fiesta sin limites

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Ana Julia era una joven de 15 años, estudiaba segundo año de ciencias. Su forma de ser era muy alocada y muy rebelde, nunca hacia caso a los concejos que sus padres le daban, era típico a esta corta edad. Sus amistades eran mas que todo chicos mayores, sus mejores amigas eran Verónica y Mariana, estas les gustaba llevar la vida fácil, consumían drogas y también eran alocadas como Ana Julia.

Ana Julia desde los 11 años ya había experimentado las relaciones sexuales, aunque esta era un poco loca, en lo que al sexo se refería era muy cautelosa, se cuidaba de cualquier tipo de enfermedad.

Verónica, Ana Julia y Mariana estudiaban juntas, se la pasaban de fiesta en fiesta. Un día Ana Julia pidió permiso a sus padres para ir a una reunión, en casa de una de sus amigas, y que al terminar la fiesta estas se quedarían donde la amiga; llegó el gran día y todas fueron a un matinée, fiesta a las que acuden chicos menores de edad, donde abunda el alcohol, las drogas, el sexo, etc. Ese día, la fiesta se extendió un poco mas de lo normal y al llegar la media noche, estas 3 chicas ya habían conocido a 3 chicos de nombre José, César y Víctor, estos chicos se encontraban en estado de ebriedad, al salir todos se fueron a casa de César, uno de los chicos que esa tarde conocieron, ya que él se encontraba sólo en su casa debido a que sus padres estaban de viaje. Cada uno de ellos ya tenía su pareja y sabían a que habían llegado a ese lugar, a pesar de que no se conocieran bien del todo; César y Ana Julia subieron a una de las habitaciones del segundo piso, Ana Julia no tenía deseos de acostarse con César pero, éste tanto y tanto insistirle y ayudada por una sustancia que le colocó en la bebida, la burundanga, sustancia que hace perder el conocimiento de quien la consume; y César aprovechándose de la circunstancia, abuso de ella bruscamente. Al despertar la joven no encontró a nadie ya todos sus amigos se habían marchado dejando a Ana Julia sola. Ella le pidió ayuda a César pero, éste casi no podía levantarse de la cama así que la joven decide llamar a su madre para que pasara recogiéndola, ella decide ir en busca de su hija. Su madre se angustió al verla en ese estado, pero no quiso hacerle preguntas. Al pasar los días, casi un mes después, Ana Julia va a visitar a una vecina que reside en Filas de Mariches, sector donde también reside ella y le comenta a su vecina que no quiere ir mas al liceo ni mucho menos seguir estudiando. Diana, su vecina, le pregunta sorprendida: -- qué te sucede?, me parece extraño, ya que tú del liceo casi ni salías y eres muy buena estudiante, cuéntame mi niña

Ana, responde: --no sé, la verdad es que desde hace un par de semanas llevo sintiendo cambios extraños en mi cuerpo, algo que jamás había sentido

Diana: -- pero que es lo que sientes?

Ana: -- me da mucho sueño, un agotamiento físico, nauseas, mareos ,etc.…

Ana Julia una niña alocada y rebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora