Dándole la mano.

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Ya han pasado algunos días desde que tuve clase con Vegeta y en todo ese tiempo siempre me lo encuentro en los pasillos de la escuela.

Es algo muy raro...

Lo veo a la hora de la salida cerca de la dirección y él casi de inmediato voltea a verme con una sonrisa dulce.
Voy a la cafetería y a los minutos él llega ahí. ¿Me estará siguiendo?

La mayoría de veces que lo veo me es inevitable no sonreírle mientras siento como mi rostro se calienta de la vergüenza.

Me pone nerviosa su mirada.

En este momento estoy saliendo de una clase de español.
Mi horario está a punto de terminar, en dos horas estaré saliendo del colegio.
Llego a mi siguiente clase: Deportes, que para suerte mía esta a un lado de ingles, y el profesor Prince se encuentra recargado en la puerta del salón viendo a los niños pasar, con esa mirada tan fría.

La mayoría de veces que pasó cerca de ahí, intento hacer que el maestro me note, ya sea solo pasando y sonriendo o saludándolo.

Me gustaría que él me saludara, quizás un apretón de mano sería lo adecuado.

Suena realmente absurdo que esté buscando tomar su mano, pero de alguna manera seremos más cercanos, y si es cierto que es un profesor estricto, creo que sería lo correcto llevarme bien con él.

Estoy a 1 metro de distancia del maestro, esta distraído y aun no me a visto. Me le quedo mirando, contemplando su postura, sus ojos que deberían de darme temor.

—Dura mas una foto.

Escucho aquella voz, bajo la mirada y un gran color rojo aparece, lo único que puedo pensar es en que Vegeta me haya visto mientras lo observo.

Subo la mirada para ver de quien proviene esa voz ¿Quién creen que es? ¡Exacto! Vegeta me vio observándolo.

Ahora lo único que quiero es desaparecer, que la tierra me coma, no se que contestarle ¿Qué demonios debo de contestar?

—Bulma. ¿Qué tanto observas?

—¡Maestro! ¿Qué tal? Espero este teniendo un buen día. —Sonreí nerviosa mientras limpiaba mis manos en mi pants.

—Bulma ¿no me vas a contestar? ¿Qué tanto mirabas?

—Este... pues estaba contemplando el paisaje.

¿Pero que acabas de decir Bulma?

—Si pero el paisaje no esta en mi rostro. —Vegeta se empieza a reír  y me miro divertido.

Sentí como mis manos sudaron aún más.
Él me miraba como si estuviera esperando algo de mi.

—¿Y como le va, maestro?.

—Pues bien aquí "Observando el paisaje". —Me miro y soltó una carcajada. —Bueno Bulma ¿Qué clase te toca?

—Deportes.

—¿Aquí a lado? —Señalo y arqueó una ceja.

—Si, ya debería de estar ahí adentro. —Volteo a ver hacia el salón y veo que todos mis compañeros ya han entrado, dejándome afuera.

—¿Y a usted que grupo le toca?

—El grupo 310, Bulma. —Volteo ver al grupo que le toca y puedo observar que el grupo ya esta dentro del salón.

Volteo a ver a todos lados y veo que solo Vegeta y yo estamos a fuera, ¡No hay nadie!. Mi mirada vuelve al maestro y veo que me mira fijamente, pero con cariño y ternura.

¿Por que siempre me ve así? Solo quiere lograr ponerme nerviosa ¿Verdad?

—¿Qué sucede Bulma?

Me encanta la tranquilidad con la que me habla, como si estuviera tratando de decirme que no hay motivo para ponerme nerviosa.

—No sucede nada, solo que ahora estamos usted y yo solos.

Vegeta miro a ambos lados y sonrió. Sus mejillas se sonrojaron y volteó a verme.

—Deberías de entrar ya a tu clase, si tus compañeros vieron que estabas conmigo puede que también me metan en un problema.

—No lo creo, puedo decir que tuvo que arreglar un asunto conmigo. —Me miro serio y con una voz más grave me contestó.

—¡Para nada! Nada de mentiras Bulma, ahora, ve a tu clase, en verdad no quiero que tengas problemas por mi.

Sonreí y acomode un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Es inexplicable la sensación de ver cómo él se comporta conmigo.

Limpio mi mano derecha en mi pants y poco a poco estiro mi mano, Vegeta me mira con una sonrisa.

—Adiós Maestro... —Ahora lo único que quiero es que estreche su mano con la mía.

—Adiós Bulma. —Y ¡Pum! me da la mano, pero como soy bien idiota le doy un "chócalas" y puedo notar que el esperaba un apretón de manos.

"Bien hecho Bulma, muy bien hecho, lo arruinaste..."

—Pensé que sería un apretón de manos. —Dijo mientras tomaba mi mano nuevamente.

Su mano estaba tibia y apretaba ligeramente mi mano.

—Adiós Bulma cuídate, espero no mientas si te llegan a regañar. —Soltó lentamente mi mano y sonrió.

Me doy media vuelta y me dirijo a el salón, volteo a ver donde esta Vegeta y él me esta observando, esperando a que entrara a la clase.

Toque la puerta y en lo que esperaba que me abrieran, Vegeta me sonrió por última vez y entro a su salón de clases gritándoles a sus alumnos que guardaran silencio.

El maestro Satan me da el paso para entrar y lo único que puedo escuchar es como Vegeta grita.

Me senté y mire a Milk, ella sonrió y movió su cabeza de un lado a otro.

—Es guapo ¿Verdad?

—¿Cómo? No sé a qué te refieres. —Abrí mi mochila y saque mi botella de agua.

—Prince... Se nota que te pone nerviosa. —Me miro divertida y sonrió aún con más picardía.

—Él impone, me pone nerviosa su persona, el que sea así de "estricto".

Milk me sonrió y me movió su mano derecha como diciendo: "Ajá, lo que digas".

El maestro Satán hizo el pase de lista y de inmediato todos salimos al campo.

Mire mi mano, con la que me había despedido de él y la olí.
Realmente tenía el olor de Prince y olía tan bien...

—Si que es guapo... —Dije para mí misma y sonreí.

¡Hola Maestro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora