Parte 1

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El prado está cubierto por unas rosas que él no había visto antes los pétalos eran algunos blancos y negros, cuando levanto la vista vio la silueta de alguien sentado en lo que parecía ser un árbol en llamas, pero extrañamente a esa silueta no parecía quemarle, el decidió acercarse a tan especial silueta pero cuando quiso comenzar a moverse no lo logro porque las espinas de las rosas ya estaban clavadas en él, le estaban doliendo mucho los pinchazos y las espinas se movían como si tuvieran vida propia, cuando él fue jalado por un tallo, cerró los ojos esperando un golpe que nunca llego solo sitio como otro cuerpo lo abrazaba y como si lo elevaran, cuando intento abrir los ojos una mano ajena se los tenia cubiertos.

-No los abras- le dijo la voz de un chico

-¿Quién eres?-

-Un monstruo-

-No es cierto, no te creo-

-Bueno entonces soy un ángel-

-Sí y yo soy un demonio- dijo con sarcasmo

-No es cierto, tú eres un humano-

-¿Y entonces a donde me estas llevando?-

-A un lugar seguro-

El solo sintió como sus pies tocaban el piso, pero las manos del otro chico estaban aún sobre sus ojos y aunque el intento zafarse no lo logro así que prefirió conformarse con la voz del chico.

-Me llamo...- trato de decirle al chico pero este lo interrumpió

-¡No me lo digas!-

-¿Porque?-

-Porque no lo necesito-

-¿Bueno entonces que eres realmente?-

-Un ángel pero también un demonio-

-¿Pero cómo es eso posible?-

-Es posible porque soy el fruto del pecado de un ángel con un demonio-

-¿Y en dónde estoy?-

-¿Siempre eres así de preguntón?-

-No tanto solo cuando estoy con personas a las que les tengo confianza-

-¿Y yo soy algo de confianza para ti?-

-Si por muy extraño que parezca-

Y poco a poco sintió como algo lo sacudía y aun sin que él lo quisiera se despertó de ese sueño deseando siempre poder escuchar esa voz tan especial de aquel chico. Y como si el destino lo quisiera complacer cada cierta noche lo escuchaba en sus sueños y sin que ellos lo desearan se enamoraron volviendo másfrecuentes sus encuentros en aquel prado de rosas, y así pasaron los años. 

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Black BeutyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora