"¿Qué hacer?"

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Esa sensación de querer salvar a alguien... De querer tirarle un salvavidas aunque insista en que no se está ahogando de querer navegar hasta esa persona aún sabiendo que la corriente te llevará. Sabes a qué m refiero, lo sé, se qué mas d una vez has intentado salvar a la pobre ovejita del cruel lobo y, al final, en contra de todo pronóstico la ovejita resultó ser lobo y no tuvo reparo en llevarte a su boca, en arrastrarte al desastre de su vida esa que vive mientras está enamorado d la luna, un amor que nunca podrá tener, y yo creo, q lo peor, esq t dejas arrastrar porque confías en que el lobo se vuelva manso y sea por fin amigo de Caperucita. Ilusa de mi por confiar en el diablo con sonrisa de ángel que se cruzó en mi camino un camino tan recto que acabo torciendo. Porque también se que tu que lees esto sabes lo que se siente cuando tu camino se tuerce y se vuelve rotonda, volviendo siempre al punto de partida, uno que no siempre es bueno. Y es que si, el camino se tuerce, el lobo sale a la luz, Caperucita huye despavorida y el salvavidas se pincha esperando, esperar... Esperar a q? Algo que no llega o que si? Supongo que lo que nos pasa es que a veces creemos más en lo que nos dicen que en lo que sentimos y esperamos que las cosas cambien aunque el cambio no llegue. Realmente no sé que le pasa a mi corazón que por muchos palos no deja de confiar y es que de verdad ojalá la razón encerrara por una vez al corazón y tomara el mando de una embarcación que perdió rumbo cuando se cruzó con un iceberg más grande que el que hundió el famoso Titanic. Un trozo d hielo, frío como el corazón de quien es capaz de hacer daño a alguien que una vez le importó. Ahora que lo pienso ¿me gustaría ser así sabes? M gustaría poder decir que me volví helada porque la unica persona capaz de derretirme me congelo antes pero tanto tu como yo sabemos que no es verdad, que sigo siendo cálida, que sigo siendo esa Caperucita ilusa que solo busca adentrarse en la boca de un lobo del que espera un cambio y que sigo siendo aquella que tira un salvavidas aunque se esté ahogando. Porque es así m estoy ahogando pero no importa supongo que será para coger impulso y espero que mi estrella me guíe porque de una rotonda como la mía es difícil salir pero nada es imposible me dijo un sombrerero porque no hay imposibles solo improbables. Acabaré el texto diciendo que espero que mi corazón y mi razón jueguen otro mano a mano y gane la razón porque el corazon, por valiente que sea, no necesita más batallas porque ya he perdido la paz más de vez por ganar una guerra insulsa, una guerra que no me pertenecía por una paz que quiero recuperar...

Corazón desesperado... textos inesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora