¿Cumpleaños feliz?

Feliz cumpleaños Petra Ral

-Dos cucharaditas de sal... ¿Sal?... ¿Para el chocolate?- Se preguntó extrañadisima la joven de ojos color miel mirando nuevamente aquel papel con la receta de aquella tarta que tanto le gustaba para estar segura si leyó bien. – Confiare en ti mamá. – Se resignó al ver que si debía agregar la sal al cacao para que de esa manera pudiera hacer esa exquisita pasta de chocolate que a su madre le quedaba divina. Luego de revolver un poco más el espeso menjunje en el bol probó recelosa lo que recogió con su dedo cuando lo metió a esa mezcla cremosa, quedando conforme con el sabor sonrió para sí misma.

Era ya 6 de diciembre y quería que ese cumpleaños fuese especial, pues era el primer año en que pensaba celebrarlo con sus compañeros de escuadrón en la legión, y la mejor idea que se le ocurrió fue preparar una buena cena con ricos platillos que su madre le había enseñado, entre ellos la tradicional tarta de chocolate que siempre preparaba su madre para celebrar los cumpleaños de la dulce Petra.

Lo único que lamentaba era que no podría estar con su padre ese año porque el feo clima invernal había provocado que por dos semanas la ruta del cuartel a Karanase se cerrara por seguridad, haciendo imposible que ella pudiese ir a su hogar para su cumpleaños y celebrar con su padre, mucho menos él podría ir al cuartel a visitarla. Luego de que se le pasó la decepción se propuso que haría una pequeña celebración con sus compañeros y amigos, además de que no iban a decirle que no si tampoco podrían volver a sus casas por esos días y eso aseguraba que no estaría sola para su cumpleaños. Aunque si fue bastante decepcionante que en esa mañana ella...

-Capitán Levi...permiso para hablar señor. – Dijo firme la muchacha al terminar de barrer el piso del comedor mientras que su superior revisaba que todo estuviese en perfecto estado.

-Habla, Ral . –Dijo sereno y neutral mirando con interés el suelo limpio.

-Vera...esta noche tenía pensado preparar un cena para todos los del escuadrón y quería que usted...- Estaba siendo valiente, se felicitó a si misma mentalmente por lo valiente que era al hablar con tanta calma sin tartamudear o ponerse roja (bueno, al menos no taaaaan roja) con respecto a ese tema con su capitán, pues con lo difícil que era tratar con aquel hombre podría considerarse una gran proeza invitarlo a un evento de tipo personal y aún más si estamos hablando de tan disciplinado y frío soldado. -...Viniera con nosotros si es que...

-Tengo papeleo esta noche, hay que aprovechar días como estos para adelantar con el papeleo y toda la mierda burocrática... Espera...¿La cena la vas a hacer tu?...

-Si...- Por un momento pensó que lo haría cambiar de opinión si se veía la expectativa de comida casera y no el menjunje de verduras acompañado por un pedazo de pollo recocido o talvez la mitad de una salchicha.

-¿Por qué no dejas que las cocineras se encarguen de la comida? Así puedes aprovechar de descansar y dormir un poco. - ¿Es que este hombre era idiota o lo hacía a propósito para hacerla enojar?

-Es que... esta vez quería hacerlo yo porque bueno hoy es mi...

-¡Levi! – Gritó la chillona voz de la mayor Hanji Zoe – Enano desgraciado ¿Qué mierda le hiciste a mi laboratorio?

-Mande a Gunther limpiar ese nido de ratas...un soldado que fue a dejarte un recado juró ver a toda una familia de roedores nacer en tu área...puerca asquerosa.

-Pero ahora no encuentro ninguno de mis apuntes...¿¡Los tiraste a la basura maldito?!- Por atrás llegaban Gunther y Moblit. Al ver al primero lo agarró del cuello de manera amenazante – Dime o tu subordinado pagará.

-Te dije que no le iba a gustar – Dijo un conciliador Moblit al confundido Gunther.

-Mayor Hanji...todo lo que era papel lo archive y guarde en cajones y biblioteca y...