Quizás fue así, sórdido y directo. Pero cielo, estaba destinado a ser así. Labios sobre labios, cuerpo sobre cuerpo y sentidos totalmente en la momento. Me perdí tanto en ti que por unos minutos no supe ni quien era yo. Pero la noche acaba y arrasa con todo a su paso. En este caso solo las tenues luces indican el camino a aquello limitado y prohibido. Limitado porque solo cuando la música puede acallar nuestros gemidos, es posible. Prohibido porque a los ojos de las hienas, no nos unía el destino sino el deseo. No me entiendas mal, quizás fue así, pero que entenderán ellos que nunca se han encontrado en los labios de otra persona.
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¿Jugamos al escondite?
RandomRelatos de un juego, de palabras escondidas, de pequeñas historias.