Audaz

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"Jungkook", murmuraste, mirando la pantalla de tu laptop. El joven que estaba a tu lado en el sofá apenas escuchaba mientras continuaba besándote y mordisqueando tu cuello. Le dijiste que tenías trabajo que hacer antes de que llegara. Prometió comportarse y que no sería una distracción. Solo quería "pasar tiempo" contigo.

Ahora sabías que eso era mentira.

Habían pasado seis meses desde que empezaste a salir con Jungkook. Le dijiste que considerarías sus propuestas de citas una vez que él fuera legal. Ahora que lo era, te alegrabas de haber aceptado. Era divertido, dulce y absolutamente adorable. Te sorprendió descubrir que él también era un caballero. El hecho de que fuera tuyo hizo que tu pecho se hinchara de satisfacción. Él estaba encaprichado contigo, y tú lo estabas con él.

Con todas las formalidades a un lado, Jungkook se sentía cada vez más y más cómodo estando a tu lado. Y por "cómodo", eso significaba "audaz". Todavía no habían dormido juntos, sobre todo porque no querías forzarlo ya que era virgen. Pasaban tiempo conociéndose mejor. Las últimas dos semanas, sin embargo, habían sido bastante... interesantes. No sabías cuánto más podrías aguantar la audacia de Jungkook. Él te estaba conduciendo al borde de tu paciencia.

Especialmente esta noche.

"¡Jungkook!" Dijiste firmemente, alejándote cuando te diste cuenta de que estaba dejando un chupetón enormemente grande en tu cuello. Lo miraste frunciendo el ceño, pero cuando te encontraste con una expresión tan inocente, suspiraste con enojo. "Dijiste que no serías una distracción. Estás haciendo lo contrario de lo que dijiste ".

Jungkook te miró con los ojos muy abiertos. "¿Es eso lo que dije?", Preguntó, tocando su barbilla pensativamente antes de que una sonrisa maliciosa viniera a sus labios. "No te quejaste cuando lo hice la otra noche".

Rodaste sus ojos. "Eso fue diferente. No tenía trabajo que entregar al día siguiente", murmuraste, volviendo a la computadora portátil.

Jungkook soltó un bufido. "Dejaré de molestarte si me besas", exclamó, frunciendo los labios.

Mirando hacia él, te preguntaste si sería así de fácil. "Bien", suspiraste, inclinándote para mordisquear sus labios.

Tan pronto como sus labios estuvieron sobre los tuyos, su mano se desplazó hacia la parte posterior de tu cabeza afirmándote desde la nuca. Él se mantuvo en aquella posición aún cuando su lengua entró en tu boca.

Debes admitir que Jungkook se había vuelto muy bueno besando desde que salían. Sentiste que su otra mano subía por tu pierna y tenías curiosidad hasta donde iba a llegar.

Rápidamente encontró camino por debajo de tu camisa, encima de tu sujetador. Estaba pellizcando uno de tus pezones, haciéndote gemir silenciosamente en su boca. Él sonrió.

Este pequeño mocoso, pensaste, notando lo orgulloso que estaba con sus besos. Empezaste a pensar en todas las formas en que podrías borrar esa pretenciosa sonrisa de su rostro. Entonces se te ocurrió una idea. Sabias que te haz estado diciendo a ti misma que no quieres precipitarme en las cosas... pero no estaría de más llevar las cosas un poco más allá... Colocando tu laptop en la mesa sin alejarse de sus labios, te apegaste más hacia él. Lo apoyaste en el sofá y comenzaste a desabotonar sus jeans.

Él se apartó de tus labios y te miró con esperanzada incredulidad. Sin embargo, él permaneció en silencio.

Le diste una mirada seductora, lamiéndote los labios mientras le tirabas de los pantalones y la ropa interior por las piernas. Una vez que estuvieron en el piso, miraste el hermoso pene entre sus piernas y sonreíste al notar que crecía con cada segundo que pasaba. "¿Quieres que siga?" Preguntaste con una sonrisa coqueta.

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