Las fiestas, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar desde pequeña. Mi padre es millonario y mi madre es dueña de una cafetería mundialmente famosa, me dan todo lo que quiero en el momento que lo dese...
Sebas: No quiero que vuelvas a la carcel -tomo mi mano y en su mirada se podía ver lo preocupado que estaba- Yo: Ya es algo normal -me solté de su agarre y me encogí de hombros para luego dar otro sorbo a mi frappuccino, cuando nos aburrimos cada uno fue a su casa y acordamos vernos mañana luego de que vaya a la psicóloga-
Al día siguiente: Me desperté por los gritos de mi mamá avisándome que me preparara, para no causar más problemas de los que causaré cuando llegue al psicólogo me levante sin reclamar y fui a darme una ducha rápida y ponerme esto ya que estaba refrescando un poco
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Baje y note que mi papá no estaba así que saludé a mi mamá Yo: Buenas Mama: Hola hija Yo: Como vas Mama: Pues muy bien y emocionada porque hoy exhibiremos un nuevo sabor en el café Yo: Mmm enserio? -asintió- Pues suerte Mama: Igual para ti Yo: El que necesitará suerte es el psicólogo -susurré- Mama: Que dijiste hija? Yo: Solo dije Gracias -sonrió- Mama: Vamos ya o llegaremos tarde -agarro su bolso y ambas salimos de la casa, subimos al carro y nos dirigimos al psicólogo, al llegar mi mamá aviso a recepción y una chica se acercó para llevarme a una oficina donde estaba el psicólogo- Psicólogo: Buenos días _____ Yo: Buenas -sonreí amablemente- Psicólogo: Puedes tomar asiendo -me senté- y dime, porque estás aquí Yo: No se supone que ya lo debes saber? Psicólogo: Pero yo quiero que tú me lo expliques Yo: Se me da que no leíste mi informe Psicólogo: ______ -advirtió- Si lo leí Yo: Y entonces para que carajos quiere que le explique si ya lo sabe -pase toda la mañana contradiciéndolo y se notaba que lo hacia perder la paciencia ya que en repetidas ocasiones salía de la habitación y volvía a entrar sin razón aparente, hasta que recibió una llamada y me dejo sola en su oficina- Yo: Aprovechemos el momento -me dije a mi misma para luego levantarme y sacar de mi bolso un perfume y un encendedor, agarré varia hojas de libros de psicología y las amontoné en su escritorio y por todo el cuarto, derrame el perfume por todas partes y saque el encendedor para prender el fuego, no me tome mucho tiempo ya que tenía practica, cuando empezó el incendio salí de la habitación y fui a la recepción mientras que todos iban corriendo a ver qué pasaba, al salir del edificio llame a los chicos y les dije que prendieran el canal de noticas, y como no tenía nada mas que hacer fui al parque a descansar un momento-
Sub: Hola Yo: Hola Sub: No crees que te pásate? Yo: Claro que no, es su culpa por atenderme sabiendo como soy Sub: Es cierto, no quieres ir a la casa de Sebas? Yo: No tengo ganas de ver a nadie Sub: Te acordaste de "eso" Yo: Porque lo dices? Sub: Ademas de que soy la misma persona y se como te sientes lo que piensas y todo eso, cuando no quieres ver a los chicos es porque te acordaste de "eso" Yo: No me trae muy bueno recuerdos qué digamos Sub: A quien les traería buenos recuerdos recordar esas cosas Yo: Sabes.. a veces se me van las ganas de vivir, pero nunca se me van del todo Sub: Eso espero porque sé que no le tienes miedo a la muerte Yo: No le tengo miedo a nada Sub: No tenemos* Yo: Si eso, nos vemos Sub: Adiós -me levante del banco en el que estaba y camine hasta mi casa y no había nadie así que fui directamente a mi habitación y me tiré a la cama, mi idea era usar mi celular pero apenas toque la cama me dormí- Me desperté al escuchar una voz llamándome y al abrir mis ojos noté que era Mario sentado a mi costado tratando de levantarme Mario: Al fin te levantas Yo: Que hora es? -dije aún adormilada- Mario: Son las 11:30 de la noche, dormiste todo el día Yo: Y aún tengo sueño -reí por lo bajo- Mario: No me extraña de ti -sonrío, estaba acariciando mi brazo- Yo: Y los demás? Mario: Todos están preocupados por lo qué pasó en el centro de psicología Yo: Ah Mario: Fuiste tu? Yo: Te atreves a dudar? Mario: Lo sabía -rio- Yo: Todos lo saben o solo tu? Mario: Solo Sebas y Yo -asentí, estaba acariciando mis muñecas- Que te pasó aquí? -Maldición, olvide que ya no tenía mi suéter largo- Yo: Nada -saque bruscamente mi brazo- Mario: Esas eran cicatrices? Yo: Un gato que intente acariciar me las hizo -mentí- Mario: No es eso, son muy profundas, y ya están cicatrizadas Yo: Mario por favor vete Mario: Porque? Hace un momento estábamos hablando y ahora quieres que me vaya? Yo: Si, quiero que te vayas en este momento Mario: Pues sigue queriendo porque no me iré -se acosto frente a mi- No te dejare sola jamás, ahora cuéntame que te pasó en tu brazo Yo: Ya te lo dije Mario: Dímelo o se lo cuento a Sebastián Yo: Nonono, no quiero que se preocupe por mi Mario: Entonces cuéntamelo -bufé- Yo: Está bien...
