Es todo demasiado raro… me siento como si lo hubiera perdido todo. Nos os pasa que os sentís solos, abandonados, como si nadie os quisiera? A mi me pasa continuamente. Da igual el hecho de que tenga pareja, amigos, familia, gente que me quiere. Me siento solo… Siento como si nadie me entendiera, como si nadie me conociera de verdad, como si siempre hubiera sido una sombra para los demás. Como si me hubiera utilizado como una herramienta de usar y tirar. Y sentirse así… es lo peor que se puede hacer. Te sientas en tu cama, te pones esa canción triste que siempre te saca las lagrimas y rompes a llorar. Sabes por qué lloras, y lo haces, pero por mucho que lo hagas el sentimiento no se va. Y sigue ahí, como si no quisiera moverse, como si no quisiera desaparecer. Como si ya formara parte de mi. Como si mi yo, mi forma de ser, fuera así.
Las canciones van pasando, y a su vez el tiempo. Los segundos, minutos, horas… transcurren sin parar; sin esperar a nadie, dejándolo todo atrás. Como si nada te quisiera, como si siempre hubieras estado solo y ahora es lo único que sabes hacer. Y entonces empiezas a cuestionartelo todo. El porqué de que todo sea así. El porque estas solo y nadie te quiere. “Porque me toca a mi estar solo, sin nadie que me quiera, sin un hombro donde llorar, alguien con quien hablar, porque me ha tocado esta mierda a mi”. Entonces es cuando te rodeas con las manos las piernas estando ya sentado con estas en el pecho y haces fuerza, las aprietas. Nose porque lo hago… solo se que lo hago y que cuanto más fuerte aprieto más lloro y más me desahogo. Pero hay demasiadas cosas de las que desahogarse. Así que te sueltas, te tumbas de lado con la cabeza en el cojín y sigues llorando.
De repente se acaba la lista de reproducción que tenias puesta y se hace el silencio. Donde nadie habla, nada se mueve y solo escuchas tu pensamiento lamentarse de todo. En ese momento dejas de llorar, ya es suficiente por hoy. Mañana volveré a lamentarlo todo. Te quitas los auriculares y vas al baño. Entras, cierras la puerta para no despertar a tus padres y sin darte cuenta estás apoyado en la pared llorando y mirándote al espejo. Viendo cómo has acabado. Y te das cuenta de que estás sumergido en la más profunda mierda. Y que no puedes salir de esta.
Sabes que hay alguien que te quiere. Que siempre habrá alguien que te apoye, hasta los que creen que están más solos el dia en que levantan la cabeza y vuelven al mundo real encuentran gente que esté a su lado en los lugares más inesperados, gente que nunca creerían que podría llegar a pensar de esa forma, a sentirse solos, a reflexionar y a llorar. Porque en esta vida todos lloramos. Llorar es lo mejor que podemos hacer. Es la mejor forma de desahogarnos, de quitarnos penas de encima, de intentar volver a estar felices. Y a pesar de todo esto, de saber que tienes a gente a tu lado algo en tu cabeza hace que ese sentimiento de soledad siga en tu cabeza, presente y dominante en una noche triste y oscura como esta. Sabes que hay gente a tu lado, pero no lo crees y sigues llorando. Vuelves a tu habitación, deshacen la cama y te metes dentro. Apagas la luz y cierras los ojos. Y vuelves a llorar. Sin darte cuenta te duermes… y acaba la historia.