Había una vez, un niño de la tierra, que no era ni más ni menos que él hijo de unos granjeros comunes, y vivían cerca de la costa de una playa de agua esmeralda en una cabaña de madera humilde pintada de carmín desgastado.
Él tenia el cabello de color café claro, que le tapaba toda la frente, sus ojos azules eran tan claros como el cielo, con una pequeña nariz de botón y unas pecas poco visibles que adornaban sus blancas mejillas.
Un día en la costa él se sentó a admirar el mar, lanzando piedritas al agua para entretenerse, pues estaba aburrido de su familia, que no hacia más que ignorarle excusándose de tener que trabajar.
Pero cuando lanzo una piedra, no hubo el ruido del agua salpicando, en su lugar se escucho un:
-¡Auch!
El niño se sorprendió por el extraño sonido que parecía haber sido hecho por otro niño, miró alrededor de él y no había nadie, giro tres veces al menos tratando de buscar a alguien más en el lugar. Fue entonces en ese momento vio desde lejos como salia asomando una cabeza del cuerpo de agua y una mano sobando una herida en la frente. Al salir por completo, se dio cuenta que en efecto era un niño, y aparentemente le había golpeado con la pequeña piedra por estar tan distraído mientras seguramente él nadaba tranquilo.
El niño del mar se volteó un poco buscando el origen del ataque y cuando llego a ver al otro chico parado en la arena se quedo en un total shock, estático con los ojos abiertos como si nunca antes hubiera visto a otro niño.
-Oh perdona- se disculpo, y acercándose al otro que seguía en el mar, notando el miedo en sus ojos.- oye tranquilo, soy un niño igual que tú, no te podría hacer daño.
Al acercarse lo suficiente vio que él otro niño tenia él pelo negro y ojos verdes olivo, ojos saltones, cejas pobladas, una nariz recta y una piel caramelo. De la misma manera gracias a que el agua estaba clara como cristal vio que debajo de esta en el niño extraño no había dos piernas, sino una cola de pez de color morado.
-AAAAAHHHHH- Gritó.
-AAAAAHHHHH- Grito el contrario también, pero luego paro un momento para llevar con curiosidad su mano a la boca algo confundido y luego volvió a gritar de nuevo.
Él niño de la tierra pensó <<E-es un-una sire-re-na>>
Él niño del agua se lanzó hacia atrás mostrando por completo su pequeña púrpura cola al otro.
Luego él corrió y regreso a su pequeña casa carmín al lado del granero.
-¡Mamá! ¡No vas a creerlo v a u..!- paro un segundo para pensarlo bien
<<No era una sirena, pues no era una mujer, era un niño, entonces era, ¿un sirenito?>> pensó
-¡A UN SIRENITO!
Sin embargo sus padres lo ignoraron como siempre, no tenían tiempo para los cuentos e ideas locas de su hijo, y pensaban que era mala tanta imaginación por parte de el menor, así que lo castigaron, diciéndole que no debía decir mentiras.
-No son mentiras.- se decía a si mismo solo en su habitación.
Al día siguiente volvió a la costa, esperando encontrarse de nuevo con el sirenito, pero esta vez llevaba consigo una canasta de comida para él y ahí se quedo y espero a que volviera a aparecer el pequeño sireno mientras comía, pero él no llegaba.
<<¿Que tal si fue mi imaginación?>> pensó <<No, imposible, la imaginación no funciona así>>
Mas paso el tiempo hasta la noche y nada ni nadie salia del agua cristalina, entonces se fue resignado de vuelta a su hogar. Ya en su cuarto se acostó en el frío piso acurrucándose con la única manta vieja de amarillo descolorado y su aplastada almohada de tanto uso, pues el niño no tenia donde dormir por la pobreza de sus padres. Y se quedo abrazando su descosido osito de peluche mientras murmuraba.

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El Sirenito (Yaoi)
FantasyUna adaptación del cuento de La Sirenita en versión yaoi, estoy seguro de que te gustara. Basado en cuento de la sirenita.