IT / una nueva perdedora (Bill Denbrough y tu)

Perdedores?

Acabó la clase, recogí rápido y me despedí de Ben. Caminaba rumbo a la cafetería, estaba esperando a que tocara mi turno para pedir, cuando se me acerca el pervertido matón de los pasillos.

— Preciosa, me llamo Henry  Bowers, eres afortunada, por que te voy a pedir que vengas con nosotros después de clase, diversión asegurada nena. -me guiño el ojo.

Eso que ha sido? Más cutre no ha podido ser el pobre.

— jajajajaja. -me empecé a reír, el me miró confundido. - mira Hen... -hice una pausa como si no me acordara de su nombre.- como te llames, no se que te has pensado, pero eso ha sido muy cutre, ve a impresionar a otras chicas con tus truños de ligues porque yo te estoy mandando a la mierda. - le saque el dedo y me giré dándole la espalda marchándome.

Me giré de reojo y vi que sonreía, es tonto me da pena.

Pasaron poco a poco las clases, hasta que sonó el timbre de la última. Por fin, aunque  no se me habían hecho tan largas tenía ganas de salir.
Salía del colegio moviendo las caderas como diva que soy, cuando veo al estúpido de clases atrás, si bien recuerdo se llama Henry, molestando a unos 4 niños de mi edad. Eso si que me enfadaba que la gente se metiera con los demás sin siquiera conocer o simplemente para fastidiar, se iba a enterar de que material explosivo yo estaba hecha.
Me acerqué a paso decidido y me puse delante del niño más cercano a Henry.

— Se puede saber que haces preciosa, estaba por darle una lección a un perdedor.

— No se que haces llamándolo perdedor, te repito lo cutre que has sonado antes? -dije humillandolo haciendo que algunos de sus amigos se rieran de el.

— te vas a enterar pequeña perra. -dijo levantando el puño. Yo se lo pare antes de que chocara con mi hermosa cara. Empecé a retorcer su puño haciendo que poco a poco se pusiera de rodillas me acerque a su cara.

— Me voy a encargar de que no le toques ni un pelo a nadie y menos a mi, me has entendido pedazo de mierda. -el asintió rápido con cara de dolor.

Lo empuje con el pie haciendo que cayera.

— fuera. - le dije como si fuera un perrito señalando a cualquier parte.
El se levanto corriendo.

— No se acabará aquí preciosa. - y se fue, con sus perritos falderos.

Me giré, ellos me miraban sorprendidos con la boca abierta.

— estáis bien? -dije levantando las cejas, que les pasaba no hablaban.

— Eso ha sido increíble!!! -grito uno de gafas de repente asustándome.

—gra-gracias p-por defendernos. Me lla-llamo Bill Denbrough, ellos s-son Stanley Uris, -este me sonrió- Eddie Kaspbrak - saludo con la mano todavía asombrado-  R-Richie Tozier
— ya sabes que odio que tartamudees mi nombre B-B-Bill. - dijo este. - señorita. -me miro y me beso la mano a lo que yo reí.-

— b-bueno y no-so-sotros somos el c-club de los perdedores.

— perdedores? -dije confundida.

— Nos llaman así todos, nosotros ya estamos acostumbrados y ya no nos disgusta que nos llamen de es forma, de hecho, ahora nosotros nos llamamos así y nos gusta. -me hablo Stan.

— me gusta, esa es la actitud, pero no dejéis que Henry os insulte y os pegue, defenderos como yo lo he hecho.

— Tu has estado increíble, pero ni aquí y en ninguna parte hay valor para hablarle así a Henry, y te damos otra vez las gracias pero ahora irá a por ti- Me explicó Eddie.

— Creo que eso ya estaba en sus planes... -susurré. Me miraron confundidos, Bill iba a hablar cuando un grito lo interrumpió.

— ______!!!! ,ven yaa!! -el pedazo burro de mi hermano me llamo desde el coche llamando la atención de todo el mundo.

—bueno chicos me voy. -dije girando pero bill me agarro del brazo.

— M-mañana quieres ir c-con nosotros a  a los Barrens , si v-vienes, mañana te d-daré el el motivo de por que vamos a-ahí, que d-d-dices?

— claro, tomad mi dirección que yo no sé donde está nada. - la apunte y se la di.

— Nos vemos mañana a las...

—A l-las 11:00 pasaremos p-por tu c-casa.

—bien hasta mañana -dije con una sonrisa.

Entré al coche de mi hermano.

— y esa sonrisa de tonta, espera no me digas que te has enamorado?!?

—No idiota, son amigos. Al percatarme de la última palabra sonreí, que bien suena eso, Amigos...