Percy Jackson, la nueva profecía

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Percy ya tienes 17- me grito mi madre - levántate y ve al colegio!!! Por una vez intenta que no te expulsen!!!

Esa mañana me había quedado pensando en lo que había pasado un tiempo atrás, a inicios del verano. Para qué lo comprendan mejor, les contaré lo ocurrido.

Entré al campamento y me encontré con Annabeth, quien no me recivió con su avitual- Hola, sesos de alga - y su cálido beso, si no, que me miró pálida y con aspecto de haberse enfrentado ella sola a un perro del infierno.

Que ha pasado - pregunté preocupado, pero sólo pudo decirme - Ven Percy, Quiron te está esperando -.

Caminamos hasta la casa grande de la mano, en silencio, mirando a aquel campamento, nuestro segundo hogar.

De un momento a otro, estábamos en la casa grande, sentados frente a Quiron y Dionisio, quienes como de costumbre, me miraron preocupados - Percy, debemos hablar - dijo Quiron, esas palabras, nunca son algo bueno.

- El Oráculo ha vuelto a hablar - continuó explicando- Hay una nueva profecía y creemos que podría referirse a tí -.

Yo ya me había acostumbrado a oír ese tipo de cosas, siendo un mestizo, no te parece tan raro, sin embargo, pregunte - De que se trata? - la única respuesta de Dionisio fue - Deben ir a visitar al Oráculo -.

Subimos al ático donde estaba la apergaminada momia. Al entrar el cuarto estaba completamente cubierto de una neblina verde, y el Oráculo estaba parado junto a su ventana. Al pararnos junto a este, se volteó y nos miró, por alguna razón, nos habían hecho subir a Annabeth y a mi, juntos al ático. Lo que dijo el Oráculo, nos dejó sin palabras.

- El hijo del agua y la hija de la mente,

Por un sendero han de avanzar,

El correcto han de elegir,

O sus días han de terminar - .

Al instante, la momia se sentó y se quedó quieta.

Salimos rápidamente, y llegamos a donde Quiron y Dionisio nos esperaban. Al vernos, con nuestro aspecto y corriendo despavoridos, se apresuraron a preguntar - Que ha dicho? -.

Les contamos lo que momia nos había dicho, y se miraron antes de preguntar, si había dicho algo más. Ambos dijimos que no, y luego Quiron dijo - Creo que el Oráculo a sido bastante claro con el mensaje, saldrán en una misión luego del almuerzo -.

Comimos como de costumbre, Annabeth con los otros hijos de Atenea, y yo, sólo en la mesa de hijos de Poseidón. Hice el clásico ritual, arrojé parte de mi comida al fuego y seguí comiendo, pero mi mente había quedado subyugada por la nueva profecía.

Salimos esa tarde, Annabeth con su cuchillo colgado en el cinturón y su gorra de invisibilidad en el bolsillo, y yo con mi lapicera.

Buscamos todo el verano, pero no encontramos nada más que problemas con monstruos. Finalmente, volvimos al campamento, sin nuevas noticias. Nos despedimos con un beso, y nos fuimos a nuestras casas, al día siguiente comenzaban las clases.

Ahora, volvamos al inicio del relato. Me levanté, me vestí rápidamente y fui a la cocina, dónde me esperaban un café con leche y unos muffins azules. Desayuné y me dirigí a la puerta con mi mochila al hombro, pero mi madre me interceptó y me dió un sonoro beso en la mejilla. Su novio, Paul, se limitó a darme unas palmadas en la espalda y decirme - vamos Percy, por suerte, ya vienes sin ser expulsado del colegio, durante varios años! Aunque, si has estado a punto de ser expulsado varias veces! -.

Llegamos al colegio, y me dirigí hacia mi aula. Pero, no llegué a esta. Derrepente, Annabeth apareció frente a mi, se había estado ocultando con su gorra de invisibilidad.

- Percy, ven - me dijo ella - creo que debes ver algo -.

Salimos del colegio, dejando atrás una nueva oportunidad de seguir en el único colegio en el que había conseguido permanecer durante más de un curso.

No se lo que verían los mortales, pero, lo que Annabeth y yo vimos, nos dejó aterrados.

El Minotauro, el primer monstruo contra el cuál había peleado, estaba allí, frente a nosotros, pero cinco veces más grande.

Me detuve a pensar en la profecía por un momento, "el hijo del agua y la hija de la mente", Annabeth y yo, pero, "por un sendero han de avanzar"? Y qué es eso de "El correcto han de elegir, o sus días terminarán"?

Derrepente, sentí como Annabeth me tomaba de la mano y me hacía correr en el sentido contrario a dónde estaba la bestia.

Sólo pude mirar para atrás, un momento, en el cual pude ver cómo una gran sombra se arrojaba sobre el Minotauro volatizandolo.

Entonces lo comprendí, el Minotauro nos habría matado, porque Annabeth, es como mi talón de Aquiles, el camino correcto era uír. Seguíamos vivos, y por lo que llegué a ver, la sombra que había matado al monstruo también. Lugo lo entendí y pensé - Gracias Señorita O' Leary! -.

Annabeth y yo nos miramos, - Ya has empezado mal, faltaste al primer día de clases -. Sonreí y le dije - Tu también -.

Nos besamos y le comenté - Pues, será algo más que tengamos en común! -.

Percy Jackson, la nueva profecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora