Una niña de 12 años se encuentra en una escuela muy antigua, decide salir una noche y se encuentra con la curiosidad de la misteriosa escuela, acompáñala en esta aventura
***Es mi primer historia***
No podía creer lo que estaba pasando, no podía ser real. Me pellizque y frote los ojos pero nada, definitivamente no estaba soñando. Mery se había ido y como había gritado y llorado tanto ya no me quedaba voz para seguir gritando y llamándola.
Decidí ir a ver el montón de libros que se encontraban ahí, con suerte encontraba algún mapa de alguna salida o mas información sobre lo sucedido. Empece a sacar libros de las primeras estanterías, ya que no era muy alta para sacar de las de arriba y no había escalera.
Me encontré ediciones limitadas de libros de autores reconocidos, enciclopedias, cuentos infantiles, historias de terror, que en este momento no estaba dispuesta a leer, entre muchos mas libros. Pero nada que me ayudara en este momento.
Pasaban las horas y nada, empezaba a rendirme, haci que no hice mas que llorar y sentarme en el suelo abrazando mis pierna ya que no había sillas, comenzaba a sentir hambre hasta que en un momento....
La pared en la que me apoye se abrió como si fuera una puerta, entonces caí al suelo quedando boca arriba, acto reflejo me di vuelta a ver
- ¡AAHH!- grite al ver a alguien parado delante de mi sosteniendo la puerta, me hice un paso hacia atrás aun sentada en el piso.
-¡AAHH!- grito soltando la puerta y dando un paso hacia atrás.
-¿¿quien eres??- dijimos unísono, ahora tenia mas miedo acaso este chico era otro espíritu...
-Perdóname si te asuste- me ofreció su mano, pero no la tome- No me tengas miedo soy de esta escuela como tu, estoy en dos años superior...- continuo hablando, era un chico de pelo negro algo largo, muy delgado y estaba algo descuidado, tenia un saco negro con pantalones sueltos.
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-...Espera, ¿como sabes que voy a esta escuela?-
- Eso es porque a diferencia de la niña rubia, pareces mas real y de unos dose años, no es como si te espiara o algo- volvió a ofrecerme su mano, mi estomago empeso a rugir- se nota que tienes hambre, tengo unas galletitas, si quieres te las dio, vamos levántate-
- ¿Cuanto tiempo llevas aquí?, no te había visto, ni escuchado nunca-
- Llevo unas dos semanas y media.-
. ¡Tanto!, pero ¿como haz aguantado?- pregunte sorprendida mientras me levantaba- ¿No encontraste nada como para salir de aqui?-
-Solo encontré este lugar, aqui pude mantenerme- mire atrás de el y había un pasillo con puertas que llevaban a distintas habitaciones- Creo que no nos presentamos, soy Lian-
-Eh..soy Zoe-
-Un gusto conocerte, bueno, veo que quieres ver el lugar, ¿vas a pasar?- me pregunto con una pequeña sonrisa, es increíble que a pesar de estar en este lugar horrible tenga ánimos para sonreír. Finalmente asentí y entre con el.
- Esto parece una casa...- le dije mientras caminábamos por el pasillo y veía dentro de las habitaciones.
- Si, es increíble, tenemos donde dormir, una bodega, baño...-
- ¿baño?, ¿acaso hay agua?- le pregunte y el asintió
El lugar tenia luz y el baño tenia agua potable, nose como no me había percatado de que había otro lugar después de la biblioteca. Entramos a la habitación.
- Aquí podrás dormir- dijo señalando una cama matrimonial que estaba bastante descuidada y sucia.
- ¡Yo no pienso dormir ahi!- me queje
- Tu te lo pierdes- dijo acostandose
- Oye, piensas dormir, ¿acaso no quieres salir de aquí?-
- Si quiero irme, pero, no se a donde iré después...-
- ¿No tienes padres o amigos?....me dijiste que ibas a esta escuela, asi que hay deberías estar-
-No quiero volver con mis padres, tampoco quiero volver con esas maestras pesadas..- se lo notaba algo enojado, dicidi no decir nada-...Mis padres me abandonaron aquí como si fuera un objeto desechable y lo peor de todo es que vienen a visitarme haciendose los que aun quieren verme, pero en realidad lo hacen para mantenerme aquí...-suspiro- perdona,seguro tu debes de estar con ganas de ver a tus padres y volver.... ya que no tengo otra cosa que hacer te ayudare- se levanto y saco de una mesita unas galletitas- toma, es lo ultimo que me queda, pero no te preocupes por mi, no tengo hambre-
Luego de comer las galletitas, Lian se fue a bañar, y yo me quede revisando las habitaciones, pero no encontré nada interesante, el sueño termino ganándome y me acosté en esa cama asquerosa.
