Dangerous love

Todo comenzó cuando Margaret se acercó hacia aquel enorme bosque cerca del lago prohibido por el gobierno, por sus padres, y por sus vecinos, pero Margaret nunca obtuvo la respuesta de porqué no podía entrar a él.

Sin embargo, nadie detendría a la curiosa Margaret al ser enorme la duda, y es por eso que decidió escapar de casa para demostrarle a todos, pero sobre todo a ella misma que no había peligro, más no sabía que tal vez los rumores acerca del bosque serían más que ciertos si no fuera por aquel peligroso "chico del bosque" cuyo nombre desconocía, el cual le mostró que a veces la valentía no era su mejor recurso.

Capitulo 1: La discusión

Desperté temprano ya que los pájaros cantaban fuertemente fuera de mi ventana, tomé un libro y lo comencé a leer, sin embargo mi concentración era desviada por los escandalosos ruiseñores fuera de mi recámara, e incluso cuando son las aves que tienen el honor de ser mis preferidas, y las únicos cuyo nombre conozco, sus cantos me llegan a hartar cuando llego a un máximo de irritación.

Me puse de pie y observé los habitaciones en mi casa, la de mis padres estaba igual que siempre: ventana abierta, la lámpara de la esquina encendida, y sus cuadros en su lugar, al igual que ellos.

La de mi hermana Elena estaba llena de ropa y bolsas de compras; mi hermana siempre estaba a la moda, vestía la mejor ropa, y era popular, todo lo contrario a mí, incluso en rasgos físicos, y por supuesto, es la bella, ella es rubia, con altos pómulos, delgada , y con enormes ojos verdes, nació aprovechando todas les benefactoras características de mis padres, e incluso dormida, como ahora mismo, se ve hermosa, pero no le tengo envidia, nunca he ambicionado la belleza que Elena posee, no va conforme mi extraña y diferente actitud.

Bajé las viejas escaleras de madera de puntas, cuidando que no hicieran bastante ruido como para despertar a mi familia, por el simple hecho de que extrañamente amo mi soledad, porque para mí es más que sólo lo que alude a su nombre, para mí significa libertad, tranquilidad, y todo lo bueno que desaparece en compañía de la gente, en especial de la familia.

Giré mi cabeza a los lados, y parecía no haber rastros de algún ser humano a mi alrededor, a excepción de aquel viejo gato gordo, el cual al verme maulló tranquilamente sin siquiera molestarse en moverse.

-¿Qué haces despierta tan temprano? -preguntó la tenue voz de mi madre

Realmente no pretendía hacer nada más que sentarme y respirar correctamente, simplemente por el hecho de que mis pulmones siempre están alterados por alguna extraña y desconocida razón, y no me permite respirar bien, a excepción de cuando estoy cerca de los árboles, pero me resultaría difícil comentarles a mis padres dicha situación debido a que se preocuparían, y jamás me ha llamado la atención ser el centro de tal elemento, es por eso que decido salir a escondidas

-Voy a salir -contesté en susurros

-¿Para qué?

-Sólo quiero tomar el aire

-¿Con éste frío? sabes que no puedes y aparte... estás descalza Margaret

-Si, si, lo sé, sólo quiero saber que tanto frío hace

-Demasiado, así que ven y toma un café caliente conmigo

-Pero... quiero ver el cielo

-El cielo no se mueve, lo puedes ver después