle a una persona. El mio, le pertenece a sensei y cuando partio de este mundo se lo llevo con ella. Estoy vacio, Sensei... Lleneme con su amor. Donde sea que este. Se lo ruego.

Escondo mi cara detras de mis manos y poso mis codos en las rodillas, quiero llorar y no puedo. Ya he llorado demasiado, mis lagrimas se secaron.

De pronto siento un ruido proveniente de mi celular. Lo tomo, recibi un mensaje.

'Quiero que sepas que he terminado mi relacion con aquel hombre. Estoy conviviendo con mis padres, Shinobu ha vuelto hoy. No estoy sola, en cambio tu... Tu necesitas ayuda'.
                                               -Risako

Asi que el mocoso ha vuelto. Claro, ya entiendo. Es muy apegado a su hermana. Al enterarse de que nos divorciamos habra venido a consolarla. Ah, adolescentes. A veces creen que pueden ser heroes, comerse el mundo, como la vez que lo salve. Que pretendia hacer? Intimidarlos con la mirada? Hacerles saber lo miserables que son con insultos? Darles una patada? Imbecil. Solo eres un niño mimado.

-Bien, suficiente por hoy. Miyagi, a dormir! - me digo a mi mismo. Me estiro, apago el cigarrillo junto con el otro monton en el saturado cenicero y luego apago las luces. Me pongo mi pijama y me acuesto en mi gran y comoda cama, solo. Como de costumbre. La soledad es mi molesta aliada. Tal vez si necesito ayuda, pero no quiero... O no puedo olvidar a sensei.