Las Marcas de Venus

                                                                                  PRÓLOGO

Venus era un planeta muy desarrollado, pese a que solo llevaba albergando vida quinientos años, desde que la raza humana se dividió en la Gran Guerra. Consiguieron crear una sociedad mucho más avanzada a la de la Tierra ya que Venus estaba dotado de recursos suficientes para su desarrollo.

La sociedad se dividía en tres partes partes claramente diferenciables: Los místicos, que manejaban todo tipo de magia, creaban armas especiales para cualquier tipo de actividad, y solo una minoría era capaz de contactar, controlar y comunicarse con los espíritus. Todos ellos se reunían en una secta, mundialmente conocida como Kendra, cuyo líder no había sido derrotado desde que se fundó. El segundo grupo se les conocía como los científicos, quienes dependía de la tecnología para cualquier cosa. Eran capaces de crear robots superdesarrollados con consciencia propia que podían realizar cualquier tipo de trabajo. Estos dos primeros grupos tenían una fuerte rivalidad que venían arrastrando de varios años atrás. Por último, y por ello el más minoritario, estaban los ignorantes. Vivían a las afueras de las ciudades, excluidos por el resto de grupos. La mayoría eran fugitivos de la Tierra, que venían a Venus escapando de la ley, y por ellos, no les reconocían como parte de ningún grupo.

En especial, Axel Megalos nuestro protagonista era hijo de un fugitivo de la Tierra, quien logró matar al presidente del estado en el que vivían, en una revuelta. Axel lleva sin ver a su madre desde entonces, ya que no pudo escapar con ellos. Su padre le ha enseñado a defenderse y a luchar, para poder sobrevivir en Venus, ya que a las afueras, donde ellos vivían, solían merodear depredadores y era un área peligrosa.    

                                                                    CAPÍTULO 1

Y ahí estaba, rodeado de aquella oscuridad que poco a poco me comía sin saber como pararla, cuando al fin pude abrir los ojos pensé que todo aquello, toda esa pesadilla habría terminado. Pero me di cuenta de que en realidad era todo lo contrario, tan solo acaba de comenzar.

No podía ver con claridad, la niebla de mi alrededor no me dejaba ver nada más que las palmas de mis manos, y en ese mismo instante me di cuenta de que el brazo derecha me dolía demasiado, casi no podía moverlo. Levanté el brazo para vérmelo con claridad, y observé como dos grandes cuchillas salían de aquel brazalete de color plateado, lleno de marcas extrañas que no lograba reconocer, aunque uno de los símbolos me resultó muy familiar.

No sabía que está ocurriendo, me intenté quitar el brazalete con todas mis fuerzas pero no pude, cuanto más tiraba de él, más daño me hacía, era cómo si formase parte de mí, y al tirar de él me dolía todo el cuerpo. De un momento a otro escuché un grito, reconocí de inmediato esa voz, era de uno de mis mejores amigos, William. Poco a poco empecé a escuchar sus palabras con claridad, "¡corre Axel, corre!", y en ese mismo instante me levanté por primera vez y empecé a correr en hacia donde provenía la voz de mi amigo, y cuanto más corría más pesado notaba mi cuerpo, pero solo quería huir de aquella habitación llena de niebla.

Nada más salir de la habitación baje unas escaleras y allí estaba, William. No me dio tiempo a alegrarme porque nada más verlo, vi como la cabeza de William fue atravesada por una lanza a toda velocidad, y su cuerpo quedó clavado en la pared, mientras su sangre bajaba lentamente por ella. En ese momento me di cuenta, de que no nos tendríamos que haber metido en ese maldito cementerio.

Era viernes de madrugada, llevábamos toda la semana esperando este día. Era el día del "Sol Negro", el día en que una vez al año la oscuridad reinaba durante veinticuatro horas en todo Venus, y fuimos al cementerio a las afueras de la ciudad para divertirnos y contar alguna que otra historia de terror, como venía siendo tradición desde que se formó el grupo. Éramos cinco integrantes.William, era uno de mis mejores amigos, su tono de piel negruzco, combinaba a la perfección con su pelo afro, era alto y muy bromista, por lo que siempre me lo pasaba muy bien con él, siempre decía que de mayor quería ser cómico y ganarse la vida haciendo lo que le gustaba. Luego estaba Tom, quien destaca por su enorme mata de pelo roja, y al ser de estatura baja, todos le llamábamos "betameche" como aquel personaje de una película de la Tierra que todos recordábamos con cariño. Tom era un poco torpe, siempre se andaba tropezando con todo.