El problema fue los "si hubiera". Aquellos que me asaltaban a altas horas de la noche, y uno pensaría "no hay nada peor que sufrir solo, durante la noche, llorando hasta quedarse dormido", pero no es algo con lo que estoy de acuerdo. Prefiero una y mil veces esos insomnios de mala muerte a la irrenunciable necesidad de llorar y gemir penosamente y tirar todo lo que tengas en frente, en cualquier hora durante el día. Allí cuando estoy practicando, cuando estoy escuchando música y una sola palabra crea un hilo de pensamientos o recuerdos que me lo traen de vuelta, cuando me baño, cuando hablo con alguien e imita un pequeño gesto o expresión como las que él hace. Me duele que todo me lleve a él incluso cuando sé que no debería seguir pensándolo tanto. Me duele que en esos momentos más inesperados, él siempre vuelve.
Él me tiene aquí. Bueno no me tiene literalmente, mas siempre está a mí lado, rozando casualmente mí brazo, respirando tras mi nuca, con miradas ligeras que se hacen pasar desapercibidas pero aún así están. Están más que ninguna otra.
Y aunque yo lo tenga, y él a mí, ninguno nos tenemos.Todo fue planeado, todo fue pensado con el fin de ayudarnos a seguir sin problemas, sin dramas ni chismes ni rumores o nada que pueda hacernos pasar por esos momentos de mierda. Esos momentos que gente sin vida crean para llenarse de las vidas de los demás. Pero aún así.
Jongin es hermoso. Y es hermoso, es bueno, es la persona más buena que puedes encontrar alguna vez pero no es ese tipo de buenos que ayudan a cruzar la calle a los ancianos o lo que sea, es el tipo de buenos que se quedan. Que ven en tus ojos un pequeño brillo a causa de las lágrimas y se queda, aunque se note a kilómetros de distancia que por dentro grita en desesperación y desea tener un manual sobre qué hacer para hacerte sentir mejor. Se queda y aunque él no lo crea, eso es suficiente, sólo su suave e incrédula mirada posada en mí, su tacto leve, su mera presencia es suficiente para hacerme sentir en calma. O al contrario. Para hacer de mí constante y monótona vida calmada, un huracán de emociones. Y me gusta. Jongin me gusta mucho.
Aunque ahora sé, y lo sé por primera vez en mi vida, que no es suficiente.
Su forma de querer no tiene nada de malo, él es hermoso, y me quiere, pero y qué si todavía la quiere a ella también .¿Y qué si me quiere porque me tiene que querer? porque me ve inestable o frágil. ¿Y qué si me quiere a mí porque ella no lo quiere a él? y yo sé que él tiene mucho amor por dar. Me siento amado, pero también siento miedo.Ella es linda, es preciosa, y no la odio, no podría. Nos hizo un gran favor. De hecho aunque no lo hubiese hecho ¿por qué la odiaría? por la forma en la que Jongin la miraba en esa sesión de fotos, en la que Jongin hablaba para las entrevistas sobre cómo le gustaban mucho sus ojos, por cómo Jongin la apoyaba y quería y quería proteger todo el tiempo. Y él me dijo una tarde en la que al hacer una broma me vio dudar, me dijo que tenía que saber, mantener en mente que el sentido de protección por ella era sólo eso. Que era yo a quien quería, y que era yo por quien estaba haciendo todo aquello.
Pero aunque me sonría de esa manera no puedo evitar pensar en que esa sonrisa ya no es solamente mía, sino que también es de ella, y entonces le quiero decir que no me sonría de esa forma porque la única verdad es que me gana y me pierde. Es difícil esperar, y es fácil sucumbir ante el sobre-pensamiento cuando uno en su día libre debe quedarse en casa y tener que evitar cada medio de comunicación porque sabría que allí los encontraría a ambos. En las redes sociales sobre todo. Es fácil tener miedo cuando yo tengo que esperar en casa a que aquella persona a quien amo termine de abrazar, ante todos, a otra persona.
Mirar para otro lado, la respiración entrecortada, los suspiros profundos, dar vueltas y vueltas en la cama, buscar constantemente cosas que te distraigan, la piel erizada en frustración. Todo ello es lo que supone aguantar. Verlo con alguien más, verlo sonriéndole, tocándola cuando sus manos sólo deberían estar sobre mí cuerpo. Cuando sólo yo debería hacerlo reír de esa manera en la que se ve que lo hace en las tapas de las revistas.
Lo quiero, pero me perdió cuando yo lo perdí a él. Me tiene pero yo no a él y él no a mí. Lo amo y aunque me gusta y no pueda soportar más esto, así será por siempre.