-Esta atardeciendo - Me dije, era obvio que no tendría respuesta, a no ser que algún fantasma estuviera junto a mi y quisiera hablarme..
Como todas las tardes durante las ultimas semanas de clases me gusta pasarlas en el acantilado que da vista a la puesta de sol, a veces me pregunto que se sentirá tirarme por este risco, el mar choca contra las rocas bajo mis pies y es un hermoso sentimiento de soledad el poder junto a mis pensamientos durante algunos momentos..
-Liz - grita mi mamá para llamar mi atención y sacar de mi todo pensamiento soñador- esta lista la comida, ven mañana tienes clases.. Liz vamos, son sólo unos días mas y ya saldrás de clases
-Ya voy mamá, solo deja que pueda ver cuando el último rayo del sol termine de ocultarse en el mar
-Hija, sabes que te amo verdad? -como no saberlo si es ella la que siempre me a ayudado en todo, desde ese día en el que creí que no podría volver a sonreír, ella se ha esforzado por darme todo
-Y yo te amo mas a ti -me voltee para poder verla y le ofrecí una gran sonrisa, solo que carecía de sentido, hace mucho que no tengo ningún tipo de sentimiento en mi cuerpo
-Te espero dentro...
flash back
No puedo creer que hoy vuelva a casa antes, claro que mi madre me matara cuando sepa que fue por mi culpa que la profesora se indispuso y a todo el curso nos dejaron salir temprano
-Tu crees que se den cuenta que le pusiste laxantes a su café? - preguntó Sabina mi mejor amiga
-No lo se, pero si me pillan mi mamá va a matarme hahahaha
-Pero piensa, nadie te vio, yo soy la única testigo... solo mantenme feliz y jamas sabrán que tu fuiste la culpable -estaba intentando sobornarme, y a pesar de que seamos amigas tenemos carácter muy fuerte para ser compatibles, pero aun así sabemos como jugar sin llegar al odio
-Tu no hablas y yo no le digo a tus papas que para aprobar matemáticas, te acostaste con el profesor
-Tu si sabes como negociar -me miro y sonrió picaramente- pero si quieres podríamos arreglarnos de otra manera..-me miro lujuriosa
sabía perfectamente a que se refería. A Sabina la conocí hace aproximadamente un año, cuando empezó nuestro tercer año en secundaria conjeniamos desde el primer día, cuando entro al salón todos la miraron, era muy sexy, demasiado linda para tener 16, parecía mayor.. todos los hombres quedaron como bobos y cuando vi que mi trono de princesa y diva de la clase estaba peligrando decidí que era mejor ser su amiga que enemiga, después de un tiempo mi amistad se volvió real y no sólo una forma de protección. Claro que durante ese tiempo comencé a conocerla de verdad y hay fue cuando mi vida comenzó a cambiar...