Al igual que si se trata de una libre canción, la inmensidad se abre frente a mi como un abismo, como un desgarro en el tiempo, y me encuentro allí abajo.
15 de mayo. Últimos días de tu ultimo curso de instituto. Te veo salir de casa, llevas el pelo recogido con dos pasadores azules de fantasía que hacen juego con el color de tus ojos. Sales sonriendo, distraída, y te cuelgas la mochila con los libros al hombro para subir en tu Vespa. Pero no te da tiempo de introducir la llave en el contacto, por que yo estoy al allí, esperándote, como mi moto...
-¡Eh, buenos días!
-¡Hola! ¡Que bonita sorpresa!
Y la belleza de tu sonrisa espontánea no tiene paragon.
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ANDREA Y YO
Non-FictionY en un instante revivo la primera vez que te vi, esa extraña sensación, ese estremecimiento repentino que sin ninguna razón recorrió mi alma, esa sacudida que detuvo mi corazón...
