CAPITULO #2

36 5 29
                                    

CAPITULO #2

Liz

-Jóvenes y señoritas -dijo la directora por un micrófono intentando llamar nuestra atención-, les da la bienvenida su directora, para los que no me conocen soy Penny, y para los que si me conocen  ya saben cómo soy, ¡¡será un año nuevo y mejor, que este año sea diferente!! -dijo acabando su clásico discurso con entusiasmo.

Los profesores se empezaron a acercar a los alumnos para asignarles su respectivo grupo, y nosotras no éramos la acepción, un profesor de unos 67 años de edad se acercó a nosotros, nos preguntó si éramos de terminale  , y nosotros le respondimos casi gritando que sí. Era el profesor Polleen, que casi a toda la escuela le había dado física, y para colmo sería la primera clase que nos tocaría, el veterano tenía problemas con la memoria, los estudiantes realmente sacaban provecho de eso, y sí que les servía de ayuda.

Nos llevó a donde sería nuestro salón, en total en mi grupo éramos unos 23 alumnos, y habían exactamente 23 pupitres, todos corrieron a tomar los mejores lugares junto con sus amigos, todos platicaban, reían y jugaban entre ellos hasta que Polleen  puso orden total escribiendo en el pizarrón electrónico “todo lo que sube, tiene que bajar”, algunos hicieron caras sabiendo de que se trataba este tema, la gravedad.

-¿A todos nos interesa este tema o no? -dijo el sarcásticamente.

Todos se quedaron callados, sabiendo que a casi nadie le interesaba.

-¡Vamos! tiene que haber alguien que sepa que tema es -dijo Polleen animando a su grupo.

De pronto alguien muy cercano a mí interrumpió el silencio.

-Sí, es la gravedad- dijo Emily para evitar que Polleen escogiera a cualquier individuo de la sala.

-Exactamente- dijo él, dándole la razón a mi amiga- como está escrito en la pizarra, todo lo que sube tiene que bajar.

De pronto una voz masculina hablo por todos.

-Profesor, esto lo vimos el año pasado, ¿no podemos ver otra cosa? -dijo poniéndole fin al aburrimiento total.

-Joven, siéntese y escuche -dijo el anciano un poco molesto.

Él se sentó y siguió escuchando como toda la clase hacía. Esto si era un aburrimiento total.

Chris

Mi hermandad y yo nos acabamos de mudar a un fraccionamiento más pintoresco que el último, es odioso estarte cambiando de casa cada que muerdes a alguien y sobre todo sabiendo que ese alguien era alguien especial para ti, mi trabajo en el hermandad es, por decirlo de alguna manera, el más complicado, se preguntaran porque, la respuesta es simple, yo tengo que traer a las personas, tengo que empezar a simular que amo a esa persona, por lo general siempre a chicas sin novio y con un tipo de sangre diferente a todas. Realmente no creo alguna vez enamorarme de alguien, para mi esas babosadas del amor no existen, a veces me da lástima pensar que chicas sin nada que pagar mueran, me encariño de algunas, pero jamás me enamoro de ninguna.

¿Y porque me dieron ese papel a mí?, porque según ellos soy el más carismático y atractivo. Y para ser honestos están en lo correcto.

Lo que vi en la mañana llamo totalmente mi atención, era la chica que vi por la ventana, era muy linda, tan apetitosa, tenía el cabello perfectamente acomodado de un solo lado, su piel morena parecía ser extranjera, y sus ojos cafés expresaban amor, todo lo contrario a los míos. Se agacho con agilidad para que no la viera, algo que no logró, probablemente aquella seria mi próxima víctima, de las 100 novias que he tenido aproximadamente a lo largo de mi longeva vida, ella sería la más diferente.

Su belleza no impediría que los colmillos de Leo atraviesen su cuello, eso lo daba por seguro, ya que a mí “líder” no le interesaba si era guapa o fea, vieja o joven, o inclusive famosa o no (que ya había sucedido).

-¡Hermanito ayúdame a desempacar! -gritó Jack que ya estaba dentro de la gran casona abandonada.

-¡Ya voy! -grité yo un poco molesto por sacarme de mis pensamientos.

-¡¡Eh!! Tu guapo atrapa esto -dijo Sonia mientras me lanzaba un pequeño sillón a la cara.

Reaccioné rápidamente, y atrapé el sillón con una sola mano explotando mi fuerza sobrenatural, me reí y deje caer suavemente el silloncito al suelo.

-Leo me siento mal -dijo Sonia caprichosamente pidiendo algo para chupar.

-Yo también -dije apoyando a Sonia.

-Tienen razón, estos días solo hemos estado tomando sangre embolsada -dijo Leo-, es tiempo de asesinar al alguien con sangre más nutritiva.

-Yo sé quién- dijo Sonia maliciosamente-, la amiguita de Chris…

-¿De quién hablas?- dije yo sabiendo a quien se refería la mujer pelirroja

-Sabes a quién me refiero, la tipa que viste por la ventana hoy por la mañana –ella respondió-. Su sangre huele a metros de distancia.

-¡Tienes razón, Sonia eres una genio!, su sangre le caerá bien a todos nosotros -afirmó Jack.

-Pero se ve demasiado agradable como para matarla -dijo una voz que salía del camión de mudanza. Era Jean, un viejo amigo mío, algo rubio, que era más conocido por ser el más serio pero sentimental de todo la hermandad, él era vegetariano, pero eso no impedía que nos ayudara a matar a las chicas, su novia era Sonia, y aunque eran todo lo contrario, estaban juntos por una razón que ni siquiera ellos sabían.

- ¡Cállate sentimental! -le gritó Leo desde dentro de la casona.

-Estoy de acuerdo -dije yo para evitar matar a aquella chica desconocida.

-¿Te gustó hermanito? -dijo Jack mientras se dirigía a la entrada con un mueble de roble entre las manos-, acaso aquella chica lograra enamorar a un hombre tan fuerte…

-¡Jajá!- reí fingidamente-,  yo jamás, me enamoro, ni de nada ni de nadie.

-Eso espero -amenazó Leo autoritariamente mientras salía de la casa –, porque esa será nuestra próxima víctima, quieras o no.

Suspiré con un poco de lástima hacia aquella desconocida y empecé a planear mi estrategia de “seducción”, tenía que saber todo de ella, su nombre, su vida, sus amigas, sus estudios, e inclusive sus gustos, ya que  eso me garantizaría la victoria total.

Una cosa que había mencionado es el hecho de que tenemos control sobre las mentes de los humanos que ya hemos mordido. Podemos morderlos, extraer poco de sangre y mientras sigan vivos, harán lo que sea que nosotros les ordenemos, nuestros esclavos.

La mayoría de chicas a las cual seduzco pareciera que no tienen dignidad, ¿por qué? Porque todo el tiempo me llamaban, eran chicas caprichosas y muy fáciles, e incluso trataban de seducirme, algo que yo jamás permití, porque yo sabía que terminaría enterrándoles el colmillo, algo que a mi líder no le gustaría. Otra cosa que me llamaba la atención es que las  chicas de ahora andan suplicándole a los chicos, y eso, ya no es de mujeres con dignidad, al menos eso pienso yo.

Ya eran las 4:00 de la tarde y los estudiantes de todos los grados empezaban a salir de sus respectivos colegios, y mi víctima no era la excepción.

Venia caminando en la banqueta con el mismo cabello de la mañana, solo que ahora un poco más alborotado, llevaba la falda escolar un poco arriba de la rodilla, con una sudadera verde limón, y con una manzana en la boca, mientras con una mano sujetaba un libro y leía atentamente, iba caminando sin prisa, como su tuviese todo el tiempo del mundo, la guarida estaba en la esquina y su casa estaba en la siguiente cuadra así que pude ver sus ojos perfectamente, ella sintió mi mirada y volteo a verme, yo me escondí tras la esquina para que ella no me viera algo que creo que no logre, solo escuche una risita y el portazo de la casa. Salí de mi escondite y ella ya no estaba. Entonces sentí lástima por ella.

HOLA xD, me gustaria saber qué tal les parece esta historia, si deseen que la continue, de hecho tengo ya tengo verios capitulos hechos, si les gustaria que la continuara comenten, y opinen, me ayudaria mucho ;)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 16, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

6:30Donde viven las historias. Descúbrelo ahora