Dulce Venganza Naranja

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Pov Acuario.

Nunca había visto a tantas barbies correr despavoridas pidiendo auxilio, no se si era por el polvo picapica en su ropa o por el hecho de que algunas tenían el cabello pintado de un tono naranja.

No de ese bonito color zanahoria que resalta tus facciones y te hace lucir fresca y joven, si no uno horrible y exagerado.

Pero algunas se habían salvado y no habían sentido la furia de nuestra hermandad.

Tomé dos armas llenas de agua y pintura y las coloqué en un porta armas que llevo en el cinturón, ajusto mi mochila y empiezo a colocar globos de sustancias que desconozco hasta que estuviera completamente llena.

La cierre, la coloqué en mis hombros y desvíe la vista a mis amigos.

Sagitario mojó sus dedos con grasa y en sus pómulos hizo de ambos lados un "Eye black" o de forma simple dos líneas y todos la imitamos.

Estabamos cultos entre arbustos en silencio hasta que alguien dijo:

  — Debemos separarnos.— Gire y vi hablar en un susurro a Capricornio.

  — Estas loca, eso siempre dicen en las pelis de terror y todos terminan muertos.—Dijo Piscis.

  — ¿Desde cuando tú ves peliculas de terror? — Dijo Virgo rápidamente.

  El chico coloca los ojos en blanco.

  — Creo que Capri tiene razón, más posibilidades, más víctimas  — Dijo Escorpio.

  — No si nosotros somos las víctimas. — Dijo Aries tratando de menoscabar su idea.

  — Si nos ven a todos aquí, TODOS estamos perdidos, creo que algo es mejor que nada. — Dijo Gem.

No creí que le gustara la idea de correr con armas y pintura, al parecer me equivoque.

  — ¿Arriesgar o no arriesgar? Esa es la cuestión, la incógnita, la pregunta.— Dijo Sagitario sin quitar la vista de la casa.

  — A la mierda la pregunta.—Dijo Tauro y de la nada se levanto y se alisto para correr.

  — ¿QUÉ HACES? NO LLEVAS NADA. — Grito/susurro, Libra preocupada por que revelará nuestro paradero.

Y yo no aguante la risa por eso.

Él me observó serio y me jaló para luego echar a correr.

 — Me llevas para que cargue las cosas, ¿Quien dijo que estaba dispuesta a compartir? — Dije con una seriedad digna de un Oscar.

Llegamos a una pared y nos apoyamos en ella, desde allí podía ver a los chicos con los ojos como platos.

Rápidamente vi a Escorpio correr hacia nosotros de forma ágil y veloz.

Atras de él capricornio apoyando su idea de separarnos.

 — Bien, no eres la aguatera y somos un equipo así que me compartiras ¿vale?—Dijo Tauro.

  — ¿Qué soy entonces? — Dije incrédula.

  — Estamos en medio de una misión, eso no importa. — Dijo sin despegar la vista de mi.

No deje la mirada incrédula, por lo que él esbozo una sonrisa torcida— Eres watson y yo sherlock —Dijo rápidamente antes de que llegará Escorpio.

 Escorpio se apoya rápidamente en la pared junto a mi, en unos segundos Capri estaba a su lado.

Vi como los chicos se empezaron a separar en diferentes direcciones sin ser vistos.

Tauro observó cauteloso y luego dirigió la vista a nosotros.

  —¿La situación?. — Dijo Capricornio.

    — Dos en la ventana que da a la cocina, está medio abierta y la piscina está desolada.

Le tiendo una de mis armas a Tauro.

    — Yo soy Sherlock.—    Dije en un susurro que sólo el pudo escuchar.

    — Capricornio y yo nos encargamos de la piscina y ustedes de las dos victimas. —Dije.

Me escabulli entre los arbusto y al llegar a la ventana me agache y pasé si ser vista, Capricornio me siguió con su arma en las manos,  como si fuéramos espías en una misión de vida o muerte

Se escuchó un disparo inesperado, mire a todos lados antes de notarlo, Capricornio había apuntando perfectamente a la Barbie teñida que venía por nosotras con sijilo.

 —Increíble puntería.—Dije y ella sonrío levemente.

Nos encontrámos con una preciosa piscina cristalina, su enorme espacio y su brillante azulejo  listo para ser destruidos.

Capricornio me tendió unas pastillas en cápsulas negras y las lancé al agua.

De la nada está, comenzó a ponerse naranja y burbugeante hasta parecer una sopa de zanahoria caliente.

Se escuchó el cargador de un arma.

Su sonrisa cínica y sus labios rojos me dieron mala espina de inmediato.

—Miren a quien tenemos aquí...—Caminaba lentamente con sus tacones de punta.

—NI UN CENTÍMETRO MÁS MARIA.—Grito Capricornio apuntandole.

Se rió falsa.

— ¿Crees que me importa este jueguito?, pero tú estas aquí querida e ingenua Acuario.—Detuvo el paso.

—Sólo me importa tú amiga bicho, la chica que ha hechizado a los chicos del Instituto.—Dijo.

Pero Capricornio no dejó de apuntar, mi arma estaba en mi cinturón y a menos que fuera matrix o flash no sería lo suficientemente rápida para tomarla y clavarle la pintura en su feo rostro.

Apriete la mandíbula cuando retomó el caminar y ajustó el arma en sus manos.

El arma era enorme, tenía un diámetro tan grande que toda mi ropa  quedaría empapada.

Disparó y no me dio tiempo de reaccionar hasta que un fuerte golpe hizo que cayera tendida.
Mientras caia pude notar como a Capri le llegaba gran parte de la pintura, pero ella no se acabo sin antes luchar ya que había disparado y el vestido de Maria estaba como el de minnie Mouse.

Para mí sorpresa yo estaba seca y encima de escorpio, con sus fuertes brazos rodeandome con su aroma penetrante y cálido en mí.

Capricornio observó la escena, pude notar su decepción cuando escorpio me levanto asegurándose de que estuviera bien mientras quitaba la grama de mi cabello y ella corría a quien sabe donde.

Y yo sólo podía pensar en que no me merecía tanta atención.

Lamento la tardanza, pregunta:

¿Si hiciera una segunda parte (continuación) de este libro la seguirias?

Enamorados de AcuarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora