Éste one shot está dedicado a una amiga muy especial que ha sufrido la intensidad de ésta "nueva" shipp. ¡Feliz cumpleaños, Uri!
Mahou Tsukai no Yome es obra completamente de Kore Yamazaki. Sólo escribo por amor al arte. Este one shot está inspirado en la última portada salida hace unos días. Espero lo disfruten.
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—Estás tan llena de vida. — el susurro del hechicero la sacó de sus cavilaciones abruptamente. Le vio beber de la copa de vino de manera delicada mirando hacia un punto lejano, perdido en sus pensamientos. — Te envidio.
—Tú también estás vivo.
—En ocasiones desearía no estarlo, niña.
—No me llames así, no soy una niña.
Se percató demasiado tarde que había cometido un error al decir aquello. Joseph abandonó la atención puesta en su copa y la miró de reojo con las cejas arqueadas en una clara expresión de sorpresa mal disimulada, estudiándola. Se sintió cohibida ante la intensidad de su mirada, y nuevamente aquel calor volvió a apoderarse de su rostro. Joseph se inclinó finalmente en su dirección y Chise, en un acto reflejo, se apartó todo lo que el respaldo de su asiento le permitió.
—¿De verdad ya no eres una niña?
Chise tuvo el acto inconsciente de llevarse una mano a su pecho creyendo que su corazón desbocado abandonaría su cuerpo en cualquier momento por la violencia con la que golpeaba su pecho en esos momentos. Incluso estaba segura de que, como ella, Joseph podía oírlo también por la cercanía que mantenían y que a la aprendiz de mago estaba poniendo tan ansiosa.
Porque lejos de desagradarle, aquella nueva y extraña sensación que recorría su cuerpo al oírlo dirigirse así hacia ella le estaba complaciendo; sentía un extraño cosquilleo recorrerle la espalda erizando todo el vello de su cuerpo, el estómago estrujándose en su sitio y un calor abrasador recorriéndole el rostro como si de fuego se tratara. Levantó la mirada de la mesa con aquel mantel morado y de aquella vajilla de apariencia tan costosa y refinada, y sus ojos se toparon con los de su acompañante, quien le sonreía desde su posición ventajosa sentado sobre la mesa. Su expresión era tan serena y segura de sí misma que Chise llegó a pensar que se estaba burlando de ella.
Nunca nadie la había tratado de aquella manera antes, ni siquiera Elías. Sus expresiones corporales, el tono que empleaba en su discurso y el ambiente que el hechicero parecía haberse esforzado en crear la hacían sentir de alguna manera especial, extraña. Era como si Joseph intentara llamar su atención de una manera diferente a las anteriores; tenía un objetivo, eso estaba claro. Chise no se olvidaba de la persona que tenía frente a ella, de lo manipulador y siniestro que podía llegar a ser, pero no por eso no podía disfrutar de aquella atmósfera sorprendente e irreal que se había creado entre ellos luego de todo lo que había pasado. Instintivamente se llevó la mano a su brazo izquierdo, regenerado. O no sabía exactamente qué era lo que Joseph había hecho con ella en cuanto había caído en la inconsciencia, visto y considerando que él había recuperado el suyo y no había rastro alguno de la maldición en ninguno de los dos.
—¿Mmh? ¿Te has quedado sin palabras, niña?
Sintió aquel susurro casi contra su oído. Grave, provocador. Volvió a buscar el contacto con aquellos ojos color del cielo, demasiado francos en sus emociones. Vio como su sonrisa llegaba a su mirada, pero no pudo interpretar su significado; nuevamente sintió que estaba gastándole una broma pesada porque Chise intuía que algo estaba escapándose a su entendimiento y sospechó que Joseph estaba riéndose de su ingenuidad.

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Niña Curiosa
RomanceChise sabía que aquello era una trampa en cuanto sintió la provocación de Joseph en sus palabras, pero la curiosidad y la necesidad por demostrarle que estaba equivocado la había conducido a una situación que, en el fondo de su corazón, estaba disfr...